El ministro de Economía del Reino Unido, George Osborne, ratificó la intención gubernamental de recortar la inversión social, decisión que ocasionó que más de 250.000 británicos protestaran el sábado en Londres, la capital.
El titular confirmó que se realizarán los recortes anunciados y desmintió así rumores de que estos disminuirían, reportó Prensa Latina.
Dijo que esta política de austeridad incluirá grandes recortes para las personas en edad laboral, como parte de un plan que pretende contrarrestar “la dañina cultura de depender de los beneficios sociales”.
La protesta de ayer comenzó en el distrito financiero, ante el Banco de Inglaterra, y, tras recorrer el centro de la capital británica y la residencia del premier, Downing Street, y concluyó frente al Parlamento de Westminster.
Estos nuevos recortes están previstos en 30.000 millones de libras (42.000 millones de euros) para los próximos dos años, a fin de reducir el déficit publico en 2018.
El nuevo presupuesto con los recortes incluidos será presentado a principios de julio. Del total del recorte, 12.000 millones (16.700 millones de euros) pertenecen al presupuesto de ayudas sociales.
Según el Ejecutivo de David Cameron son una medida fundamental para cumplir la meta de reducir el déficit fiscal de los últimos años.
AVN