(Introducción del libro Excúseme Sir, testimonio del autor, publicado en 1992 por la Editorial Capitán San Luis)
Panamá (IPS).- Tropas estadounidenses arrestaron hoy a otro diplomático cubano en la capital panameña…
Víctor Fernández fue detenido tras salir de la residencia del Embajador de Cuba, Lázaro Mora…
…el diplomático fue conducido por los soldados, primero a uno de sus cuarteles en el área de Panamá Vieja y luego trasladado a las inmediaciones de la Embajada de Cuba, en la zona céntrica.
Sí, gracias al “respeto irrestricto de los derechos humanos” que ha caracterizado a las tropas de intervención de los Estados Unidos, vi mi nombre corriendo por los teletipos de las más conocidas agencias internacionales de prensa. Tuve, incluso, la posibilidad de ser figura en el noticiero del día de la CNN y tener una historia para contar a mis hijos y nietos.
Puedo decirles que, “armado hasta los dientes” con un portafolio que contenía artículos personales y usando como uniforme un jean y una guayabera rosada, resultaba tan peligroso, que fue necesario movilizar a tres camiones de tropas norteamericanas, cada uno con nueve hombres bien armados: tengo testigos.
Alguna mente calenturienta, relacionada con el Comando Sur, concibió una extraña historias de equivocaciones, que cambiaba completamente mi personalidad y trasladaba mi sencillo nacimiento –un primero de octubre de 1952 a las cuatro y cincuenta cinco de la madrugada… ¡Jodedor el niño!
¿No creen?… en el hospital de Maternidad de Línea de la barriada de El Vedado en La Habana- a un lugar indefinido de Panamá.
Por obra y gracia de los paladines del derecho internacional, me volví panameño y mi pasaporte diplomático, que no dejaba lugar a dudas sobre mi procedencia, se convirtió en la identificación de un personaje con un supuesto cargo de responsabilidad en las Fuerzas de Defensa Panameñas.
Para algunas personas, las historias de Steven Spielberg son increíbles y eso se debe a que no se han relacionado con las que se les ocurren a ciertos funcionarios del gobierno norteamericano,
Por estas circunstancias, que luego contaré en detalles, yo, miembro de los equipos de pelota y voleyboll Campeón Marianao en el nivel provincial escolar de 1967 y que –modestia aparte- no podía ser peor, me encontré de un momento a otro, acaparando cintillos de prensa.
Por eso ahora les hablaré de mi historia y sus antecedentes.
Les contaré de esas dos horas y cuarenta minutos en que fui “huésped de honor” de las tropas norteamericana.