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La Guerra de Conquista del Imperio Anglo-Americano.


El 24 de septiembre del 2014, las Naciones Unidas aprobó una resolución que allana el camino a la guerra “antiterrorista” abierta contra el Estado Islámico (IS), la “red de la muerte”, promete una guerra que va a “durar años” .

La “guerra contra el Estado islámico” es una mentira. Es la misma mentira apestosa de la “guerra contra el terrorismo”, recalentada y actualizada con sangrientos efectos especiales, una nueva propaganda, un elenco familiar pero revisado de villanos demoníacos y un nuevo calendario de ataque militar.

Tres mil vidas fueron sacrificadas en los atentados del 11/s para la “guerra contra el terrorismo” fabricada contra “Al-Qaeda” y Osama bin Laden. Ahora, trece años de arremetida imperial continua y decenas de miles de muertes y atrocidades, con el ascenso del “Estado Islámico” se derribarán Siria e Irán y se transformará Irak, además de proporcionar un pretexto para causar estragos en cualquier otro lugar que el imperio desee.

Pero es la misma mentira, construida sobre los mismos pilares de propaganda: el mito del “enemigo exterior”, la amenaza del “terrorismo islámico”, eternos pretextos para galvanizar la opinión pública detrás de una agenda anglo-estadounidense para la conquista y la guerra sin fin.

Es la misma mentira, basada en la idea de que “terroristas islámicos” son enemigos de Occidente, cuando, de hecho está ampliamente documentado, estos terroristas son los mejores soldados de a pie y los activos de la inteligencia militar de Occidente

El Estado Islámico, como Al-Qaeda y todas las entidades que integran la “Jihad Islámica” es una creación de la CIA y de la inteligencia angloamericana (del ISI de Pakistán, de la inteligencia saudí, el MI6 británico, el Mossad israelí, etc). Las diversas milicias jihadistas y los activos de la inteligencia militar y los frentes en que está, Al-Qaeda, Al-Nusrah, etc son “Made in America”, y están abiertamente apoyados y utilizados por los Estados Unidos y sus aliados, como lo han sido de forma continuada desde la Guerra Fría. Estas fuerzas son cuidadosamente manipuladas y guiadas como armas de EE.UU. y la OTAN. Los terroristas son instrumentos fundamentales para las operaciones encubiertas y abiertas que están en curso en Siria y que están siendo dirigidas por Estados Unidos. Los terroristas dirigidos por losEE.UU. y la CIA derrocaron y desestabilizaron Libia y son parte integral de los próximos cambios de régimen. Bajo órdenes directas e indirectas de los patrocinadores Estados Unidos y la OTAN, estas “hordas de demonios” son, y seguirán siendo, los activos principales de la inteligencia militar detrás de cada acción geoestratégica importante en la región.

Hoy el IS se asemeja a Al-Qaeda y postula como favorito “hombre del saco”. La guerra enmascara la verdadera intención: el derrocamiento de Siria e Irán, y más allá.

Los “terroristas” son mostrados por la propaganda o como villanos o como “luchadores por la libertad”, según el día y el teatro militar. Los actos horribles de los escuadrones de la muerte, incluyendo decapitaciones y otras atrocidades, son un procedimiento operativo estándar en las operaciones negras de la CIA, técnicas de terror que se remontan a la Guerra de Vietnam y el Programa Phoenix, y se realizan por orden de la inteligencia militar de Estados Unidos y sus aliados. Las decapitaciones de civiles sirios han estado en curso desde hace años, pese al silencio mediático. La reciente ola de decapitaciones de estadounidenses y británicos se han llevado a cabo de forma selectiva (y en algunos casos por etapas) con fines propagandísticos. Es el teatro político diseñado para impulsar a las masas ignorantes y aleladas a fin de apoyar la guerra de represalia masiva.

Según las últimas encuestas, cuatro de cada cinco votantes estadounidenses registrados apoyan abrumadoramente ataques militares contra el Estado islámico. Las ignorantes y aquiescentes masas de estadounidenses continúan pacificadas por la propaganda “conmoción y temor” efecto de los atentados 11/s, y con entusiasmo apoyan cualquier “represalia” contra “los malos corta cabezas” y los que “amenazan América”; y no tienen ningún problema si hay que enviar a los jóvenes estadounidenses a las líneas del frente para que sean carne de cañón. Ellos están “defendiendo la libertad”. Los borregos estadounidenses creen (incluso quieren creer) en la Gran Mentira. Mientras que los ciudadanos de Hong Kong y de otros países toman con pasión la calle para luchar por su democracia, el estadounidense promedio ha abdicado de su tiempo y de su deber como ciudadano vigilante e informado. Están demasiado ocupados haciéndose selfies de desnudos (con sus cerebros podridos por el entretenimiento y las celebraciones de Hollywood del aparato de seguridad nacional).

Los autodenominados liberales y progresistas dan también la espalda a las acciones contra el Estado Islámico. Los pocos que tienen la menor idea de que el terrorismo islámico es un producto de la máquina de guerra de Estados Unidos terminan retorciéndose las manos sudorosas bajo la cortina de humo de la teoría del “rechazo”: la cansina idea de que losEE.UU. creamos pero perdimos el control de una fuerza yihadista que ahora debe contener es falsa. Estas milicias son soldados estratégicamente claves del imperio estadounidense, operativos que forman la fuerza principal que está detrás de los planes para derrocar a Siria, tal y como lo estaban en Libia. Esta no es una teoría, sino una operación militar y de inteligencia bien orquestada, envuelta bajo una conspiración criminal que es mantenida por consenso de la élite.

El terrorismo islámico “se detiene” en el momento en que sus patrocinadores CIA, MI, ISI, etc dejan de utilizarlo. La guerra misma se detendrá cuando las élites que han planeado esta Solución Final para hacerse con el control de las últimas reservas de petróleo que quedan en el planeta -la propia sangre que da vida al imperio Angloamericano – se detengan y renuncien a su guerra de conquista y codicia. El aparato entero colapsará. Pero esto no va a suceder ni aunque se diera el caso de una calamidad planetaria.

Amenazando a la humanidad, pretenden hacer la guerra contra el “hombre del saco” que ellos mismos crearon y siguen apoyando y usando. Sólo los peores tipos podrían concebir y llevar a cabo este horror.
La red estadounidense de muerte da pasos hacia el abismo
Con cada día que pasa, el aparente imperio anglo-estadounidense cae, dejando al descubierto la violencia en su núcleo.

Liderando la carga frente a las Naciones Unidas, el mendaz presidente Barack Obama tronó:
“Ningún Dios condona este terror. No puede haber ningún razonamiento -ninguna negociación-con esta marca del mal. El único idioma que entienden asesinos como este es el lenguaje de la fuerza “.
Está fue una actuación que proviene directamente del libro de jugadas del Tercer Reich y de Bush / Cheney, llena de amenazas, de falsa moral, charlatanería pseudo-religiosa e improperios dirigidos contra los supuestos enemigos. Aquí se mostró el verdadero Obama, un criminal de guerra. El fantasma de Hitler tiene que estar envidioso.

Ningún Dios perdona el engaño. Ningún Dios condona el terror de la guerra de conquista del imperio anglo-estadounidense. Ningún Dios condona el exterminio de decenas de miles de vidas en más de una década de la conquista imperial por el petróleo.

No hay ninguna razón -ninguna negociación- con el liderazgo criminal de un imperio que machaca y mata hasta el borde de la extinción. No hay no hay razonamiento – no hay negociación- con belicistas que han acabado con franjas enteras de humanidad.

No hay ninguna razón -ninguna negociación- con un imperio tan desesperado y sin respuestas que se dedica al gangsterismo de estado de derecho con sus operaciones de bandera falsa constituyendo su política exterior. No hay razonamiento con los que podrían, en el lapso de unos pocos meses, parar las operaciones de bandera falsa que desestabilizan Siria, a las que sirven de apoyo a una cábala de neonazis en Ucrania, los que planificaron y encubrieron el derribo de falsa bandera del Vuelo MH-17 (atribuido a Rusia), que apoyan el bombardeo y la conquista de Gaza por parte de Israel (culpándo a Hamas, a raíz del asesinato de adolescentes israelíes por terroristas del ISIL), y podrían detener el “repentino” advenimiento del Estado Islámico.

No hay ninguna razón -ninguna negociación- con un imperio que debería pero no se detendrá ante nada para controlar cada pulgada del subcontinente eurasiático, destruyendo toda oposición a lo largo del camino, incluyendo posibles confrontaciones nucleares con Rusia y China.

No hay ninguna razón – ninguna negociación- con los funcionarios y facilitadores de este imperio -en los gobiernos, en los medios de comunicación, en todas partes. Tampoco hay razonamiento -ninguna negociación- con los aborregados y su deterioro cognitivo.

No hay ninguna razón – ninguna negociación- con los asesinos, con los planificadores del mundo que hablan el “lenguaje de la fuerza”; estos “grandes hombres y mujeres” que mantienen a la humanidad en el desprecio.
No existe, de hecho, ningún razonamiento -ninguna negociación- con esta marca del mal.

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Larry Chin | Globalresearch Una traducción de disiciencia.wordpress

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