Cuando un grupo del Estado Islámico atacó un puesto fronterizo en Arabia Saudita la semana pasada, no fue un hecho aislado. Según publica el diario británico The Telegraph, los yihadistas estaban intentando entrar a Arabia Saudita e instalarse y dominar la zona.
Así el gobierno decidió construir una muralla con concreto y alambre de unos 950 kilómetros para separa al país de Irak en el norte.
Es que gran parte de esa zona está controlada por el ISIS y han amenazado con tomar dos íconos de Arabia: la Meca y la Medina.
La propuesta de construcción del muro se está discutiendo desde 2006 pero las obras comenzaron en setiembre de 2014.
La zona fronteriza muestra ahora varias torres de vigilancia, con cámaras de visión nocturna y radares. También hay una barrera fronteriza de mil kilómetros con Yemen al sur.
El ataque de la semana pasada a tres guardias fronterizos que fueron asesinados por un escuadrón del ISIS fue clave. Los cuatro atacantes también murieron.