Pablo Gonzalez

Las mujeres palestinas de Jerusalén Oriental ocupada piden protección

Nosotras, las mujeres de la Jerusalén Este demandamos la protección inmediata porque somos testigos presenciales y sufrimos las violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos de los palestinos, incluidos ataques físicos con lesiones, amenazas psicológicas graves y la persecución por parte de las entidades estatales y de los colonos del Estado colonial israelí.

Instamos a la comunidad internacional a actuar y defender los derechos de los niños, mujeres y hombres palestinos, apelando al derecho a una vida segura en medio de los constantes ataques, el uso excesivo e indiscriminado de la fuerza utilizada por el aparato de opresión israelí, los actos de violencia y terror cotidianos cometidos por civiles judíos israelíes, incluidos los colonos. Esta brutalidad es amenazante para nuestras vidas, provoca intencionalmente a nuestra juventud causando muertes y daños corporales y psicológicos, incapacidades y lesiones a miembros de nuestra comunidad.

Nosotras, un grupo de mujeres palestinas, madres, hermanas, hijas y jóvenes -en nombre de la "Coalición de Mujeres Jerosolimitanas"- llamamos a la comunidad internacional para proteger a nuestras familias, la comunidad y los niños. Hacemos un llamado por protección de nuestra persona física, cuando estamos en nuestras casas, caminando en nuestro barrio, camino a las escuelas, clínicas, centros de trabajo y lugares de rezo.

Hacemos un llamado para la protección porque nos sentimos desplazados incluso en nuestras casas, ya que los soldados israelíes, colonos armados, patrulla fronteriza y la policía invaden nuestros hogares, atacan a nuestras familias, desnudan nuestros cuerpos para registrarnos y nos aterrorizan.

Nosotras, las mujeres de Jerusalén Oriental ocupada nos sentimos huérfanas, sin ningún tipo de protección de la Autoridad Palestina o de la comunidad internacional, ya que el Estado israelí hace terror en nuestros hogares, instituciones educativas y espacios públicos. La imposición de castigos colectivos y las sanciones que impone el Estado de Israel invaden no sólo nuestros espacios y cuerpos físicos, sino también nuestra psique. Vivimos en un estado de miedo y horror, sin saber cómo enfrentar el poder omnipotente altamente tecnológico de la entidad colonial, un Estado de Israel fuertemente militarizado que ejecuta regularmente a palestinos en las calles. Los palestinos en Jerusalén Oriental ocupada han sido abandonados y están sujetos a las políticas discriminatorias de un Estado violento y su aparato de seguridad y policial.

La violencia política actual y la total falta de protección, con el aparato de seguridad israelí que protege solamente a los judíos, pone en peligro la seguridad de las mujeres y sus derechos económicos, sociales, psicológicos y físicos, tanto como la seguridad de los niños y los hombres. Hacemos un llamamiento para la protección y la aplicación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre la mujer, la paz y la seguridad e instamos a los defensores de derechos humanos para proteger a nuestra comunidad de la maquinaria de opresión israelí. Se les debe permitir a nuestros hijos llegar a sus escuelas en paz y nuestros padres y ancianos deben ser capaces de llegar a sus lugares de trabajo, a las instituciones de salud y a los servicios de bienestar con seguridad. Demandamos caminar por las calles sin temor a los ataques de los aparatos de seguridad de Israel y sus colonos armados.

Hacemos un llamado para la protección de las mujeres y las niñas, que son particularmente vulnerables a las diversas formas de violencia estatal y las masivas atrocidades que cometen. El estrangulamiento económico y la dependencia de los palestinos impuestos por la potencia colonial israelí atrapan aún más la vida de los palestinos. La feminización de la pobreza y el estrangulamiento económico de los palestinos en Jerusalén Oriental ocupada esclavizan a los palestinos. La feminización de la esclavitud en la colonia es evidente al ver a las mujeres palestinas convertidas en trabajadoras domésticas humilladas, controladas y oprimidas por las entidades públicas y privadas israelíes.

Entendemos que el derecho humanitario intenta desafiar la inhumanidad inherente de las guerras y la criminalidad colonial exigiendo la presencia de actores internacionales para proteger a los civiles. El derecho internacional humanitario sugiere límites morales del ejercicio del poder en las situaciones de violencia de masas. El o bjetivo principal del derecho humanitario internacional es proteger y ayudar a las víctimas de la violencia.

Nosotras, las mujeres de Jerusalén Oriental ocupada, estamos políticamente huérfanas. Somos víctimas sin protección, ya que la Autoridad Palestina no tiene derecho a protegernos en nuestra ciudad, y el Estado de Israel nos trata como terroristas que deben ser humillados, atacados, violados, y controlados. 

Las tácticas estatales de guerrilla utilizadas en la Jerusalén oriental ocupada, ya sean los ataques contra los palestinos en las calles, azotando a jóvenes y viejos, los ataques a los niños que van a la escuela, la invasión de colonos violentos a nuestros vecindarios y hogares, el control de nuestra vida, el agua, los teléfonos celulares, internet, la movilidad, la salud, la economía, y la accesibilidad a otros recursos, nos han colocado en jaulas humanas de aislamiento, sujetos por las leyes y la teología israelíes de seguridad, sin poder saber qué esperar y qué que vendrá después.

Teniendo que soportar todas las dificultades arriba descritas, que han ido en escalada por las resoluciones del gabinete israelí y por otra parte ignorados debido a la amnesia global, estamos pidiendo protección y acciones urgentes para prevenir futuras agonías, desarraigos, demonización y sufrimiento.

Coalición de Mujeres Jerosolimitanas / Al-tajamo 'Al-nasawiy Almaqdasy.

La Coalición incluye a un grupo de mujeres de organizaciones no gubernamentales y a feministas jerosolimitanas de todos los segmentos de la sociedad.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=205107

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