La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha puesto en duda que el fiscal general del caso AMIA, Alberto Nisman, se suicidara.
La mandataria pidió que se investigue a la custodia. Kirchner supone que a Nisman lo usaron para atacar al Gobierno.
"La denuncia del Fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno.
Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca.
La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA", escribe en una extensa carta publicada en su web.
Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto
"Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible", añade.
Citando su carta anterior, del 19 de enero, Fernández de Kirchner recuerda que ese día ya escribió con signo de interrogación: "¿Suicidio?".
"Hoy no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", subraya la presidenta, al referirse a la misteriosa muerte del hombre en su propia bañera.
Fernández de Kirchner sostiene que los agentes involucrados "nunca habían pertenecido a la Secretaría de Inteligencia" y que el Gobierno argentino "nunca compró petróleo a Irán".
"La acusación de Nisman no solo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico", afirma la jefa del Estado argentino.