El pueblo kurdo se levanta insurgente y resiste.
Su territorio, integrado por partes de cuatro Estados –Turquía, Siria, Irak e Irán– se posiciona desde una lucha ante la crisis del modelo nacionalista patriarcal para los pueblos de Oriente Medio.
En la guerrilla, las mujeres se han convertido en vanguardia.
En esta entrevista, Leguerin, integrante del comité de solidaridad Kurdistán- América Latina, explica los puntos centrales del conflicto en la región de Kobane y el lugar de las mujeres en el pueblo kurdo.
Desde el 2012, el levantamiento en armas como respuesta a las masacres, los exilios forzados y la persecución política, ha convertido a la resistencia kurda en una revelación al mundo de otras formas de vida y de organización política posibles. Su proyecto basado en lo que se denomina “Confederalismo Democrático”, tiene sus pilares en la autonomía, la democracia, la convivencia plurinacional, el socialismo, la ecología y la lucha contra el patriarcado.
En los últimos años han surgido en distintas partes del mundo Comités de Solidaridad con Kurdistán, con el objetivo de visibilizar a este pueblo y las resistencias que viene llevando a cabo.
Este 1ero de noviembre, el marco de una jornada internacional de solidaridad con el pueblo de Kurdistán en Argentina y en rechazo a los ataques del Estado Islámico en el norte de Siria, Leguerín, integrante del Comité de solidaridad Kurdistán-América Latina, dio cuenta del proceso histórico de lucha y del rol de las mujeres kurdas como un factor clave para la construcción de otra sociedad.
- ¿Cómo surge el movimiento de liberación en Kurdistán?
El movimiento de liberación de Kurdistán está formado por más de 400 organizaciones en las cuatro partes de Kurdistán, Turquía, Siria, Irak e Irán, y apoyada por la diáspora kurda en Europa, donde hay 5 millones de kurdos en ese continente, producto del exilio político y forzado por la quema de más de 4 mil pueblos en la década del ’80.
Los kurdos son un pueblo de 40 millones de personas. La mayoría se encuentra dentro de la frontera turca, donde hay alrededor de 25 millones personas. En esta región el conflicto es más fuerte, teniendo al enemigo próximo más radical y fascista de los kurdos que es el gobierno turco, que además de combatir política y militarmente, tiene más de 12 mil presos políticos y bombardea sistemáticamente al pueblo de Iraq donde están las bases del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El 19 de julio de 2012, tras décadas de vivir sin los derechos básicos, teniendo prohibido practicar su cultura y el desarrollo de sus organizaciones sociales y políticas, los kurdos de Siria se levantaron declarando su autonomía, presionando al gobierno y al Ejército de Siria a salir de sus territorios. Este alzamiento es conocido como la “Revolución de Rojavá”. A pesar del intenso bloqueo por parte de Turquía, apoyada por Estados Unidos, para impedir que lleguen alimentos, medicamentos, energía, agua, etc., la revolución siguió e incidió en las otras partes de Kurdistán que elevaban la lucha inspirados en el ejemplo de Rojava.
En el año 2013 se conformaron tres cantones para toda esta región, de occidente a oriente: Afrîn, Kobanê y Cezîre, antiguamente separados por la expulsión de los kurdos para establecer sólo población árabe en regiones de frontera, política conocida como ‘Cinturón Árabe’. En cada cantón se implementaron nuevas formas de auto-gobierno, basadas en las asambleas populares y con la participación de kurdos, asirios, árabes, armenios, turcomanos y chechenos.
-¿Cuál es el conflicto actual en la región de Kobane?
La resistencia actual del cantón de Kobane se debe al ataque del grupo Yihadista ISIS y es una guerra de auto-defensa. Desde el 15 de septiembre, el llamado Estado Islámico (ISIS), apoyado por Estados Unidos, Turquía y las monarquías del Golfo Pérsico, intenta aniquilar al Cantón de Kobane, y buscan desestabilizar la región para dividir a Siria e Iraq en muchos y pequeños estados.
Kobane es la cuna de la Revolución de Rojavá. Esta región es muy simbólica para todas las partes de Kurdistán incluidas las personas que viven en Europa. Ahora el epicentro del conflicto se encuentra allí: llevan más de 48 días asediando por todos los frentes al Estado Islámico, mientras en el norte está Turquía agrediendo con su policía y su ejército. Sin embargo Kobane no cae porque tiene una resistencia que está decidida hasta las últimas consecuencias y Turquía sabe que la caída de Kobane en el norte de Siria va a impactar en todas las otras partes del Kurdistán en alzamientos. Cuando Turquía se negó a abrir la frontera a los más de 3 mil combatientes que venían desde el norte de este país hacia Kobane, hubo una rebelión en todas las ciudades kurdas de Turquía. El gobierno declaró toque de queda, pero la gente hizo una intifada masiva, salió a la calle, desconoció el Decreto Nacional del toque de queda y hubo más de 50 muertos. Esto le demostró al gobierno de Turquía que es un efecto bumerang lo que está haciendo. Como decía el Che Guevara, cuando hay una agresión tan exagerada por parte del imperialismo el pueblo más se une, se conforma y se hace más fuerte en la resistencia.
- ¿Cuál es el lugar de las mujeres en la lucha del pueblo kurdo?
El tema de las mujeres es el más importante para hablar de la resistencia Kurda, más allá del lugar de asimilación cultural que sufren todos los kurdos, las mujeres tienen un lugar, como último eslabón de esa ociedad, por ser kurdas, por ser mujeres y por ser pobres. Es decir, los kurdos consideran a las mujeres como una Nación. Hay problemáticas particulares de las mujeres pero a la vez en la organización política y militar son la vanguardia de todo ese movimiento de liberación que está apoyado por el 90 por ciento de los kurdos. O sea hay millones de personas, es la guerrilla más grande del mundo. Es uno de los conflictos sistemáticos más prolongados y es el pueblo más grande que no tiene país, aunque ya no quieren ser una país como tal.
- ¿Cómo se organizan?
Las mujeres están realmente muy organizadas, tanto militar como socialmente. Ellas tienen cooperativas, agencias de prensa de mujeres, cientos de organizaciones, y ejércitos que son solamente de mujeres. Esto tiene un gran impacto, por ejemplo en lo que significó la participación de las mujeres en el PKK, que originó un cambio en la forma de la organización de ese partido, y lo volvió realmente democrático.
Más allá de esto, endógenamente es una lucha contra un sistema patriarcal de 5 mil años, cualquier compañera kurda te puede decir que su lucha es, una pequeña parte contra el ejército turco, contra el ejército que los bombardea pero la verdadera guerra es contra esa estructura patriarcal de 5 mil años que las niega de todo tipo de participación, de cualquier punto de vista. Entonces por eso obligadamente esa tiene que ser la vanguardia del movimiento.
El líder de los y las kurdas, Abdullah Öcalam considera que no es posible un planteamiento revolucionario, sino se aborda el tema de la mujer, si no se empieza liberando a la mujer, no es un tema secundario. Este es el tema de primer orden, después está todo lo demás. Ellos conciben que la dominación del hombre para con la mujer es la célula madre que da nacimiento a todas las otras formas de desigualdades, entonces, lejos de estar resolviendo, si uno empieza por otro aspecto de la sociedad, otro aspecto del conflicto, nunca va a poder plantear algo realmente revolucionario.
No solamente es la “participación” de la mujer, sino que lo fundamental es crear organizaciones que partan desde la mirada de las mujeres y para eso hacen falta nuevas subjetividades, porque no hay un patrón de la mujer libre, porque no existe como tal una mujer libre. En este momento se están creando femineidades muy diferentes a las que conocemos y tienen impacto en toda la sociedad, están cuestionando y derrocando estructuras feudales y patriarcales que tienen miles de años. Este cambio lo hacen hombres y mujeres, pero la propuesta tiene que partir de las mujeres, es una deuda histórica de parte de todos/as los habitantes de este planeta para con este mundo.
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