Este año se ha cumplido el cuadragésimo séptimo aniversario de la matanza de My Lai en Vietnam, en la que los soldados estadounidenses mataron a varios centenares de personas.
El periodista Seymour M. Hersh, que fue uno de los primeros en hablar de esta tragedia, cuenta sus recuerdos.
El periodista estadounidense Seymour M. Hersh fue uno de los primeros en hacer pública la matanza de My Lai en Vietnam, que ocurrió el 16 de marzo de 1968, y con el propósito del cuadragésimo séptimo aniversario de la tragedia, vuelve a recordarla en su artículo publicado por 'The New Yorker'.
"En el pueblo de My Lai hay una larga zanja.
La mañana del 16 de marzo de 1968 estuvo llena de cuerpos: decenas de mujeres, niños y ancianos, todos asesinados a disparos por jóvenes soldados estadounidenses", escribe el periodista.
Aquel día, un contingente estadounidense recibió una información errónea de que en el pueblo se encontraban tropas del Frente Nacional de Liberación de Vietnam o sus simpatizantes.
Al llegar allí, sólo se encontraron con pacíficos civiles, no obstante, los soldados violaron a las mujeres, quemaron casas y mataron a la gente desarmada.
Uno de los líderes del ataque fue el teniente William L. Calley. Además de él, según los testimonios de otros soldados, uno de los atacantes principales fue Paul Meadlo, al que el periodista entrevistó ya cuando había vuelto a EE.UU.
Siguiendo la orden de Calley, Meadlo y otros soldados empezaron a disparar a la zanja llena de gente, donde luego tiraron varias granadas.
"Luego se escuchó un chillido agudo, que se hacía más fuerte mientras un niño de dos o tres años, cubierto de lodo y sangre, trepaba por los cuerpos, gateando hacia el arrozal.
Su madre probablemente lo hubiera protegido con su cuerpo. Calley vio lo que estaba pasando y, según los testigos, corrió por el niño, lo echó en la zanja y le disparó", escribe Hersh.
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Cuando el periodista entrevistó a Meadlo, no intentó justificar lo que había hecho en My Lai, y dijo que los asesinatos le "quitaron el peso de la consciencia por los compañeros que habían perdido". "Sólo fue una venganza", dijo Meadlo.
"Todos pensamos que estábamos haciendo lo correcto. En el momento no me preocupaba", añadió.
Según la información del Museo de My Lai, en el lugar murieron 504 personas. Entre las víctimas hubo 182 mujeres, 17 de las cuales estaban embarazadas, y 73 niños, incluidos 56 bebés. El director del museo, Pham Thanh Cong, es uno de los sobrevivientes de la masacre, que en aquel momento tenía 11 años. Quedó herido en el ataque, pero sobrevivió.
Al recobrar la consciencia, se encontró entre los cuerpos de su madre, sus tres hermanas y su hermano pequeño de seis años.
"Nunca olvidaré el dolor", confesó el hombre a Hersh.
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