Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

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Analizan en Rusia escenarios golpistas promovidos por EEUU


ODALYS BUSCARON OCHOA / PL – Los golpes de Estado diseñados por los servicios secretos y las intervenciones de Estados Unidos durante décadas causaron a América Latina grandes sufrimientos, afirmó hoy la experta rusa Veronika Krasheninnikova. En un análisis entre expertos sobre el escenario que fraguó la administración del presidente Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger contra el gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile, Krasheninnikova dijo que Ucrania es una variante de ese guion.

Se refirió la directora del Centro de Periodismo Internacional, de la agencia de noticias Rossiya Segodnya, durante un panel, que al igual que en 1973, Washington se hizo de aliados entre los sectores ultraderechistas ucranianos.

Acentuó la experta el trabajo de penetración y conspiración llevado a cabo por los servicios secretos norteamericanos, con ayuda del Congreso, para erosionar al gobierno de Allende, tal como lo reflejó el periodista estadounidense Seymour Hersh en su artículo El precio del poder. Kissinger, Nixon y Chile, publicado en 1982.

Criticó Krasheninnikova que con regularidad se haga mal uso del término “revoluciones” en mención a los golpes de Estado diseñados para derrocar a gobiernos legítimos, como ha ocurrido en el espacio postsoviético, en los que jugaron un papel clave los tentáculos de los servicios secretos norteamericanos, aseveró.

Para la embajadora de Bolivia en Rusia, María Luisa Ramos, los métodos de penetración y de injerencia de Estados Unidos en América Latina no han cambiado, solo se perfeccionaron.

Estados Unidos -subrayó- continúa con los millonarios desembolsos de dinero a través de las organizaciones como la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), el Fondo para el Desarrollo de la Democracia (NED) y la Agencia Antidrogas (DEA), con propósitos injerencistas y desestabilizadores.

Indicó la diplomática que desde 2006, la embajada norteamericana en La Paz intensificó su labor de penetración en las estructuras de la policía boliviana y de complot con los sectores opositores reaccionarios.

El investigador del Instituto de América Latina, de la Academia de Ciencia de Rusia, Alejandro Jarlamenko halló coincidencias entre las atrocidades y la barbarie de los grupos ultrarradicales en las calles de Ucrania y los sucesos en Chile, en 1973, tras el sangriento golpe de Estado contra Allende.

Igualmente estableció un paralelo entre la aguda polarización social y política que originó la política de guerra fría en la sociedad chilena de entonces y la división clasista que se observa en el caso ucraniano, “con los mismos matices de racismo étnico”, enfatizó el experto.

Coincidió la investigadora Tatiana Vladimirskaya en que Estados Unidos ha usado históricamente a Latinoamérica como un laboratorio para ensayar las políticas y los instrumentos de presión que extenderá luego a otras partes del mundo.

Recordó que la agresiva política de injerencia, de intervenciones y chantaje de todo tipo comenzó justamente en la década de 1960, tras el triunfo de la Revolución cubana, en 1959, cuando muchos países del continente vieron las posibilidades de liberarse del yugo imperialista.

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