Pablo Gonzalez

Volviendo a Carlos Fonseca Amador

«La corrección ideológica no vale nada sin una consecuente conducta práctica, pero una conducta práctica positiva es insuficiente si no está acompañada de una definición ideológica revolucionaria». 

(Carlos Fonseca Amador; Volviendo a Carlos Fonseca Amador, ¿Qué es un sandinista?)

Esta recopilación documental es en sí misma un viaje a través del pensamiento del Comandante en Jefe Carlos Fonseca Amador.

 A través de sus líneas se puede comprender su evolución ideológica hasta alcanzar el marxismo-leninismo. 

Ese proceso de autodescubrimiento vivido por el comandante sólo puede ser entendido desde el estudio y rescate de las tradición «revolucionaria» del pueblo nicaragüense, condensada en la lucha antiimperialista del «general de hombres libres», entremezclado con el pensamiento científico característico de la dialéctica marxista que se dejó sentir en la Patria Grande desde ese salto cualitativo que significó y significa la Revolución Cubana.

El FSLN se desarrolló en una realidad económico-político y cultural adversa; de hecho, el FSLN convertido en vanguardia tubo que conducir ya no solo la interpretación de la lucha antiimperialista, antisomocista y por la liberación nacional, sino que debió de construir un núcleo político que sirviera de base -una vez conquistado el poder- para una revolución proletaria emancipadora comprendida desde el materialismo dialéctico.

 En ese sentido, el Frente Sandinista, bajo la dirigencia de Carlos Fonseca Amador, no solo «descubrió» las teorías más avanzadas de las luchas proletarias, sino que además tubo que introducirlo dentro del panorama político de un pueblo condenado al analfabetismo y secuestrado culturalmente. 

Hasta ese momento, el marxismo estaba reducido a pequeñas agrupaciones políticas cuya base estaba dentro de la pequeña burguesía, una suerte de pseudo-marxismo esnobista, derivado de la ausencia de una masa proletaria subproducto de la economía cuasi feudal imperante del momento.

El desarrollo del pensamiento de Carlos Fonseca Amador se dio en un momento en el que el pueblo nicaragüense -en la Etapa de Liberación Nacional- requería de la unidad de todas las fuerzas anti-somocistas; claro está, que ello no implicó que todas esas fuerzas tuvieran una concepción «progresista» del proceso; incluso, parte de esas fuerzas procedían de los sectores reaccionarios –oligarquía burguesía-, todo ello condicionó que a veces su discurso mostrara algunas características «eclécticas» que solo pueden ser entendidas bajo la realidad histórica. 

He allí la explicación del porque el comandante se concentró en la búsqueda de la unidad dentro de ese objetivo –antisomocismo-, pero hegemonizado y conducido ideológicamente por la vanguardia revolucionaria. Nótese que en sus últimos documentos ya intuye que hay un proceso de fraccionamiento de las fuerzas revolucionarias que concluiría con la aparición de las tendencias.

Adviértase que el núcleo marxista-leninista fue diluyéndose con la caída de sus principales exponente, al punto que al momento del triunfo de la revolución podrías asegurar que era inexistente, diluida en el frente. Con la ausencia de una vanguardia proletaria, la revolución triunfante se encaminó a la construcción de una legitimidad bajo la dictadura de la burguesía, el parlamentarismo burgués, la economía mixta, etc. 

En la práctica se tradujo en que la revolución que debía de ser socialista se quedó en un experimento pequeñoburgués. 

Notas

http://bitacoradeunnicaraguense.blogspot.com/2013/02/volviendo-carlos-fonseca-amador.html

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