El enviado permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, denuncia que Turquía y Arabia Saudita entregan a los grupos terroristas que operan en Siria armas de la destrucción masiva.
Durante la presentación de un informe ante la Primera comisión de la ONU de Desarme y Seguridad Internacional, Jaafari, acusó a Ankara y Riad de estar "directamente involucradas en el suministro a estos grupos terroristas de armas químicas," según informa RIA Novosti.
Además, acusó a los países de prestar ayuda financiera a los grupos que aspiran a derrotar al presidente sirio, Bashar Al Assad, destacando el caso de Turquía por su supuesto apoyo a más de 100 grupos de los milicianos que actualmente operan en Siria.
En vez de "tender la mano" a Damasco para ayudarle a solucionar la actual crisis en el país, Ankara ha llegado a ser uno de los principales colaboradores de las organizaciones terroristas, escribe el diario 'Haaretz' citando al diplomático sirio.
Las declaraciones de Jaafari se producen solo una semana después de que el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se viera obligado a disculparse ante Turquía por sugerir que "Turquía y sus aliados en la región habían favorecido o facilitado intencionalmente el crecimiento del Estado Islamico o de otros extremistas violentos en Siria".