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La colombiana que se llama ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ


Esta mujer, se da el lujo de llamarse con todas las letras del abecedario pero además practica el sadismo y masoquismo, es diseñadora de ropa y artista. Su obsesión: romper tabúes.

El 31 de diciembre del año 2012, LADYZUNGA llegó a la notaría primera de Popayán. Se acercó a la ventanilla de trámites y solicitó los formatos para cambio de nombre. 

En el espacio de apellidos escribió: OPQRST | UVWXYZ, mientras en el espacio de nombres firmó ABCDEFG | HIJKLMN. Entonces sufrió el primer rechazo de una decena que vendrían:

—¿Qué idioma es ese? —, preguntó la funcionaria de la notaria pero LADYZUNGA no le contestó nada.

—La notaria dice que con ese nombre no se puede hacer el trámite —dijo la funcionaria al regresar de la oficina de su jefe.

—¿Puedo hablar con ella directamente? —, preguntó LADYZUNGA.

Lady siguió hasta la oficina y se dispuso a dar razones de sentido común y de peso, siempre teniendo en cuenta las leyes colombianas.

—Eso no es un nombre —, afirmó tajantemente la notaria. Entonces LADYZUNGA sacó su armamento.

—Ese es el nombre que yo quiero. En Colombia no hay restricciones para los nombres. ¿Las y los notarios deben ser imparciales cierto?

—Si.

—Usted está tomando juicio y parte, no está siendo imparcial.

—Haga una solicitud de consulta y la enviamos a la Registraduría Nacional —, sentenció con ira la notaria.

El 3 de enero Lady regresó a la misma Notaría con un derecho de petición solicitando que le informaran exactamente qué demandaban los artículos 23, 29 de la Constitución Política, también los artículos 4 y 5 del Código Contencioso Administrativo, decreto 0999 de 1988 y además normas concordantes y que le respondieran el por qué no podía cambiarse sus nombres y apellidos. Leyes que LADYZUNGA ya había estudiado y que confirmaban que ella podía llamarse de la manera como lo había solicitado.

Pero la notaria de nuevo levantaría la voz y concluiría:

—Yo no lo voy a hacer porque no le voy a ¡DAÑAR! su registro civil.

Con la rabia de sus derechos vulnerados, Lady regresó a Bogotá. Un par de días más tarde se dispuso a hacer el trámite en la notaría novena de Chapinero, pero se encontró con más taras. El funcionario que la atendió también se negó a llevar a cabo el proceso.

—No lo podemos hacer. Vamos a enviar una consulta a la Registraduría Nacional. —aseguró el funcionario.

Pero de inmediato LADYZUNGA replicó:

—Pregunta, ¿la Registraduría Nacional es la que avala o dice que un nombre es un nombre o que determinada qué palabra puede ser usada como nombre?

—No —respondió el delegado

—¿Entonces?

—Pero es que yo no conozco a la familia OPQRST.

—¿O sea que usted debe conocer o conoce a todas las familias del mundo?

—No.

—¡¿ENTONCES?!

El lunes 14 de enero de 2013, LADYZUNGA tomó sus únicas armas para ir a la notaría 53 de Bogotá. Pelo liso, maquillaje delicado, vestido bien arriba de las rodillas, tacones de 10 centímetros y su bolso con la respuesta del derecho de petición que solicitó en Popayán el cual ya le habían enviado. Incluso ya tenía planes de poner una tutela que, de ser fallada negativa, apelaría ante la Corte Constitucional. Lady no se quedaría quieta y ya se había documentado de todo cuanto dicen las normas de Colombia para hacer valer sus derechos.

En la Notaría 53 sucedería lo mismo. Los primeros funcionarios rechazarían su solicitud, le harían las mismas preguntas y se atreverían a hacer conjeturas sobre su nuevo nombre. Ya en la oficina del notario, LADYZUNGA además de mostrarle la respuesta del Derecho de Petición, le pasó una encuesta con preguntas sustentadas en la Constitución para que el funcionario la llenara. Éste no la llenó pero de manera oral le dijo que jurídicamente tenía la razón. Entonces sentenció:

—Haremos el proceso, pero nosotros hacemos una advertencia en las escrituras sobre nombres como el suyo o como el de alguna marca registrada, donde la notaría se zafa de cualquier responsabilidad.

Por fin había ganado la batalla. Le recibieron los documentos, pagó sus escrituras y ahora ese papel debía enviárselo a la funcionaria de Popayán que se había negado a realizar el proceso. Quién sabe con qué cara la registradora Ana Elvira Guzmán cumplió con su deber y el 13 de febrero realizó el cambio de nombres, pero además con la rectificación del sexo inscrito anteriormente que pasó de masculino a femenino.

No serían distintas las reacciones en la Registraduría. Para muchos esto era lo más provocador y contestatario que habían visto. Sin embargo, el 27 de diciembre de 2013, casi un año después de haber empezado la acción, fue llevado a cabo el proceso de rectificación de cédula de LADYZUNGA con sus nuevos nombres ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ y también el ítem Sexo rectificarlo de M (Masculino) a F (Femenino).
Crédito fotos: LADYZUNGA


ABCDEFG o LADYZUNGA, como prefieran llamarla, es toda una iconoclasta, teniendo en cuenta que este concepto refiere a las personas que niegan y rechazan las normas y modelos. Tenía apenas nueve años cuando comenzó a ayudarle a su papá en el alquiler de equipos de sonido para fiestas con un solo objeto: ahorrar para comprar el long play del grupo de heavy metal Iron Maiden. Le había encantado la tapa del disco donde Eddy –el icono de la banda- manejaba como a un títere al diablo y el diablo a su vez al mundo. Su papá, un profesor de educación física en Popayán, le había inscrito en el colegio Champagnat, una institución educativa regida por los Hermanos Maristas que eran recios a la hora de implantar la religión a sus estudiantes.

Mientras sus compañeros eran apasionados por el fútbol, a LADYZUNGA le gustaba dibujar y ocupar su tiempo en todas las expresiones que tenían que ver con el arte. Al entrar a bachillerato en lugar de integrar la selección de fútbol, LADYZUNGA creó la primera emisora estudiantil que hubo en Popayán. Curiosamente, quizá porque siempre ocupó los primeros puestos, los Hermanos Maristas y profesores no vieron ningún problema que durante los descansos su estudiante pusiera las primeras canciones de música electrónica de la época, en especial del génerohouse, del cual la propia LADYZUNGA encargaba los vinilos en Cali para pincharlos el colegio.

Con sus ahorros también compró su propia bicicleta de bicicrós, en la que se empezó a destacar en el grupo de jóvenes que hacían rampas de más de cinco metros de altura para saltar por los aires y hacer figuras que desafiaban la gravedad. Los deportes extremos llamaron su atención, pero en 1996, cuando llegaron los patines en línea y todo el movimiento roller, LADYZUNGA iba un paso adelante en el diseño de su ropa y en el modo de patinar en las calles. Cuando sus amigos comenzaron a verle sus pantalones anchos, con bolsillos gigantes y sus camisetas con estampados únicos, le empezaron a encargar las prendas. Así empezaría una empresa de diseño que aún sigue dando sus frutos.

Justo cuando entró a la Universidad del Cauca a la carrera de diseño gráfico y artes plásticas,LADYZUNGA era de las pocas estudiantes independientes que se mantenía sola y que vivía sola. Trabajaba diseñando ropa, pinchando discos en fiestas y discotecas, y hasta haciéndole los trabajos a sus compañeros. Toda la cerrera obtuvo premios; desde media beca hasta beca completa. Por aquellos mismos días tuvo su primera novia, Luz Mary, con la que duró tres años de relación y después llegaría Lorena, con quien duró un año.

En el año 2006 LADYZUNGA entra a manejar el departamento de diseño de la editorial más grande del Cauca, después le piden que vaya a dirigir la misma editorial en Pasto. Allá se hace conocer por su talento al diseñar piezas publicitarias pero sobre todo por sus toques en el mejor club nocturno de la Avenida de Los Estudiantes.

Pasto, Popayán y Cali le quedaron pequeños. De modo que tomó sus maletas y se fue para Buenos Aires (Argentina) con un crédito del ICETEX y realizó la Maestría de Diseño en la Universidad de Palermo. Al mismo tiempo hizo la Especialización en Posproducción de Game Art, en el instituto Image Campos. Fue por aquel entonces, año 2008, que nació el apelativo de LADYZUNGA. 

El 31 de octubre de aquel año, se fue con una máscara de neumático con cierre en la mitad que no le dejaba ver nada de su rostro y con un enterizo de cuero con el que tampoco se podía definir qué persona estaba detrás de aquellas prendas. Nadie podía descubrir si era un hombre, una mujer, un gay, una lesbiana, un transexual, Etc.

Crédito fotos: Johanna Abril

LADYZUNGA ya tenía dicha situación planeada, porque si existe una premisa en su vida es que: “No me metan en ningún costal de géneros, de grupos, ni mucho menos clichés. Soy todo y nada”, como siempre lo afirma. 

En medio de la fiesta todo el mundo quería tomarse fotos con Lady. Ese mismo día conoció al dueño del club y le propuso que si podía darle un día para dejarla pinchar música electrónica y metal. 

El día llegó y necesitaban presentarla con un nombre, eligió LADY porque es un título inglés que significa Dama y es usado como nombre en muchos países. Mientras que ZUNGA, porque en el colegio algunos profesores la llamaban así, por su irreverencia y su creatividad.

 También decidió que para no ponerle problemas a quienes la rodean a la hora de utilizar los géneros, iba a ser mujer, porque es mujer y porque se siente mujer.

Los toques de LADYZUNGA comenzaron a ser un éxito en las noches de Buenos Aires. Entre los muchos lugares donde mostró su trabajo fue en el reconocido The Roxi Live Club, donde pinchó frente a 4500 espectadores, en aquella velada puso a bailar a los argentinos con hard core tecno industrial y algunos sonidos fugaces deheavy metal. 

Entonces llegaron muchos más trabajos: le pagaban por guiar fiestas con sus mezclas, empezó a dictar clases en algunas universidades sobre diseño y le comenzaron a encargar ropa hecha por sus manos.

Por esos mismos días en Argentina comenzó a profundizar aún más en sus estudios sobre el BDSM (bondage, dominación, sumisión, disciplina, sadismo masoquismo). LADYZUNGA desde entonces es reconocida en el arte del erotismo; aquellas acciones de dominar, someter y castigar para que la otra persona sienta placer y llegue a la plenitud de sus sentidos. Incluso en el famoso festival FICCI de Buenos Aires, la colombiana mereció el primer puesto por el mejor performance erótico y el mejor stand de Bondage.

De regreso a Bogotá la transgresora, quien odia poner títulos y distinciones en su hoja de vida, fue llamada por varias universidades para dictar cursos de fotografía y de artes plásticas. De la misma manera en la escena artística sus performance, acciones en vivo, se convirtieron en toda una tendencia. Trabajos como: LADYZUNGA momificación y suspensión colectiva; LADYZUNGA performance tecnología del género; LADYZUNGA Human After All; LADYZUNGA Pleasure Box; LADYZUNGA Cuánto cuesta ser; LADYZUNGA El amor encadena. De hecho, uno de sus trabajos será publicado próximamente en la edición número 12 de la Revista Errata, donde compartirá páginas con la editora internacional Beatriz Preciado.

Aunque Lady odia la fama y su objeto es desintificarse, fue el boom de seguidores en la red social Facebook que la llevó a pensar en su cambio de nombre. Cuando abrió su cuenta, esta plataforma se la eliminó en dos oportunidades aduciendo que LADYZUNGA no existe.

 También sus seguidores o amigos le preguntaban cómo llamarla y con qué genero referirse a ella, si con el masculino y el femenino. Tal vez por ello, a finales del año 2011, se dio a la tarea de hacer un ejercicio de introspección en el que comenzó a preguntarse qué tenía de cada uno de los costales y etiquetas que la sociedad ha establecido. En ese año de investigación llegó la búsqueda de un nombre que no tuviera nadie en términos superficiales pero, en lo profundo, un nombre que no la definiera en términos de géneros.

—Me dediqué a buscar un nombre que nadie tuviera en Colombia, ni en el mundo, entonces pensé que ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ sería adecuado porque no me generiza. Me refiero a que llamarme así es la herramienta para crearlo todo —, cuenta la iconoclasta.

Utilizando el abecedario como herramienta, como aquel instrumento con el que se crean nombres, palabras, frases, historias, el nuevo nombre de LADYZUNGA es todo y nada, es él y ella, es principio y fin, es el nombre o los nombres que la sociedad quiera organizar utilizando sus letras.

 Son todos los nombres y apellidos. Frente a los encasillamientos sobre movimientos y poblaciones, LADYZUNGA y su nuevo nombre es todos ellos; la comunidad LGBTI ya va en LGBTIHQ y al paso que va nuestra sociedad terminará por incluir todas las letras del abecedario como iniciales de un grupo determinado. 

LADYZUNGA va siempre adelante, la transgresión es su norma. Su nombre es y seguirá siendo una obra en construcción o deconstrucción.

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