Pablo Gonzalez

La “aliada” Arabia Saudí confirma que decapitará y crucificará a un joven opositor de 20 años


No pasa nada, no es cubano ni venezolano y además, para colmo, no está demostrado que haya apoyado/impulsado la violencia terrorista para desestabilizar a un gobierno legítima y democráticamente constituído. Por tanto, no merece la solidaridad y apoyo de nuestros “demócratas de cabecera”. Inda no lo llevará a las tertulias en un folio, ni el […]

No pasa nada, no es cubano ni venezolano y además, para colmo, no está demostrado que haya apoyado/impulsado la violencia terrorista para desestabilizar a un gobierno legítima y democráticamente constituído. Por tanto, no merece la solidaridad y apoyo de nuestros “demócratas de cabecera”. 

Inda no lo llevará a las tertulias en un folio, ni el parlamento europeo votará una resolución de condena. No será tema de campaña para el PPSOE, ni Felipe González hará de “abogado defensor” de él, nadie preguntará a los dirigentes de PP y PSOE por qué firman acuerdos comerciales y de apoyo mutuo con Arabia Saudí, ni se pondrá en duda el carácter inmoral de las relaciones amistosas entre la familia real española y la saudí. Son aliados, son “amigos”, no hay problema.

Circulen, circulen, aquí no hay nada que ver…

NOTICIA:

Un tribunal de Arabia Saudí ha rechazado la apelación final de un joven de 20 años que había sido condenado el año pasado a morir decapitado. Posteriormente su cuerpo será atado a una cruz, donde quedará hasta que se pudra.

Ali Mohammed Al-Nimr fue detenido hace tres años por participar en protestas contra el gobierno. Se le acusó de participar en manifestaciones ilegales, de posesión ilícita de armas de fuego y de tirar cócteles molotov a las patrullas de seguridad.

En un primer momento, Ali fue retenido en un centro de menores. Según informes citados por el periódico Middle East Monitor, fue torturado y obligado a firmar bajo coacción una confesión falsa. Se le juzgó sin garantías legales y fue condenado a muerte el 27 de mayo de 2014.
Un calvario de torturas

Según Maya Foa, activista de derechos humanos de la ONG Reprieve, “nadie debería tener que pasar el calvario de torturas y confesiones forzadas que ha sufrido Ali”. Foa denunció que el proceso judicial estuvo plagado de vicios, que ha terminado en una condena.

“Pero lo que es peor es que Ali era un niño vulnerable cuando fue detenido y comenzó este calvario”, añadió Foa. La activista de Reprieve afirma que tras su condena se esconde la aversión de las autoridades saudíes hacia el tío del joven, que también participó en las protestas contra el gobierno. “Este proceso viola el derecho internacional y las normas más elemantales de la decencia: debe deternerse”, concluyó.

Según informa el periódico digital estadounidense International Business Times, Ali es el sobrino del clérigo chiíta y activista Sheikh Mimr Baqr al-Nimr, que fue encarcelado y condenado a muerte por sus discursos contra la dinastía saudí.

 Le acusaron de terrorismo y “hacer la guerra a Dios” por sus discursos durante las protestas contra el gobierno en la ciudad de Qatif, al oeste de la península arábiga. Las manifestaciones fueron violentamente reprimidas en tiempos de la Primavera Árabe.
Récord de ejecuciones

Varias personas, entre las que se incluyen menores de edad, fueron condenadas a muerte por su participación en las protestas.

A pesar de la condena de toda la comunidad internacional, el gobierno saudí sigue ejecutando a sus prisioneros. 

El 6 de mayo, se produjo la ejecución número 79. A estas alturas del año está cerca de superar la cifra del año pasado, 87.

Según Amnistía Internacional, Arabia Saudí es uno de los países que más condena a muerte. Sólo le superan China e Irán. Habitualmente, aplica la pena a delincuente comunes. Hacía décadas que no ejecutaba a un preso político.

Para firmar contra la ejecución de Ali, la ONG Reprieve ha habilitado esta página (ver aquí).

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