EL TELEGRAFO – El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, expresó su “conmoción” por la revelación de la revista italiana L’Espresso de que el Gobierno británico habría impedido que fuera interrogado por las autoridades suecas en la embajada ecuatoriana, donde se refugia.
Gracias a la ley británica de Libertad de Información, L’Espresso obtuvo unos correos electrónicos entre la fiscalía británica y la sueca en los que la primera parece aconsejar a la segunda que “no sería prudente” interrogar a Assange por temor a sufrir un descrédito.
“Cualquier intento de entrevistarle estrictamente al amparo de la legislación sueca estaría sin duda plagado de problemas”, asegura la Fiscalía británica en un correo fechado el 25 de enero de 2011.
En otra comunicación originada el 13 de enero de 2011 se lee que “por favor, no piensen que el caso se está tratando como cualquier otra petición de extradición”.
Assange consideró que “esto es increíble. Me he pasado la mañana hablando con mis abogados y están tan conmocionados como yo”.
El 19 de junio de 2012, tras perder un proceso legal en Reino Unido, Assange se refugió en la embajada en Londres de Ecuador -que después le concedió asilo político- para evitar ser extraditado a Suecia, que le reclama para interrogarle por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010, de los que no ha sido acusado.
La semana pasada Ecuador denunció que Reino Unido rechazó un salvoconducto para que Assange salga momentáneamente de su embajada en Londres en busca de asistencia médica especializada.
“El gobierno británico no está ofreciendo las facilidades para esto”, aseveró el canciller Ricardo Patiño, quien apuntó que la petición del salvoconducto humanitario obedece a que el australiano sufre desde hace tres meses de dolores persistentes en su hombro derecho. Actualmente Ecuador y Suecia negocian un acuerdo de cooperación judicial.