Pablo Gonzalez

“EEUU va a seguir la guerra cultural e ideológica contra Cuba”


El historiador, ensayista e investigador cubano calificó el decreto de la administración de Barack Obama contra Venezuela como “lo peor que pudieron haber hecho en función de sus aspiraciones” con la Cumbre de Las Américas en Panamá. “Si antes las cumbres se les cubanizaban, esta se les venezolanizará”.

El anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no tomó por sorpresa al historiador cubano Elier Ramírez*. “Ya se veían muchas señales de lo imperioso de que Estados Unidos se replanteara su política hacia Cuba”, apuntó el investigador, autor del libro De la confrontación a los intentos de “normalización”. 

La política de Estados Unidos hacia Cuba, que presentó en el estand de Cuba de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2015).

“Barack Obama, en su segundo mandato, tenía que dar un paso más en la relación con Cuba para ir a la Cumbre de las Américas de este año (Panamá) en un ambiente más relajado, y así poder introducir otros temas en la agenda de los intereses de Estados Unidos”, indicó Ramírez, al tiempo que recordó que en la Cumbre de Las Américas de Cartagena de Indias (Colombia) la región en consenso planteó que no habría otra cumbre sin la isla. “Fue un desastre total en Cartagena de Indias porque Estados Unidos se quedó solo, aislado, con relación a su postura anacrónica hacia Cuba. 

Y bueno, yo pienso que la variable América Latina fue uno de los elementos que más tuvo que ver con el anuncio del 17 de diciembre que hicieron en conjunto los presidentes Raúl Castro y Barack Obama. Yo siempre digo que la primera variable fue la resistencia de Cuba y la sabiduría de su liderazgo histórico, porque sin eso ni siquiera hubiéramos podido tener un apoyo de América Latina.”

De una América Latina distinta con la llegada de Hugo Chávez al poder…

A partir de la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1998, la historia de América Latina tuvo un cambio total de 180 grados, es decir, se puede hablar de una historia de América Latina en un antes de Chávez y en un después de Chávez, y para Cuba también, es decir, cambió en cierta medida la historia. 

Los sueños de la Revolución Cubana, de Fidel Castro en su liderazgo de los años sesenta, era ver lo que está sucediendo hoy en América Latina, esa unidad, esa integración que no fue posible al fracasar la guerrilla en el centro y sur del continente y el Caribe en aquellos años; y logrando Estados Unidos, de alguna manera, éxito en su política de aislamiento hacia Cuba. Presionó una y otra vez a los países de América Latina para que rompieran relaciones diplomáticas, y eso fue así, exceptuando México, el único país que no rompió relaciones con Cuba. 

Ya en los años setenta muchos de estos países, empezando por los del Caribe, comienzan a restablecer las relaciones con Cuba, pero bueno, realmente era algo inimaginable lo que sucedió a partir del 98. Cuando vi por primera vez hablar al presidente Hugo Chávez me ericé y me emocioné mucho porque parecía algo imposible. Estábamos acostumbrados a ver en la región presidentes que eran simples segundones de Estados Unidos.

 Y al escuchar las ideas de Hugo Chávez, su radicalidad, su pensamiento unitario, el cómo rescató todas esas ideas de Simón Bolívar. A partir de ahí ya fue otra historia. Vino Evo Morales (Bolivia), luego Rafael Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua), Néstor Kirchner y la misma Cristina (Argentina), Lula (Brasil).

Y los organismos que ha creado Latinoamérica unida como Alba, Unasur, Celac, Petrocaribe, Telesur, han sido una fuerza para exigir a Estados Unidos respeto a la soberanía de cada país y del bloque latinoamericano y caribeño.

Sin eso, sin esa unidad, no hay libertad posible para nuestros pueblos, eso está más que demostrado. Simón Bolívar lo vio con mucha claridad, pero estaba quizás dos siglos por delante de su momento histórico. En aquel momento Estados Unidos no era lo que conocemos hoy, estaba prácticamente naciendo. 

A finales del siglo XIX es una potencia naciente y comienza a disputar ese poderío de América Latina. Bolívar veía con mucha claridad los peligros que se vislumbraban desde el norte, y es por eso que dice en 1829 “los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar a América de miseria en nombre de la libertad”, y en muchas ocasiones también criticó la política de Washington, que declaró una neutralidad favorable a España y se opuso a la independencia de los pueblos hispanoamericanos. 

No existía la CIA en ese momento, pero Estados Unidos tenía un aparato de inteligencia montado, con los mismos representantes diplomáticos, en los países recién liberados por Bolívar. Todos estos diplomáticos estuvieron detrás de la conspiración para desarticular la Gran Colombia, que fue la única materialización de Bolívar en cuanto a integración. Sus ambiciones eran mucho más grandes, eran en ese momento gigantescas, pero lo que logró él fue eso. 

Están los documentos que muestran cómo estos representantes estuvieron conspirando contra Bolívar, porque le tenían mucho miedo a sus planes, porque se dieron cuenta de que podía interponerse a sus ambiciones de expansión. Y otra cosa, le tenían temor a Bolívar porque veían en él, quizás, el principal peligro para su hegemonía sobre la región.

 Los planes de Bolívar de integración los rescata el presidente Hugo Chávez en el presente y eso es lo que ha permitido que toda América Latina ahora sí pueda pararse frente a Estados Unidos, porque no hay otra manera, divididos no podemos resistir la hegemonía, el intervencionismo norteamericano. Solo unidos podemos ser realmente libres, solo unidos podemos materializar nuestros sueños. El hecho de que Estados Unidos se haya sentado con Cuba en igualdad de condiciones responde a la resistencia de su pueblo, al heroísmo del cubano, pero sobre todas las cosas, porque sabe que detrás de Cuba hay toda una región. Cuando Estados Unidos está haciendo política hacia Cuba, hace política a toda la región también.

Restablecemos las relaciones con Cuba por un lado, pero por el otro amenazamos a Venezuela. ¿Por qué hacer las paces con un país y terminar de destrozarlas con otro? ¿no es incoherente?

Ahí no hay ningún tipo de incoherencia. Yo veo la estrategia norteamericana a partir de las declaraciones de Barack Obama y de John Kerry, de los principales líderes de esa nación, y de algunos documentos que se han publicado. Hay un diseño malévolo detrás de esas posturas. La idea es quitarse la distracción cubana que se les ha convertido en un punto crítico a la hora de hacer política en la región. La idea es concentrarse, por encima de todo, en convertir a Venezuela en la punta del iceberg de su política agresiva, porque saben que Venezuela tiene un valor geopolítico y geoeconómico muy alto, es decir, es como el corazón, están atacando directamente el corazón de la integración latinoamericana.

 Fidel en el 59 decía, tomando también esos ideales de Bolívar, que Venezuela estaba destinada a ser el alma, -estoy parafraseando- el centro de la integración de América Latina y el Caribe, y a partir de Chávez eso empezó a materializarse. La idea es destruir la Revolución Bolivariana porque quitándose de arriba a Venezuela irían poco a poco cayéndose los procesos revolucionarios de América Latina, y Cuba volvería a quedarse sola, y no tendría más alternativa que caer dócilmente ante los pies de Estados Unidos. Es un plan macabro, pero bueno, estamos acostumbrados a ver esos planes macabros. Unos pensarán que soy tremendista, que es un análisis tremendista, de confrontación, pero es que la historia misma te demuestra que ellos actúan de esa manera.

Estados Unidos ha perdido en estos últimos años su influencia en América Latina, mientras que China y Rusia han incrementado su presencia en la región. ¿Esta es una estrategia de Washington para volver a doblegar a Latinoamérica?

Exacto. Ellos están en una etapa que podemos llamar de sobredimensionamiento imperial, es decir, que tienen más desafíos de los que ellos como imperio pueden enfrentar. Se les ha ido de las manos el mundo. Ellos son la potencia líder del sistema capitalista y de alguna manera lograron tener, después del derrumbe socialista, el control hegemónico de buena parte del mundo, pero el mundo prácticamente está en rebeldía total contra esa hegemonía norteamericana. Todo ese tema que tiene que ver con la geopolítica ellos lo están valorando mucho, y necesitan replegarse a lo que ellos consideran su patio seguro, reconquistar Latinoamérica. Reconstruir esa hegemonía.

¿Y podrán?

Yo creo que es imposible, pero todo depende por supuesto de lo que vamos a hacer nosotros, es decir, cada uno de los pueblos de Latinoamérica para responder a esta intención de recolonizar de nuevo a América Latina que se les ha ido de las manos, sobre todo en la etapa de George W. Bush, donde se enfocaron en el Medio Oriente. Ahora no tenemos solo la unidad de la región, sino que Rusia y China están apoyando mucho los procesos de América Latina. 

El gobierno de Estados Unidos tiene que ser cada día más creativo, más sutil, y es por eso que con Cuba están aplicando esta estrategia, que es más inteligente, más edulcorada para tratar de destruir a la Revolución Cubana por otra vía, ya que no pudieron en más de 50 años por la clásica, la de la agresión. Lo ha dicho el propio Obama, esto no cambia sus objetivos con Cuba, solo se trata de un cambio de instrumento. Lo dijo Raúl también en la Cumbre del Alba (Caracas).

 Ellos han sido muy claros en eso, incluso ha habido una declaración de Obama en una conferencia de prensa, que dio dos días después del 17 de diciembre, que quizás ha sido la menos citada, donde dijo que “esta nueva política puede ir corroyendo a esa sociedad tan cerrada que es Cuba” -como ellos nos tratan de estigmatizar, de una sociedad tan cerrada-. “No sabemos cómo va a cambiar la cultura, pero va a cambiar”, -mira cómo habla del cambio cultural hasta en Cuba- y que “en dependencia de las circunstancias usaremos el garrote o la zanahoria”, -es decir, que ellos también están dispuestos, de acuerdo a la circunstancia, a usar el garrote o la zanahoria-. Hoy están con Venezuela usando el garrote, mañana con Venezuela pueden también aplicar la zanahoria. 

Hoy están utilizando la zanahoria con Cuba, mañana pueden usar nuevamente el garrote, aunque saben que esa es la vía menos efectiva para tumbar la Revolución, no les ha dado resultado. Contra Cuba se han aplicado todos los planes agresivos diseñados por el imperialismo, y ninguno les ha dado resultados en sus propósitos finales, el cambio de régimen no lo han logrado, incluso lo están implantando con Venezuela, el garrote, la guerra económica que Cuba padeció por muchos años y todavía sigue padeciendo, porque el bloqueo se ha flexibilizado, pero todavía su contenido fundamental está ahí, está presente, y esa es otra lucha que hay que seguir dando.

¿Entonces no habrá realmente una reconciliación con Estados Unidos porque lo que busca con Cuba y Latinoamérica y el Caribe es que vuelvan a ser su patio trasero?

Estamos transitando en una etapa, en un modus vivendi entre adversarios ideológicos, porque va a seguir la guerra cultural e ideológica contra Cuba. Prefiero hablar de una convivencia pacífica entre comillas como ha dicho Raúl también. Una convivencia pacífica entre contrarios, porque no se puede hablar de una normalización de las relaciones mientras la esencia del conflicto Cuba Estados Unidos siga siendo hegemonía versus soberanía. Esa esencia se mantiene, esa esencia está ahí, ellos lo han dicho en sus declaraciones, ellos pretenden también llevar la transición capitalista en Cuba, y mientras eso no cambie, es muy difícil hablar del término normalización en su acepción clásica.

Pero se está usando el término normalización. ¿Cuba está ganando algo en este momento?

En el libro De la confrontación a los intentos de “normalización”. La política de los Estados Unidos hacia Cuba, donde el doctor Esteban Morales fue mi tutor, hablamos de esas experiencias anteriores de intentos de restablecimiento de las relaciones entre ambos países con los presidentes Gerald Ford (1974-77) y Jimmy Carter (1977-81), y ponemos normalización entre comillas porque Estados Unidos ha entendido la normalización de las relaciones desde la dominación, es decir, para que haya una normalización Cuba tiene que ceder todo lo que tiene, su soberanía.

 Hubo un momento en que insistían mucho en la soberanía de Cuba en la política exterior, ahora insisten en la soberanía de Cuba en la política interior. Para que haya una normalización ellos quieren que Cuba vaya al bipartidismo, la llamada democracia representativa burguesa que no tiene nada de representativa ni democrática, es un modelo que quieren implementar en el mundo cuando es un modelo antidemocrático. Cuba y Estados Unidos nunca han tenido relaciones normales, nunca las tuvieron en el siglo XIX, en el XX, y menos después del 59. 

En este libro nosotros mostramos cómo Cuba siempre ha tenido la imposición y hasta ha planteado estar dispuesta a avanzar hacia una convivencia pacífica, o al menos a un modus vivendi, pero sin ceder un milímetro en nuestra soberanía y sin ceder un milímetro en cuanto a nuestros principios, y Estados Unidos no puede pretender que para que haya normalización en las relaciones Cuba ceda aspectos de su soberanía. Y como decía Fidel en el 94, quizás nosotros estemos más preparados para una política de agresión que para una de paz que tenga los propósitos que tiene la administración Obama, pero por una cuestión de principios, no nos opondríamos a una política de paz.

¿Qué cree que pasará en la próxima Cumbre de Las Américas en Panamá?

Evidentemente ahí habrá un encuentro entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, no sé cómo será ese encuentro, pero bueno, es lo que se está planteando. El Gobierno de Obama está muy apurado, muy interesado en llegar a esa Cumbre con algo, sobre todo con las embajadas abiertas en ambos países. Es el objetivo que ellos tienen. Obama lo ha declarado en sus intervenciones y Kerry también, para tener algo en la mano, para ser noticia. Previo a la primera Cumbre de Las Américas en la que participó Obama, en la de Trinidad y Tobago, las medidas que anunció hacia la isla se convirtieron en una gran maniobra de opinión pública, y en esta cumbre van a crear toda una gran maniobra de opinión pública para limpiar esa imagen nefasta, negativa de Obama, del Gobierno norteamericano y su política hacia América Latina.

Pero al mismo tiempo han metido la pata tremendamente porque la declaración que han hecho contra Venezuela es lo peor que pudieron haber hecho en función de sus aspiraciones con esa Cumbre de las Américas, y si bien antes las cumbres se les cubanizaban, quizás en esta cumbre se les venezolanizará, es decir, quizás habrán algunos lacayos, porque siempre salen algunos lacayos en la región, pero la gran mayoría de los gobiernos de América Latina y el Caribe van a acribillar las imposiciones injerencistas y las declaraciones esas absurdas del presidente Obama de que Venezuela es una amenaza a la seguridad nacional. 

A mí me pareció eso increíble porque además estamos acostumbrados a ver ese discurso hacia Cuba, que desde el inicio del 59 ha sido una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. ¿Qué amenaza va a ser Cuba para la seguridad nacional de Estados Unidos?, ¿qué amenaza va a ser Venezuela para la seguridad nacional de Estados Unidos? Ellos utilizan mucho ese término, pero cuando hablan de seguridad nacional están hablando de hegemonía, de la seguridad imperial de la clase dominante de Estados Unidos, a esa sí somos un desafío, pero ellos la presentan como la seguridad nacional que es otra cosa, ellos dan gato por liebre en este tema porque, al contrario, Venezuela y Cuba son una garantía para la auténtica seguridad nacional de Estados Unidos, porque nunca hemos hecho un plan de agresión contra ese país, nunca hemos implantado un bloqueo contra ellos, al contrario, lo que hemos ofrecido es su ayuda humanitaria en distintos momentos.

 Cuba y Venezuela son una garantía a esa auténtica seguridad nacional de Estados Unidos por su estabilidad política, no hay estallidos sociales que puedan producir una crisis migratoria que sea un peligro para la seguridad nacional de ese país, las que ha habido, en el caso de Cuba, es porque han sido provocadas por Estados Unidos.

Fuente: Diario venezolano Ciudad Caracas.

Texto y foto tomados del blog: https://dialogardialogar.wordpress.com

*Doctor en Ciencias Históricas. Coautor del libro El autonomismo en las horas cruciales de la nación cubana (2008), que recibió el Premio de la Crítica Histórica Fernando Rodríguez Portela; y autor De la confrontación a los intentos de “normalización”. La política de los Estados Unidos hacia Cuba (2011).

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