Un rabino fue condenado a cadena perpetua
Nueva York.- Cuarenta y cinco judíos jasídicos han sido condenados por ataques sexuales, abusos y agresiones contra niños de la comunidad israelí de Nueva York, principalmente de Brooklyn, según informó la Fiscalía de esta ciudad.
El Fiscal del Distrito de Brooklyn, Charles Haynes , ha ventilado algunos de los casos que se mantenían ocultos entre los líderes de esa comunidad desde hace cuatro años, entre los que destacan algunos que han ameritado cadena perpétua.
“Creemos que este momento es adecuado para dar a conocer los nombres de judíos hasídicos que han sido condenados por abuos sexuales en su comunidad”, dijo el portavoz de la fiscalía, Jerry Scmetterer.
Explicaron que estos casos no se dieron a conocer, para evitar que las víctimas de violaciones y abusos se intimidaran y prefirieran no denunciar.
Son 118 los casos integrados dentro del programa “Kol Tzedek para la Voz de la Justicia Hebrea” y el resultado ha sido el encarcelamiento de 25 depredadores sexuales.
La sentencia más severa fue contra el rabino Nechemya Weberman, quien pasará el resto de su vida en la cárcel por violar a una niña de 12 años, pues decía ser su sicólogo, terapeuta y consejero espiritual.
Pese a la revelación de estas sentencias, el fiscal Haynes se resiste a revelar los nombres de los judíos implicados en el secuestro y violación de una niña de apenas cuatro de años de edad, el abuso contra dos niños en una sinagoga o la violación de otros tres niños de 13, 14 y 15 años por parte de un rabino de 33, entre otros muchos.
De las sentencias condenatorias, 33 fueron por delitos graves, 13 por faltas, 10 por violaciones y la única mujer condenada por abuso sexual a un hijo fue condenada a 31 años y medio en la cárcel.
Pero las víctimas no solo deben enfrentar los abusos, sino el repudio de sus sectas, pues estas los presionan para que no denuncien y de hecho 17 casos dueron desestimados o desechados por que las víctimas, al final, no quisieron declarar.
También se sabe que el rabino Weberman intentó sobornar a los afectados y sus parientes, sin éxito en algunos casos.
Foto: Especial