CORREO DEL ORINOCO – Una investigación publicada por el diario ‘The New York Times’ apunta a que José Murat Casab, exgobernador de Oxaca desde 1998 hasta 2004, y su familia están envueltos en un escándalo vinculado a la compra de inmuebles en el estado estadounidense de Nueva York.
Como anunció The New York Times’ ha publicado con el título ‘Una familia mexicana conectada al Partido Revolucionario Institucional y con propiedades en EE.UU’ una investigación en la que revela que el exgobernador del estado mexicano de Oxaca José Murat Casab y su familia compraron al menos una propiedad en EE.UU. a través de “empresas fantasma”.
El diario realiza esta publicación en el marco de una serie de documentos en el marco de una amplia investigación sobre la compra de bienes raíces de lujo por parte de inversionistas extranjeros en EE.UU.
La información revela que la familia Murat posee dos condominios en el estado de Utah, uno en el sur de Texas, uno en Florida y un edificio de apartamentos de lujo en el Time Warner Center, Manhattan, sobre el cual se centra la investigación.
En este sentido, se establece que, de acuerdo a los registros, su posesión de estas propiedades se vio “oscurecida” por la variación de nombres y apellidos en las escrituras o por el uso de “empresas fachada”.
Asimismo, el artículo relata cómo cuando un grupo de periodistas intentó contactar en el año 2013 con la familia mexicana para solicitarles una entrevista, “los cuatro hijos de Murat transfirieron sus apartamentos situados en Utah a compañías fachada”.
El hijo del exmandatario, Alejando Murat, que dirige la firma Infonavit, ha enviado un comunicado en la que dice que el apartamento que se menciona en Nueva York es propiedad de uno de sus tíos, mientras que el situado en Florida pertenece a sus suegros.
Numerosas propiedades particulares de funcionarios mexicanos se han visto envueltas en polémicas revelaciones provocando indignación y protestas.
El caso más reciente está relacionado con la llamada ‘Casa Blanca’ propiedad de la primera dama mexicana Angélica Rivera en la Ciudad de México.
Esta anunció su voluntad de venderla tras el escándalo sobre el posible desvío de fondos en el que se vio envuelta su compra.