LATRIBUNA.HN – El estadounidense Rennie Christopher Glenn (34), originario de West Palm Beach, Florida, no solo es investigado por abusos en contra de adolescentes, ahora el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lo señala como un “experto en espionaje”.
“Míster Glenn”, como le llamaban en el departamento de Comayagua, llegó a Honduras en 2012. Fue detenido a finales de febrero de 2014, cuando trataba de ingresar a Miami en un vuelo procedente de Honduras.
Utilizó tres nombres, incluyendo licencias de conducir con la identificación de John Michael Derek, bajo el que se movilizaba en Texas y California. Además guardaba un gran historial de viajes al extranjero y 11 cuentas bancarias.
La Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) lo investiga por “casarse” con 20 niñas, entre otros delitos de trata de menores de edad y explotación sexual.
En uno de los operativos, en Comayagua, se allanó una vivienda amurallada con evidencias que allí se prostituía y filmaba a menores de edad con fines de pornografía.
Trascendió en su momento que “Míster Glenn” no se limitaba a casarse en ceremonias falsas con jovencitas de 13 a 16 años, sino que además vendía a las niñas vírgenes a través de internet por 20,000 y 30,000 dólares.
Agentes del FBI llegaron a Honduras para investigar las operaciones de Cristopher Glenn en materia de espionaje y fue cuando descubrieron los abusos cometidos contra las menores de edad.
PAREJA HONDUREÑA
En esta casa amurallada con cámaras de vigilancia hacia el exterior operaba supuestamente el estadounidense.
Se detuvo a una pareja de hondureños por considerarlos responsables de llevarle adolescentes al norteamericano. Glenn, conoció a esta pareja cuando llegó a Comayagua para laborar como experto en informática a la Base Aérea Soto Cano o Palmerola.
Incluso se hospedó en el hotel donde trabajaba uno de los detenidos y desde allí comenzó la amistad.
Glenn fue despedido por sospechas de espionaje y no regresó a su país, sino que se quedó en Honduras, donde compró un terreno por 200,000 lempiras y fue donde edificó la casa-fortaleza que le sirvió para los rituales y abusos que cometía contra las niñas.
Un informe emitido el pasado 23 de enero por el Departamento de Justicia de Estados Unidos establece que el residente de West Palm Beach se declaró culpable de la retención deliberada de información clasificada de la defensa nacional de conformidad con la Ley de Espionaje.
Rennie Christopher Glenn tenía en su contra cargos de intrusión informática en virtud de la Ley de Fraude y Abuso, y de conspiración para cometer fraude de naturalización, mientras trabajaba como administrador de sistemas de computadora en una instalación militar de los Estados Unidos en Honduras.
Trascendió que tuvo acceso no autorizado a los archivos informáticos clasificados que contienen información de defensa nacional que pertenecía al Departamento de Defensa y la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Comando Sur de Estados Unidos en la Base Aérea Soto Cano, Honduras.
INFORMACIÓN CLASIFICADA
Una vez que Glenn accede a esos archivos, copió la información clasificada almacenada bajo una cuenta. Con su esposa, Khadraa A. Glenn (28) también cometió fraude de naturalización para su beneficio mediante la fabricación de documentos falsos y la presentación de declaraciones falsas.
Khadraa A. Glenn previamente se declaró culpable de conspiración para cometer fraude de naturalización y fue sentenciada el 7 de octubre de 2014.
“Christopher Glenn copió y retuvo la información clasificada que pertenecía al Departamento de Defensa y la Fuerza de Tarea Conjunta del Comando Sur de Estados Unidos, sin autorización”, manifestó el asistente del Departamento de Justicia John P. Carlin.
“Los administradores de sistemas ocupan un lugar de confianza única en una organización debido a su amplio acceso a los sistemas cibernéticos que mantienen. Con motivo del día de hoy, el Sr. Glenn está siendo responsable por su violación de esa confianza”, agregó.
Glenn sería sentenciado por el juez federal de distrito, Kenneth A. Marra, el 17 de abril de 2015 próximo.
Carlin agradeció la investigación efectuada por el FBI, la 470 Brigada de Inteligencia Militar del Ejército de Estados Unidos, de la División de Investigaciones Criminales del Ejército de Estados Unidos, el Comando Sur de Estados Unidos.
También al Servicio de Impuestos Internos, Departamento de Seguridad Nacional y del Programa Conjunto Terrorismo Sur de la Florida Fuerza.
El caso está siendo procesado por un abogado litigante de la Sección de Contraespionaje del Departamento de la División de Seguridad Nacional de Justicia y un fiscal federal adjunto del Distrito Sur de Florida.
MODUS OPERANDI
El norteamericano llegaba a las aldeas y decía que era un iraquí que había llegado a vivir a Honduras y se llamaba Yussu Abdulá. Siempre viajaba en un pick-up rojo, acompañado por una dama, a la que hacía pasar como su esposa, cuando visitaban los hogares de familias pobres.
A los padres de las menores les decía que buscaba niñas para que trabajaran en la casa cuidando niños y ofrecía un buen sueldo, del cual les enviaría a ellos una cantidad mensual.
Las promesas de Glenn incluían oportunidades de estudio, un trato especil para que las niñas se sintieran como en casa. Sacaba a pasear a las niñas, les tapaba el rostro y usaban una vestimenta tipo árabe.
Vecinos creían que eran del Medio Oriente y causaba extrañeza que frecuentemente se escuchaban gritos en el interior de la casa.
A algunas de las niñas, desde que llegaban a la casa, el norteamericano les aplicaba inyecciones con estupefacientes, drogas para mantenerlas sedadas y después abusar de ellas.
Algunas se adaptaban a la nueva vida, otras en cambio buscaban huir.