El Pentágono ha informado que más de 600 soldados de EE.UU. destinados a Irak alertaron a médicos militares que habían quedado expuestos a armas químicas.
La información trasciende después de que el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Chuck Hagel, ordenara revisar los archivos de Pentágono, informa 'The New York Times'.
Se informa que la revisión puso al descubierto que 629 personas respondieron "sí" a la pregunta sobre exposición ante armas químicas.
El portavoz del ejército dijo que cada persona se sometió a un chequeo médico después de su misión.
Según el periódico, cuando los soldados estadounidenses revelaron hace más de 10 años que habían sufrido los efectos de las armas químicas, nadie les hizo caso.
El Pentágono no compiló los datos, no investigó a los veteranos autores de las quejas médicas y no advirtió a otros soldados, denuncia el rotativo.
Sin embargo, después de esta revelación, el Pentágono pidió a las autoridades de Salud Publica que identificara a todos los veteranos que reportaron exposición ante armas químicas.
También se ha abierto una línea telefónica para los soldados que dijeron haber sufrido los efectos de las armas prohibidas.
"Es demasiado poco y demasiado tarde", dijo al periódico Jordan Zoeller, exsargento del Ejército, que asegura haber quedado expuesto al gas mostaza en Irak, razón por la que ahora arrastra problemas de salud, como asma y psoriasis.