Jack Devine |
Fuente. Mastrolilli, Paolo: “Italia 1948: fu la CIA a fermare il PCI”, en La Stampa, 30-6-2014. Consultado on line con vigencia 15-11-2014.
Se trata de las declaraciones de Jack Devine recogidas por el periodista de La Stampa Paolo Mastrolilli, en el contexto de la presentación del último libro (Good Hunting) del ex-agente de la CIA.
Traducción del italiano para esta entrada del blog del viejo topo: Manuel García.
El ex jefe de estación en Roma Jack Devine, revela cómo la agencia ha cambiado la historia de Italia
"Sin la CIA, el Partido Comunista, en el que los soviéticos tenían grandes intereses, seguramente habría ganado las elecciones de 1948".
Después de la votación, la financiación y la ayuda de los servicios secretos de Estados Unidos a los grupos 'democráticos' continuó durante varios años, y Gladio fue creada por la "Compañía", para dejar claro que "los Estados Unidos estaban decididos en apoyar a Italia y darles los medios para defenderse".
No son rumores, sino hechos que el ex jefe de la estación de la CIA en Roma, Jack Devine, con conocimiento directo revela en su nuevo libro Buena Caza (Good Hunting).
Devine también habló del encuentro con Juan Pablo II y explica cómo Roma fue el centro de la lucha contra Moscú.
Devine ha sido un pilar de los servicios americanos, que participaron en todas las grandes operaciones del siglo pasado, de Irán a Chile.
En 1988 fue nombrado jefe de la oficina de Roma, y por las informaciones de los años precedentes se ha aprovechado de los datos recibidos de otro mito de la "Compañía", el embajador de Montgomery, que ha trabajado mucho en Italia.
El presidente Truman había ordenado a la Agencia librar una guerra secreta contra la URSS, y nuestro país "fue el primer campo de batalla político".
Para contrarrestar la influencia del PCI, Truman había "autorizado a la CIA a dar dinero, a través de periódicos, revistas, radio, manifiestos, volantes y organizaciones políticas para derrotarle [al PCI] en las elecciones".
Sin esta intervención, de acuerdo con Montgomery [N.T. Montgomery: ex-embajador en Italia y ex-miembro de la CIA], "el Partido Comunista seguramente habría ganado."
Devine añadió que "con el tiempo, los partidos democráticos se convirtieron en lo suficientemente fuertes como para poder competir, y que ya no necesitaron el apoyo y la financiación clandestina de la Agencia".
Esto significa que la ayuda había continuado incluso después de 1948, y el modelo italiano tuvo tal éxito que se aplicó en otros países, como Chile.
[Nota del blog. A partir de aquí, se hace referencia a episodios posteriores a las elecciones del 48]
Jack estaba en Roma cuando estalló el caso Gladio, y al admitir el papel jugado por la CIA recurre a Montgomery, que explica las operaciones como un apoyo material a la resistencia contra la URSS, y también una garantía de la lealtad americana a Roma:
"Así sabían que los EE.UU. apoyaban seriamente a Italia, dándoles los medios para defenderse. Gladio fue un factor importante para la estabilidad en Italia y en toda la región".
Luego se cambió y había llegado a las sospechas de participación en los terribles sucesos tales como la masacre de Bolonia. Pero por entonces, "la Agencia había perdido el interés en Gladio".
Cuando llegó a Italia, la principal tarea de Devine eran los "objetivos duros, incluidos los rusos y sus aliados en el bloque del Este, que tenían una enorme presencia en Roma.
Miles de refugiados judíos llegaron de Rusia, antes de ser enviados a sus destinos finales en Israel o los Estados Unidos.
Muchos de estos refugiados eran ingenieros, científicos y otras personas con una alta formación técnica. Para la inteligencia tenían valor y había que interrogarles".
El oficial que estaba a cargo de espiar a los rusos en Roma era Aldrich Ames, quien luego se convertiría en el más famoso traidor a la "Compañía".
Mientras estaba en Italia, había acumulado una cuenta bancaria en Suiza por más de un millón de dólares, recibidos de Moscú para vender sus colegas.
Su interlocutor era el agente de la KGB Aleksey Khrenkov, que residía en Italia.
Un día se había presentado un alto funcionario de la Europa del Este en la embajada para ofrecer secretos a los EE.UU.
El nombre clave de «Motorboat», y Devine ordenó a Ames someterle a un polígrafo. Durante el interrogatorio, «Motorboat», le contó a Aldrich que alguien de alto nivel de la CIA estaba traicionando a sus compañeros, y pasaba la información a través de su red a la KGB, y que luego la eliminaba.
Ames, por supuesto, inmediatamente informó de la traición de «Motorboat» a los servicios de inteligencia rusos dándoles toda la información que había obtenido.
Los servicios italianos estaban espiando los movimientos de Devine, y un día se enteró que estaba bajo vigilancia.
Al principio no entendía por qué, pero luego descubrió ese día que los agentes italianos iban a tener una entrevista con un importante contacto ruso, y que no querían que él lo supiera.
Jack, de ascendencia irlandesa, había pedido reunirse con el Papa Juan Pablo II, para darle las gracias por el trabajo realizado para la apertura de la Europa del Este. Cuando se volvieron a ver, el Papa le hizo una pregunta embarazosa:
"¿Dónde trabaja usted?".
Para no mentir al pontífice, y no violar su cometido,
Devine respondió que era un empleado del gobierno de Estados Unidos:
"Creo que me he dado cuenta de su sonrisa socarrona en su rostro".
El ex-jefe de también recuerda las reuniones periódicas que tuvo con un político de gran experiencia y muy sabio, al que le gustaba comer pasta con una gran cantidad de chile peperoncino rosso
. A continuación, las visitas con sus colegas italianos a la Agencia de Seguridad Nacional, veinte años antes del escándalo de Snowden.
Y paseos por los jardines de Villa Taverna con el entonces jefe de la policía, quien, cuando se iba a marchar, le invitó a cenar a un restaurante popular, dejando claro entre ellos que no era más que "una demostración de su poder, el cual, sin embargo, nunca había puesto en duda".
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