Según Geoff Rochwarger, director ejecutivo de Afek, el nuevo sionismo pasa por la independencia energética.
La empresa de exploración de petróleo y gas Afek casi ha completado su segundo exámen de perforación en los Altos del Golán, el territorio de Siria que Israel ocupa militarmente desde 1967 y que ha anexado en violación del derecho internacional.
La prueba forma parte de un programa de tres años de duración para comprobar si los hidrocarburos de la zona pueden proporcionar petróleo o gas para Israel.
Israel carece de combustibles y sus problemas energéticos internos podrían paliarse provisionalmente si el gobierno avanza en los acuerdos relacionados con los campos de gas de Leviatán y Tamar en el Mar Mediterráneo.
Además, Israel está aprovechando el caos reinante en Siria para buscar recursos que extraer de los Altos del Golán ocupados.
Israel depende en gran medida de las importaciones para satisfacer su consumo de energía, y habida cuenta de la crisis permanente que mantiene con sus vecinos, sus necesidades de recursos energéticos se impone a la naturaleza de la ocupación en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en los Altos del Golán.
Aprovechando el caos en el gobierno sirio, las autoridades israelíes han dado el visto bueno a Afek, filial de Genie Oil & Gas, para que lleve a cabo la perforación de 10 pozos en los Altos del Golán ocupados con el fin de buscar combustibles fósiles.
Según Howard Jonas, presidente y director ejecutivo de Genie Energy Limited, la empresa matriz de Genie Oil & Gas, el equipo de expertos de la empresa cree que lo que hay en el subsuelo de los Altos del Golán podría hacer que Israel fuese energéticamente independiente y “contribuir a la diversificación del suministro de energía en el mundo libre lejos de la paralizante dependencia de fuentes hostiles” (véase el informe anual de Genie Energy de 2014).
“Matarlos a todos”
Genie Oil & Gas cuenta con algunos inversionistas y asesores de alto perfil: el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, el gerente de fondos inversores estadounidense Michael Steinhardt y el banquero inversor británico Jacob Rothschild son todos ellos miembros del Consejo Asesor Estratégicode la compañía.
Murdoch declaró en 2013 que “Israel es el mejor aliado de la democracia en una región plagada de disturbios y radicalismo”. Una declaración sin duda audaz tratándose de que invierte en una empresa que vulnera los principios básicos del derecho internacional.
El presidente de Genie Israel, Effie Eitam, que vive en el asentamiento de Nov, en los Altos del Golán, es ex comandante militar y miembro del Partido Nacional Religioso. En una ocasión se refirió a los ciudadanos palestinos de Israel como una “bomba de relojería”, que causa “cáncer” a Israel. También declaró en The New Yorker en 2004, que los palestinos eran “criaturas que salieron de las profundidades de las cavernas”, y agregó que “vamos a tener que matarlos a todos”. Después matizó: “Yo sé que no es muy diplomático. No me refiero a todos los palestinos sino a los que tienen al diablo en la cabeza”.
Afek afirma en su web que los Altos del Golán sirio bajo ocupación forman parte del “Estado de Israel”. La empresa obtuvo la concesión de una licencia de exploración de petróleo del comité de planificación y desarrollo de la región norte, en violación directa del derecho internacional, pues ignora por completo el anexo de la Cuarta Convención de Ginebra en lo referido a los territorios ocupados.
En febrero, una subsidiaria Afek comenzó la perforación exploratoria en un primer pozo a una profundidad de mil metros. Las muestras extraídas están siendo analizadas y la perforación continúa. En el caso de que la empresa encuentre petróleo, solicitará las licencias necesarias para comenzar la fase de producción.
Esto comporta graves violaciones del derecho internacional, y añade serias preocupaciones medioambientales. En primer lugar, el tipo de petróleo que se espera hallar en la zona puede que no esté en forma líquida y que requiera fracking –un proceso que implica inyectar grandes cantidades de agua, muy escasa, y productos químicos tóxicos en el suelo para que los hidrocarburos emerjan a la superficie.
Tanto si se trata de petróleo convencional o de esquisto, el fracking o perforación puede dar lugar a que se produzcan filtraciones de petróleo en las aguas subterráneas, a la contaminación del lago Tiberíades –el Mar de la Galilea bíblica– y a que los suministros locales de agua potable se vuelvan no aptos para el consumo, además de destruir los ecosistemas para las generaciones venideras.
El saqueo de los recursos de Siria
La meseta del Golán fue ocupada por Israel durante la guerra de 1967. La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU y otras resoluciones han reclamado desde entonces la retirada israelí de los territorios ocupados además de condenar las acciones ejecutadas por Israel allí.
Algunas de esas acciones son: la anexión y la imposición de la legislación israelí en 1981, una acción que el Consejo de Seguridad de la ONU declaró “nula y sin validez”. Asimismo Israel ha transferido su propia población a la zona con el fin de colonizarla y utilizar los recursos del territorio en sus propios intereses económicos.
Los recursos de las fértiles tierras y aguas del Golán han constituido un interés estratégico para Israel; ahora su potencial energético puede proporcionarle enormes recompensas financieras.
A pesar de las críticas internacionales, las políticas intrínsecamente discriminatorias y explotadoras de Israel dentro del Golán siguen sin recibir ninguna penalización. Los ministros israelíes han expresado su deseo de capitalizar la desestabilización de Siria como excusa para cimentar la retención ilegal israelí del territorio.
Mientras Israel sigue explotando los recursos naturales de los territorios que ocupa, la comunidad internacional sigue sin hacer nada para hacer cumplir sus decisiones, como es el caso de la ocupación de las márgenes del Golán que se prolonga desde hace ya 50 años.
El gobierno sirio había planificado la construcción de un gasoducto a lo largo de Oriente Próximo por Líbano y hasta el Mediterráneo para los mercados europeos. Ya había firmado acuerdos con Irán e Iraq para este fin.
Dado que las reservas de petróleo de Siria están en declive y que el país está en el caos, el gobierno no tiene capacidad para hacer frente a la actual explotación israelí. Lo más probable, por tanto, es que Israel tenga vía libre para saquear el petróleo sirio del Golán con el respaldo por Occidente.
Paul Fallon, escritor, es investigador de Al-Marsad, organización de derechos humanos en los Altos del Golán ocupados.