Pablo Gonzalez

Los neonazis ucranianos entrenados por EEUU


En primavera los EEUU iniciarán el entrenamiento y armamento de la Guardia Nacional de Ucrania: lo confirma oficialmente el Mando europeo de los Estados Unidos, precisando que el programa se incluye en la iniciativa del Departamento de Estado para ayudar a Ucrania a llevar a cabo la “defensa interna”.

La financiación, ya autorizada por el Congreso, viene dotada de un Fondo especial constituido por el Pentágono y por el Departamento de Estado para “proporcionar entrenamiento y equipamiento a fuerzas de seguridad extranjeras”, de forma que “los países socios puedan afrontar desafíos importantes para la seguridad nacional de los EEUU”. 

La misión de entrenamiento en Ucrania sirve para “demostrar el compromiso de EEUU en la seguridad del Mar Negro y el valor de las fuerzas de EEUU desplegadas en posiciones avanzadas”.

Las unidades de la Guardia Nacional ucraniana, que incluyen según estimaciones aproximativas entre 45-50 mil voluntarios, serán entrenadas por instructores de EEUU en el campo militar de Yavoriv en Lvov (Leopoli) a casi 50 km de la frontera polaca. 

La Guardia Nacional, constituida por el gobierno de Kiev en Marzo de 2014, con una primera financiación de EEUU de 19 millones de dólares, ha incorporado las formaciones neonazis ya entrenadas anteriormente por instructores de la OTAN para el golpe de Estado en Kiev (tal y como muestra una documentación fotográfica sobre militantes neonazis entrenados en 2006 en Estonia).

Los batallones Donbass, Azov, Aidar, Dnepr-1, Dnepr-2 y otros que constituyen las fuerzas de choque de la Guardia Nacional, están formados por neonazis tanto ucranianos como de otros países europeos. Las atrocidades cometidas por ellos contra civiles de nacionalidad rusa en Ucrania Oriental han sido ampliamente documentadas por vídeos y testimonios (basta escribir en Google “atrocidades de los neonazis en Ucrania”). 

Pero, aunque Amnistía Internacional ha acusado al gobierno de Kiev de ser responsable de los crímenes de guerra cometidos por estos batallones, los EEUU han continuado apoyándolos, proporcionándoles incluso medios blindados. 

Y ahora les potencian con el programa de entrenamiento y armamento. 

Este se incluye en la “Operación Firmeza Atlántica”, lanzada por el Mando Europeo de los Estados Unidos para “reasegurar a nuestros aliados frente a la intervención rusa en Ucrania, así como elemento de disuasión para impedir que Rusia obtenga la hegemonía regional”.

En el marco del creciente despliegue de fuerzas de los EEUU en Europa oriental, el Pentágono ha enviado “expertos militares para acrecentar la capacidad defensiva de Ucrania” y ha asignado otros 46 millones de dólares para dotarla de “equipamientos militares, como vehículos y visores nocturnos”. 

Washington por lo tanto está ya armando a las fuerzas de Kiev, las cuales, incluso sin recibir armas pesadas de EEUU, pueden obtenerlas con los millones de délares puestas a su disposición.

Mientras, Alemania, Francia e Italia se manifiestan favorables a una solución diplomática y por lo tanto contrarias al suministro de armas a Kiev. Pero sin embargo al mismo tiempo, en la cumbre de Bruselas, se comprometen junto a Gran Bretaña, España y Polonia, a asumir las tareas principales en la formación de la “Fuerza de punta” de la Otan, en el marco de la “Fuerza de respuesta”, llevada a cabo por entre 13 a 30 mil hombres y dotada de seis centros de comando y control en Estonia, Letonia, Polonia, Rumanía y Bulgaria.

Además, mientras tanto, los EEUU, estando en preparación la cumbre de Minsk sobre Ucrania (en la cual no participan deliberadamente), aseguran, por boca del Secretario de Estado que entre los aliados “no hay divisiones, estamos todos de acuerdo en que no pueda existir una solución militar”.

 Pero, al mismo tiempo, entrenando y armando a los neonazis ucranianos, los EEUU están alimentando las llamas de la guerra en el corazón de Europa.

(por Manlio Dinucci en Il Manifesto, quotidiano comunista, 9 Febrero 2014)

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