Pablo Gonzalez

Chocó, Chocó... cómo nos choca esto...


Chucky Santos ha suspendido las negociaciones de paz de La Habana. En fin. ¿Qué hacia un general vestido de civil en un pequeño bote junto a un triste cabo y una mujer, rumbo a un caserío perdido en un recóndito lugar selvático del departamento de Chocó y que han sido hechos prisioneros supuestamente por las FARC? 

El ministro de Defensa ha identificado a los secuestrados como el brigadier general Rubén Darío Álzate Mora, comandante de la Fuerza de Tarea Titán; el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras, y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de Proyectos Especiales de esa Fuerza de Tarea. 

"Esto es un secuestro y las cosas hay que llamarlas por su nombre. 

Un secuestro presumiblemente realizado por terroristas de las FARC que en este momento son responsables de la vida y la seguridad de las personas que se han llevado", ha advertido. 

En su comunicado, ha detallado que estas tres personas viajaron junto a un soldado en un bote a un caserío en Las Mercedes, donde "fueron sorprendidos por hombres de civil armados con fusiles que le retienen (a Álzate)". 

"Es importante decir que el general se encontraba de civil, en un bote civil y desarmado en estado de indefensión", ha agregado. (EP)

Si han sido las FARC, cabe recordar que éstas pidieron un alto el fuego mientras duraran las conversaciones de La Habana pero Santos se negó. Si no han sido las FARC, el narcoestado colombiano pretende fulminar el diálogo a instancias de Obama.

 Sea como fuere y respetando la decisión de las FARC pero aclarando que discrepamos con ella desde el principio, entendemos imposible negociar con el fascismo paramilitar porque sólo ofrecerán la paz de los cementerios. 

En ese sentido existen precedentes históricos en Colombia.

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