El 20 de octubre se cumplieron cuatro años del asesinato de Muamar al Gadafi y con él la caída del sistema político de la Yamahiriya en Libia.
En este sistema político, que llevó al país africano tras la revolución de 1969 de ser de uno de los más pobres de África a tener el mayor nivel de vida, había algunas cosas que merecen ser relatadas, y lo hacía yo ya hace un tiempo en un artículo en el que además comparaba ciertos asuntos respecto a lo que hay en España:
En Libia había algunas cosas llamativas, la educación, incluida la universitaria, era gratuita, esto no pasa en España, donde hay que pagar mucho por la educación superior, que será solo accesible a las clases altas, y se cuida cada vez menos la enseñanza pública. Por cierto, la electricidad era prácticamente gratuita y los préstamos se hacían sin interés, 1 también "parecido" a lo que sucede aquí, donde la factura de la luz es un fraude y un robo, 2 y de los préstamos bancarios qué decir, ¿no? Piensen un poco en estas cosas.
Continuamos, en esa Libia no había personas desamparadas sin hogar, todos tenían una casa donde vivir, no había gente durmiendo a la intemperie.
También parecido a aquí, ¿verdad? Más, los recién casados recibían 50.000 dólares para comenzar su nueva vida.
Aquellos que deseaban dedicarse al trabajo en el campo tenían tierra, ganado, semillas y maquinaria que le aportaba el gobierno sin cobrarles, ¿se imaginan esto aquí?, vamos ni en el mayor de los sueños. Cuando alguien no encontraba empleo recibía un salario, un salario equivalente al medio de su sector o profesión.
Ya ni les pregunto qué les parece esto, porque alguno no saldrá de su incredulidad. Vuelvan a imaginar eso en España, les va a hacer falta mucha imaginación.
Podría citarles otras muchas ayudas más, como el que los libios recibían el beneficio que tenía el país por sus recursos energéticos, porque ellos eran también propietarios de sus reservas energéticas.
Similar también a lo que sucede en este Reino que nos ha tocado sufrir, donde los españoles son marginados completamente de los beneficios de la riqueza de su país. 1
Si les digo que en Libia en 1969, tras la revuelta popular que acabó con la dictadura colonial del Rey Idris I, se estableció un sistema donde la opinión de la gente tenía peso e importancia a través de los comités y congresos que se establecían en cada lugar, no en una capital lejana alejados de la influencia popular, como sucede en Europa y Estados Unidos, tampoco puede que lo hayan oído.
Igual esto que les cuento les suena escandaloso, igual les suena a chino, pero a mí me suena a democracia, a lo que básicamente debía hacer una democracia, esto es: escuchar a sus ciudadanos, que los ciudadanos no solo sean escuchados, sino que tomen parte en las decisiones directamente y que también se beneficien de la riqueza de su país, repartiendo los beneficios.
No voy a decir que Libia fuese una democracia perfecta, porque no lo era, pero era en cierta forma algo que se parecía a lo que puede llamarse democracia. Libia al mismo tiempo hizo cosas importantes en el exterior, especialmente en África, que les recomiendo ver en este enlace, Muamar Gadafi, luces y sombras.
El Estado nación de Libia fue dividido entre varias pequeñas comunidades que eran esencialmente “mini Estados autónomos”. Estos Estados autónomos ejercían el control sobre sus distritos y podían decidir sobre toda una gama de asuntos, entre otros, cómo repartir los beneficios del petróleo y los fondos presupuestarios.
Entre estos Estados semiautónomos, los tres principales órganos de la democracia Libia eran los Comités locales, los Congresos del Pueblo y los Comités Ejecutivos Revolucionarios. 3
Todos los libios podían tomar parte en las reuniones de los comités locales y a veces se criticaba al Coronel Gaddafi. De hecho, en muchas ocasiones se rechazaban sus propuestas con el voto popular y quedaba aprobada la contraria como propuesta legislativa.
...en 2009, el Coronel Gaddafi presentó una propuesta que esencialmente trataba de abolir el gobierno central completamente y dar todo el dinero procedente del petróleo directamente a cada familia. Los Congresos Populares también rechazaron esta idea.
El común de los libios tomaba decisiones relacionadas con política exterior, Doméstica y Económica por sí mismos. 3
De: Una comparativa entre la democracia en España y la democracia en Libia durante la época de Gadafi.
Tras la guerra colonial disfrazada de "guerra humanitaria", a cargo de la mayores potencias bélicas mundiales contra un país con poco más de seis millones de personas y escaso ejército, y llevando a cabo en torno a 10.000 salidas de sus bombarderos, matando a miles de civiles y destruyendo la infraestructura del país (pese a que algún cantamañanas de apellido Alba dijese que la OTAN había bombardeado poco) , ahora reina el caos y la violencia realmente sectaria y mercenaria. 4 Se destruyó el estado y se destruyó a la sociedad, el objetivo realmente buscado.
Sin embargo, medios "alternativos" y "progresistas", como Democracy Now!, nos querían hacer creer que tras este asesinato había una celebración en Libia y que se entraba en una nueva etapa de libertad merced a la labor de los rebeldes. 5 Rebeldes mostrados y escenificados como revolucionarios, pero que no eran ni son otra cosa que mercenarios sanguinarios.
No fue este ni mucho menos el único apoyo que tuvieron los miembros de Al Qaeda, vemos a Ignacio Ramonet haciendo apología de ellos y pidiendo nuestro solidaridad:
Los insurgentes libios merecen la ayuda de todos los demócratas. 6
Para violar mujeres y degollar a personas no se debe pedir ayuda, habría que recordarle a Ramonet. Podríamos seguir contando muchos casos más de este estilo, no obstante les voy a remitir a estos dos artículos: El papel de los progresistas occidentales en la recolonización de África: Parte I y Parte II.
La celebración de la muerte del líder libio fue muy notoria en los medios de comunicación. Recordemos las portadas de diferentes periódicos anglosajones, desde "progresistas" a no progresistas, no distinguiéndose unos de otros y mostrando su rostro real, el del servicio a los intereses económicos de las corporaciones y el del no servicio a los derechos humanos.
Medios conservadores como The Daily Telegraph o The Sun y medios "progresistas" como The Guardian o The Independent celebrando el linchamiento y asesinato de un anciano calificado como dictador y tirano por ellos, aunque curiosamente no por los libios, que son los que estaban autorizados para calificarlo.
Los medios de comunicación occidentales, reflejo de la catadura de sus dirigentes, se saltaban todos los códigos deontológicos y morales, y celebraban este linchamiento y muerte de una persona indefensa, acorralada y no sometida a juicio; juicio que en todo caso no correspondía a ellos sino a la gente de Libia y esta no coincidía en absoluto con este punto de vista, pues Gadafi gozaba de gran apoyo en su país. 7 Tanto si nos gusta a nosotros como si no.
Este modo de actuar de quienes en teoría debían ser los garantes del rigor y de la promoción de la ética, extendido al resto de la población que hacía gracias y chistes sobre este cruel asesinato, no da una imagen nada buena de nuestra sociedad actual.
En realidad, si comparamos incluso una sociedad dominada por el fascismo, como la italiana del principios del siglo XX, con la nuestra, vemos que entonces había una mayor respeto, aunque fuese solo en apariencia, por los principios y procedimientos legales.
Entonces los fascistas italianos acabaron con otro líder libio, Omar Al-Mukhtar, pero llevaron a cabo un juicio, un simulacro de juicio; lo que demuestra que la sociedad en la que vivían, a pesar de estar sometida al fascismo, no hubiese admitido una muerte, un asesinato, sin un juicio previo.
Esto nos debe hacer pensar y reflexionar sobre a qué estado de degradación ha llegado nuestro mundo actual de occidente, tan carente de principios morales como de principios legales.
La siguiente reflexión debe tenerse en cuenta por la deriva muy peligrosa en la que estamos y porque organizaciones políticas de izquierda, que supuestamente miran por la fraternidad mundial, brillan por su ausencia:
Que Mussolini –uno de los exponentes del fascismo más brutal y expansionista de la historia– se guardara bien de garantizar unas mínimas formas de “derecho” para el asesinato de Omar Al-Mukhtar [líder libio anticolonial] a diferencia de las potencias fascistas de la OTAN [en relación al asesinato de otro líder anticolonial, Muamar al Gadafi], nos muestra con claridad dos cosas: la primera, que hace ochenta años existía una fuerte conciencia anticolonialista –en gran medida de raíz comunista– con una notable influencia entre la opinión pública occidental; y la segunda, que el imperialismo ha entrado en una fase de militarización, guerras y represión en todos los ámbitos y que las formas democráticas o de derechos cívicos que la burguesía occidental había tolerado hasta el momento en Europa y Estados Unidos, van a ser cada vez más pisoteadas impunemente o acabarán suprimiéndose. 8
Cuando este luctuoso suceso presente ocurría en Libia escuchaba las quejas de una maestra de escuela que decía que si esta barbarie se muestra en la televisión, radio, prensa e internet con total naturalidad y justificación, cómo iba ella a hablar a sus alumnos del respeto a los demás y del principio de la no violencia, ¿cómo?
Para entender el grado de aberración ante el que estamos será bueno que atendamos también a la comparativa que nos muestra el brillante pensador italiano Domenico Losurdo. Habla él de los linchamientos públicos a las personas de color en los Estados Unidos y del linchamiento público de Gadafi.
Él nos dice que a estas personas se las acusaba las más de las veces de forma injusta, sin prueba alguna, pero su mal no terminaba ahí, ya que seguidamente eran sometidas a una campaña de desprestigio y demonización, como lo fue Gadafi. Condenado ya de antemano, se pasaba a la segunda fase, a anunciar dónde, cuándo y cómo sería la ejecución; aquí el caso de Libia es similar, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, llegaba justo antes de lo que ya estaba preparado hacer y disfrutaba y se reía con esta trágica muerte. 9, 10 Al suplicio, como lo expone Losurdo, acudía una cantidad ingente de blancos, incluso a los niños se les daba fiesta en la escuela. La ejecución no solo era una ejecución, porque además había humillación y tortura, se le castraba o se le amputaban miembros al reo de muerte.
Después, se exponía el cuerpo como mensaje de castigo y de más humillación. Con el líder libio también hicieron algo parecido.
Losurdo lo indica hablando de la sociedad del espectáculo y de las dos funciones: la primera, la demonización y deshumanización de la víctima, la segunda, el suplicio, humillación y regocijo de los que disfrutan con este lamentable espectáculo.
El público disfrutaba y se divertía: la segunda función de la sociedad del espectáculo era capaz de reducir a entretenimiento incluso una violencia tan repugnante como esta.
Así es como la destrucción de una país entero, de sus infraestructuras civiles, la muerte de decenas de miles de libios, todo se convertía en un espectáculo al que asistían millones y millones de personas, que observaban plácidamente las imágenes entre bocado y bocado del desayuno, la comida o la cena.
El paso de la primera función de la sociedad del espectáculo hacía que el linchamiento de Gadafi fuera en sí mismo un espectáculo y no suscitará reacción de desagrado. 11
Remata Losurdo con una sentencia que define claramente a los agresores y asesinos:
Sin embargo, a pesar de todo esto y de la situación catastrófica en que se encuentra hoy Libia, altos representantes de la OTAN se declaran orgullosos de su misión cumplida; lo cual nos remite al orgullo que en su día ostentaban los jefes del Ku Klux Klan. 11
Ahora reflexionen sobre esta sociedad del deleznable espectáculo en la que vivimos, reflexionen, pues tienen donde reflexionar.
PS:
Sobre cómo se produjo el ataque a Libia y la destrucción de esta: Libia: cuando empezaron sus problemas y Al Qaeda se hizo con el poder gracias al apoyo occidental
Notas:
1. Sixteen things Libya will never see again. Disinfo.com. Global Research. 25.10.2011.
2. Antonio Moreno Alfaro. La estafa en los contadores de la luz. Enlace
3. Garikai Chengu. Gaddafi's Libya Was Africa 's Most Prosperous Democracy.Counter Currents.org, 12.1.2013. Hay traducción al castellano: Enlace
4. Dan Glazebrook. The lessons of Libya. Black Agenda Report. 12.03.2014.
5. Gaddafi death´s sparks celebrations, calls for probe, as Libyans begin new era free of regime. Democracy Now. 21.10.2011.
6. Ignacio Ramonet. Libia, lo justo y lo injusto. Attac. 4.04.2011.7. Libyan majority in support of Gadafi. Press TV. 22.10.2015.
8. La izquierda otanista y colonialista, cómplice intelectual y moral del asesinato de Gadafi y del pueblo libio. Intersindical de Aragón. Enlace
9. Maximiliam Forte. Slouching towards Sirte. NATO´s war on Libya and Africa. Baraka books, 2012, p.119.
10. Sociopath Hillary Clinton Laughs At News Of Gaddafi Death. http://www.sodahead.com/united-states/sociopath-hillary-clinton-laughs-at-news-of-gaddafi-death/question-2236375/
11. Domenico Losurdo. La izquierda ausente. El Viejo Topo, pp. 123-125.
Publicado por Mikel Itulain e