Pablo Gonzalez

Terrorismo made in U.S.A. en las Américas

La Operación Cóndor o Plan Cóndor es el nombre con el que es conocido el plan de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América -Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- y con la CIA de los EE.UU., llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.

Enmarcada en la Doctrina Truman[cita requerida], esta coordinación se tradujo en "el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con apremios psico-físicos, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como 'subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la región'".1 

El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.




Países participantes en la Operación Cóndor. 
Rojo: miembros activos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay).
Rosa: miembros esporádicos (Colombia, Perú, Venezuela). 
Violeta: EEUU.


Antecedentes

En el marco de la Guerra Fría encuadrada en la América Latina, se establecieron muchas operaciones destinadas a hacer desaparecer opositores y a usarlos como parte de la propaganda de miedo como por ejemplo la Operación Fénix en Ecuador. 

Un antecedente directo de estas operaciones fue el Decreto Noche y Niebla de Adolf Hitler. 

Un historiador estadounidense atribuye a un operativo de la CIA la organización de las primeras reuniones entre funcionarios de seguridad uruguayos y argentinos para discutir la vigilancia de los exiliados políticos y también su actuación como intermediaria en las reuniones entre los dirigentes de los escuadrones de la muerte brasileños y los argentinos y uruguayos.

Pero Estados Unidos hizo más que organizar los encuentros. La división de servicios técnicos de la CIA suministró equipos de tortura a brasileños y argentinos (entre otros) y ofreció asesoramiento sobre el grado de shock que el cuerpo humano puede resistir, señala también el mismo autor.

En 2007, la profesora estadounidense Patrice McSherry, de la Long Island University, mediante un documento secreto de la CIA, fechado en junio de 1976, confirma el secuestro y tortura de refugiados chilenos y uruguayos en Buenos Aires. 

Según ella, dichos planes emanaron en los años sesenta en la Escuela de las Américas y las Conferencias de Ejércitos Americanos, mediante las cuales Estados Unidos enseñó a los oficiales instruidos en ellas, acciones "preventivas" (torturas) en la región.

 Un documento desclasificado de la CIA con fecha 23 de junio de 1976, explica que ya "a principios de 1974, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos". McSherry determinó que "(...) un documento de la CIA, con fecha del 23 de junio de 1976, comprueba que un año antes del surgimiento oficial del Plan Cóndor, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos".4

La Operación Cóndor fue un pacto criminal que se puso en marcha cuando se contó con una verdadera red de dictaduras en el Cono Sur y en América Latina.

 El general Alfredo Stroessner llevaba ya una década en el poder en Paraguay,-desde 1954- . Asi como cuando los militares brasileños derrocaron al gobierno democrático y popular de João Goulart, en 1964.Después de una serie de golpes de Estado en Bolivia llegó al poder el general Hugo Bánzer en 1971. 

El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet bombardea el palacio presidencial La Moneda, derrocando al presidente socialista Salvador Allende. Coincidiendo con el plan general de “ajustar” el Cono Sur, donde crecían movimientos populares de envergadura, también en 1973, se instaló la dictadura cívico-militar en Uruguay.

 Así mismo, sólo tres años después, el 24 de marzo de 1976, una Junta Militar, presidida por el general Jorge Rafael Videla, tomó el poder en Argentina, país en el cual había comenzado a actuar la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) desde el 21 de noviembre de 1973, cuando Juan Domingo Perón todavía era presidente. La Triple A actuó en una coordinación criminal, con la dictadura de Pinochet en Chile. Esto surgirá en las investigaciones sobre la Operación Colombo, un modelo de guerra sucia que actuó en 1975.

El Plan Cóndor fue una operación similar a la estrategia de la tensión utilizada en Italia en los setenta, la cual estaba dirigida por la llamada Operación Gladio, de la que Licio Gelli fue un miembro.

Historia

El Plan Cóndor fue establecido el 25 de noviembre de 1975 en una reunión realizada en Santiago de Chile entre Manuel Contreras, el jefe de la DINA (policía secreta chilena), y los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina (gobernada por Isabel Martínez de Perón), Bolivia, Paraguay y Uruguay (estos últimos con gobiernos militares).

A partir de 1976, la DINA chilena y su par argentino, la SIDE, fueron la vanguardia del Plan Cóndor. Los "vuelos de la muerte", -también fueron ampliamente utilizados durante la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) por las fuerzas francesas, a fin de que los cadáveres, y por lo tanto las pruebas, desaparecieran. También existieron muchos casos de tráfico de bebés en el Proceso de Reorganización Nacional.

El 22 de diciembre de 1992, un volumen importante de información sobre la Operación Cóndor salió a la luz cuando José Fernández, un juez de Paraguay, visitó una comisaría en el Lambaré -conurbano de Asunción- para buscar archivos de un ex preso político. En su lugar se encontró con lo que se conoció como los "archivos del terror", detalla el destino de miles de latinoamericanos secretamente secuestrados, torturados y asesinados por los servicios de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Algunos de estos países han utilizado desde entonces algunas partes de este archivo para procesar a ex oficiales del ejército. Los archivos cuentan 50.000 personas asesinadas, 30.000 desaparecidos y encarcelados 400.000.7

De acuerdo con estos archivos, otros países como Perú cooperaron en diversos grados, proporcionando información de inteligencia en respuesta a las peticiones de los servicios de seguridad los países del Cono Sur. A pesar de que Perú no se encontraba en la reunión secreta de noviembre de 1975 en Santiago de Chile, hay pruebas de su colaboración con los regímenes del Cono Sur. Por ejemplo, en junio de 1980, se conoció que el gobierno de Perú colaboró con agentes argentinos del Batallón de Inteligencia 601 en el secuestro, tortura y desaparición de un grupo de Montoneros que se encontraban exiliados en Lima.

Los "archivos del terror" también revelaron la cooperación, en mayor o menor grado, de los gobiernos de Colombia y de Venezuela (se supone que Luis Posada Carriles se encontraba en la reunión secreta que ordenó el asesinato de Orlando Letelier con un coche bomba). Se ha alegado también que la organización paramilitar colombiana conocida como Alianza Americana Anticomunista puede haber cooperado con la Operación Cóndor. Brasil firmó el acuerdo más tarde -en junio de 1976-, y se negó a involucrarse en acciones fuera de América Latina.

Casos Notables

El asesinato del general chileno Carlos Prats en Argentina y del ex ministro del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier en Estados Unidos, fueron partes de la operación , además del atentado para asesinar en Roma a Bernardo Leighton, organizado por el terrorista italiano Stefano Delle Chiaie, quien era un miembro de la Operación Gladio. 

Quien accionó la ametralladora que hirió gravemente a Bernardo Leighton y a su esposa, fue el terrorista de origen cubano Orlando Bosch Ávila, implicado con Luis Posada Carriles en el sabotaje con una bomba de C4 de un avión de la Cubana de Aviación, que estalló frente a las costas de Barbados en 1976 (murieron 73 personas). En Madrid intentaron secuestrar a líderes del MIR chileno mientras que en Roma operaron contra disidente políticos argentinos.

Los agentes de la Operación Cóndor actuaron tanto en países de América Latina como en Estados Unidos y Europa.

Con Vincenzo Vinciguerra, el italiano Stefano Delle Chiaie ha hablado sobre los asesinatos de Prats y Letelier; según él, participó en las dos operaciones, el ciudadano estadounidense Michael Townley ex agente de la CIA. El terrorista cubano-estadounidense Luis Posada Carriles también participó en la reunion en la que se decidió asesinar a Orlando Letelier, quien se había exiliado en Estados Unidos de Norteamérica. Además, según investigaciones actuales, puede ser que Eduardo Frei Montalva haya sido asesinado por veneno creado en la Colonia Dignidad.

En Argentina

El 30 de septiembre de 1974, en Buenos Aires, el retirado general del ejército chileno Carlos Prats fue asesinado junto con su esposa Sofía Cuthbert, fuera de su propio departamento, por una bomba activada a control remoto, tirando los desechos hasta el balcón planta novena del edificio de enfrente.9

Según documentos secretos entregados a la prensa, el agente de la DINA Juan Morales Salgado vigilaba los detalles de la vida de Prats y su esposa.10 Días antes del atentado de Prats y su esposa habían iniciado trámites secretos para dejar el país. El autor material del atentado fue el ciudadano estadounidense Michael Townley, agente de la CIA

Sin embargo, las operaciones no siempre se trataron de asesinatos, también se ocupaban de la captura y entrega de personas consideradas "sediciosas" o "subversivas" por los distintos regímenes dictatoriales. Un caso de importante repercusión fue el del matrimonio Zaffaroni, quienes fueron secuestrados y desaparecidos en Argentina el 27 de septiembre de 1976. Ambos fueron trasladados al centro clandestino Automotores Orletti. 

Luego fueron trasladados a Uruguay. Este caso tomó relevancia en 1998 al ser encontrada la hija de la pareja, Mariana Zaffaroni Islas, quien había sido apropiada por un agente de la Secretaría de Inteligencia.

La dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983 a partir de un golpe de estado que derrocó al gobierno constitucional de la presidente María Estela Martínez de Perón e instaló en su lugar una junta militar encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas. Esta etapa, a la que suele referirse simplemente como «el Proceso», es considerada «la dictadura más sangrienta de la historia argentina». 

Se caracterizó por el terrorismo de estado, la constante violación de los derechos humanos, la desaparición y muerte de 30 mil personas, el robo sistemático de recién nacidos y otros crímenes de lesa humanidad. Un largo derrotero judicial y político ha permitido condenar a parte de los responsables en juicios que aún continúan su curso.

En Brasil

La no necesidad de una actuación o intervención destacada de EE. UU. en Brasil prevaleció tras una tradición por parte de esta última de dictadura militar conservada y afincada en el poder desde Castelo Branco, pasando por los años más represivos con Emílio Garrastazu Médici, hasta la apertura democrática realizada hacia el final de la dictadura de João Figueiredo en 1985.

El general Ernesto Geisel asumió la presidencia en 1974 y comenzó su proyecto de redemocratización a través de un proceso, que según él sería «lento, gradual y seguro.» Geisel acabó con la indisciplina militar que había asolado al país desde 1889,114 así como con la tortura de presos políticos, la censura a los medios y, finalmente, con la propia dictadura, luego de anular la Ley Institucional Número Cinco en 1978.108 Sin embargo, el régimen militar continuó con su sucesor, el general João Figueiredo, para completar la plena transición hacia la democracia.116 Los civiles volvieron completamente al poder en 1985

En Uruguay

El evento con mayor reconocimiento internacional fue el objeto la represión de Uruguay en Brasil en un evento que ocurrió en noviembre de 1978 y, más tarde conocida como la "O sequestro dos uruguaios», es decir, "El secuestro de los uruguayos". En aquella ocasión, bajo el consentimiento del régimen militar brasileño, altos oficiales del ejército uruguayo viajaron en secreto con dirección a Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul. Allí secuestraron a una pareja de militantes de la oposición política uruguaya, Universindo Rodríguez Díaz y Lilian Celiberti, junto con sus dos hijos, Camilo y Francesca, 8 y 3 años de edad.

La operación ilegal fracasó cuando dos periodistas brasileños --el reportero Luiz Cláudio Cunha y el fotógrafo João Baptista Scalco, de la sucursal de la revista Veja en Porto Alegre -- alertados por una llamada telefónica anónima, fueron al departamento donde vivía el matrimonio, en el barrio del Menino Deus de la capital gaúcha. Allí, confundidos con compañeros de los uruguayos, los periodistas fueron recibidos por hombres armados que mantenían retenida a Lílian. Universindo y sus hijos ya habían sido llevados a Uruguay clandestinamente. La inesperada llegada de los periodistas rompió el sigilo de la operación, que rápidamente fue desmontada para llevar también a Lílian a Montevideo.

En 1980, dos inspectores de la DOPS (Departamento de Orden Político y Social, una rama oficial de la policía a cargo de la represión política durante el régimen militar) fueron condenados por la Justicia brasileña, los hombres armados que habían detenido a los periodistas en el apartamento de Lilian en Porto Alegre. Eran João Augusto da Rosa y Orandir Portassi Lucas (un ex jugador de fútbol conocido como Didi Pedalada), ambos identificados como participantes en la operación de secuestro por parte de los periodistas y la pareja de Uruguay, lo que sin duda confirma la participación del Gobierno del Brasil en la Operación Cóndor. En 1991, a través de la iniciativa del gobernador Pedro Simón, el Estado de Rio Grande do Sul reconoció oficialmente el secuestro de los uruguayos y los compensó por él, inspirando al gobierno democrático del presidente Luis Alberto Lacalle de Uruguay a hacer lo mismo un año después.

El 27 de junio de 1973 el entonces presidente, Juan María Bordaberry, disuelve el parlamento con el apoyo de las Fuerzas Armadas y meses más tarde crea un Consejo de Estado con funciones legislativas, de contralor administrativo y con encargo de proyectar una reforma constitucional "que reafirme los principios republicanos-democráticos", restringe la libertad de expresión de pensamiento y faculta a las FF.AA. y policiales para asegurar la prestación ininterrumpida de los servicios públicos.

El golpe de estado de junio de 1973 y su Consejo de Estado resultante se vio inmediatamente resistido por gran parte de la ciudadanía y por los trabajadores agrupados en la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), así como también por el Movimiento Estudiantil, principalmente representado por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) de la Universidad de la República, quienes realizaron una huelga general de 15 días de duración, la más larga de la historia hasta el momento.

Las Fuerzas Armadas detuvieron a dirigentes de izquierda y a otros ciudadanos sin posición política acusándolos de sedición durante todo el tiempo que duró la dictadura militar, es decir, hasta 1985, así como también (durante breves lapsos) a connotados dirigentes de los partidos políticos tradicionales como Jorge Batlle Ibáñez y Luis Alberto Lacalle de Herrera, quienes posteriormente serían Presidentes de la República con la vuelta a la democracia, entre otros.

Los integrantes de partidos "de izquierda" fueron recluidos en casi total incomunicación y sufrieron apremios físicos y psicológicos (comprobados posteriormente por organismos como la Cruz Roja Internacional), mientras que los de los partidos tradicionales fueron liberados, sin dejar por ello de ser sospechosos en todo momento y sometidos a vigilancia permanente. 

En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan desaparecidas otras 140 personas.16

En 1976, al terminar Bordaberry su mandato constitucional, ante la convicción de que el caos político que había vivido el país era responsabilidad de su sistema político, propone a la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas una reforma del sistema institucional del país, eliminando los partidos políticos y sustituyéndolos por "corrientes de opinión" en un sistema de corte corporativista, idea que no es compartida por los militares.

 Las desavenencias entre Bordaberry y los militares generaron la crisis política de junio de 1976, que culminó con la remoción del presidente y la designación interina de Alberto Demicheli para ocupar la primera magistratura.

Demicheli, quien hasta entonces había ejercido la presidencia del Consejo de Estado, asume la presidencia de la República el 12 de julio. Como primeras medidas de su gobierno, procedió a firmar las Actas Institucionales 1 y 2, por las que suspendía "hasta nuevo pronunciamiento" la convocatoria a elecciones generales (previstas para noviembre de ese mismo año) y se creaba el "Consejo de la Nación". 

En cuanto a lo que se refiere a la política económica, Demicheli ratificó el Plan Nacional de Desarrollo creado en 1972 durante el gobierno de Bordaberry. 

La política económica aplicada procuraba una reformulación radical de las bases del funcionamiento económico del país, una nueva alianza entre los militares y la tecnoburocracia, encaminada a la transformación de las estructuras productivas del comercio exterior, de la distribución del ingreso, de la demanda y de los precios relativos, en un marco de amplia liberalización y apertura de la economía. 

Finalmente, el 1 de setiembre del mismo año, Demichelli delega la presidencia a Aparicio Méndez (ex Ministro de Salud Pública), quien asume por un período de cinco años.

En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos. De acuerdo al informe final de la Comisión para la Paz hay 174 detenidos desaparecidos, los que se desglosan: 167 uruguayos adultos, 6 argentinos desparecidos en Uruguay, 1 hijo de personas detenidas o presuntamente desaparecidas.

Según el lugar de desaparición, los uruguayos adultos desaparecidos se desglosan: 28 en Uruguay, 130 en Argentina, 7 en Chile, 2 en Paraguay.

En Chile

Cuando Augusto Pinochet fue arrestado en Londres en 1998 en respuesta a la petición del magistrado español Baltasar Garzón para su extradición a España, información relativa a la Operación Cóndor fue revelada. Uno de los abogados que pidieron su extradición habló de un intento de asesinar a Carlos Altamirano, líder del Partido Socialista de Chile: se afirmó que Pinochet se reunió con el terrorista italiano Stefano Delle Chiaie durante el funeral de Franco en Madrid en 1975 para asesinar a Altamirano. 

Pero como con Bernardo Leighton, quien fue baleado en Roma en 1975 después de una reunión el mismo año en Madrid entre Stefano Delle Chiaie, el ex agente de la CIA Michael Townley y anti-castrista Virgilio Paz Romero, el plan finalmente fracasó.

El General Carlos Prats y su esposa fueron asesinados por la DINA chilena el 30 de septiembre de 1974 por un atentado con coche bomba en Buenos Aires, donde vivían en el exilio. En Chile, el juez de instrucción de este caso, Alejandro Solís, determinó definitivamente el fin a la persecución de Pinochet por este caso en particular después de que la Corte Suprema de Chile rechazó una demanda para revocar su inmunidad judicial en enero de 2005.

 Los líderes de la DINA, entre ellos el jefe Manuel Contreras, ex jefe de la operación y el general retirado Raúl Iturriaga Neumann, su hermano Roger Itturiaga, y los ex-brigadieres Pedro Espinoza Bravo y José Zara, están acusados en Chile de este asesinato. 

El agente de la DINA Enrique Arancibia Clavel fue condenado en Argentina por el asesinato.

Otro objetivo fue Orlando Letelier, ex ministro del gobierno de Allende que fue asesinado por la explosión de un coche bomba en Washington, el 21 de septiembre de 1976. Su asistente, Ronni Moffitt, ciudadana de los EE.UU., también murió en la explosión. Michael Townley, el general Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, y el brigadier Pedro Espinoza Bravo, también antes de la DINA, fueron condenados por los asesinatos. 

En 1978, Chile aceptó entregar Townley a los EE.UU., a fin de reducir la tensión sobre el asesinato de Letelier. Townley, sin embargo, fue liberado en el marco del programa de protección de testigos. La justicia de EEUU está a la espera de Manuel Contreras y Pedro Espinoza a ser extraditado.

En un artículo publicado 17 de diciembre de 2004 en el Los Angeles Times, Francisco Letelier, hijo de Orlando Letelier, escribió que el asesinato de su padre fue parte de la Operación Cóndor, que se describe como "un intercambio de inteligencia de red utilizado por seis dictadores del Sur de la época para eliminar a los disidentes ". 

Francisco Letelier, declaró: "El asesinato de mi padre era parte del Cóndor." Michael Townley ha acusado a Pinochet de ser responsable de la muerte de Orlando Letelier. Townley confesó que había contratado a cinco cubanos anticastristas exiliados para colocar la bomba en el coche de Letelier.

La Junta de Gobierno (también conocida como Junta Militar) fue un organismo que asumió el poder público en Chile tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Primero desempeñó el "mando supremo de la nación" y, posteriormente, ejerció sólo las funciones constituyente y legislativa. Se mantuvo en funciones hasta el 11 de marzo de 1990.

Al constituirse, estuvo integrada por el Jefe en Comandante del Ejército, Augusto Pinochet Ugarte, el Jefe en Comandante de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh Guzmán el Jefe en Comandante de la Armada, José Toribio Merino, y por el General Director de Carabineros, César Mendoza Durán (los dos últimos acaban de tomar las jefaturas supremas de sus ramas).

El 24 de julio de 1978, el general Gustavo Leigh fue destituido por los demás integrantes de la junta y reemplazado por Fernando Matthei Aubel, que asumió la comandancia de la Fuerza Aérea; y el 2 de agosto de 1985, el general César Mendoza renunció a la Dirección de Carabineros, siendo reemplazado por el general Rodolfo Stange, que pasó a integrar por tanto la junta. Además, en 1981, el general Pinochet dejó de ser miembro de la junta, de acuerdo a la Constitución de 1980, que estableció en su norma transitoria decimocuarta que, atendido que ejercía a la vez como Presidente de la República, no integraría la Junta de Gobierno y lo haría en su lugar, como miembro titular, el oficial General de Armas del Ejército que le siguiera en antigüedad (aunque podía reemplazar a dicho integrante en cualquier momento, por otro oficial general siguiendo el orden de antigüedad).

 En aplicación de dicha disposición, el Ejército estuvo representado en la junta de gobierno por los Tenientes Generales César Benavides (1981-1985), Julio Canessa Robert (1985-1986), Humberto Gordon (1986-1988), Santiago Sinclair (1988-1989) y Jorge Lucar Figueroa (1989-1990).

1.209 desaparecidos, de estas 1.209 personas, 60 eran extranjeros, 79 eran mapuches y 54 eran menores de edad.

En Paraguay

El 4 de mayo de 1954, ya nombrado general, Stroessner dio un golpe de estado con la finalidad de "mantener el orden". Dado el interés en revestir legalmente dicho acto, la Junta de Gobierno del Partido Colorado, en su sesión del 5 al 8 de mayo, resolvió la necesidad de informar al entonces Presidente de la República, Federico Chaves, de la necesidad y conveniencia de presentar su renuncia (lo cual efectuó), designar al General Stroessner como candidato del partido para el periodo constitucional restante (1953-1958), y establecer el 15 de agosto como fecha de asunción del cargo por parte del nuevo Presidente. En esta fecha, la Asamblea Nacional, compuesta sólo por colorados, aceptó por unanimidad el nombramiento, y Stroessner asumió formalmente la Presidencia. 

El 9 de febrero de 1958, respaldado por el Partido Colorado y como candidato único, volvió a ser elegido presidente constitucional.

En 1959, Stroessner disolvió la Cámara de Representantes, compuesta solamente por colorados, y convocó elecciones generales. 

A partir de 1962 y hasta 1989 el sistema pasó a ser de pluralismo restringido. En 1967, el General-Presidente convocó una Convención Nacional para crear una nueva Constitución, permitiendo a los partidos febrerista y liberal formar parte de dicha convención.

 En 1963, Stroessner juró su tercer mandato. En 1968 se produjo la reelección de Stroessner, que juró su cuarto mandato el 16 de agosto. 

El sistema electoral vigente en las elecciones del 63 era el de mayoría con prima, consistente en la adjudicación de 2/3 de los escaños al partido que hubiese ganado la mayoría simple de votos. En 1977 fue necesario hacer una enmienda a la Constitución para poder reelegir al presidente sucesivamente y de forma vitalicia. En 1983 se celebraron elecciones generales, saldadas con un nuevo triunfo de Stroessner, que fue reelegido con el 90% de los votos.

A lo largo de 1986, y en los primeros meses de 1987, los componentes del ala radical del Partido Colorado se manifestaron varias veces como partidarios de que el general Stroessner, con sus setenta y tres años, se presentara otra vez para un nuevo mandato presidencial, que se iniciaría en 1988. Otra rama del partido propuso la candidatura de su hijo Gustavo, de cuarenta y dos años, teniente coronel de la Fuerza Aérea. El 14 de febrero de 1988, el general Stroessner fue nuevamente reelegido, por séptima vez.

La clave del éxito del General Presidente fue la conformación, ya intentada por sus antecesores militares (Franco, Estigarribia, Morínigo), de crear un estrecho vínculo de poder entre la Asociación Nacional Republicana, las Fuerzas Armadas y el Gobierno, quedando el general como eje de ese triángulo: Jefe del Ejecutivo, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y Presidente Honorario del Partido Colorado. Durante todo su mandato, Stroessner fue eliminando, tanto en las Fuerzas Armadas como en el Partido Colorado, toda posible oposición a su persona. 

El país entró en un periodo en el que la prebenda y el clientelismo eran cotidianos.

El desarrollo económico se centró principalmente en la modernización de las infraestructuras, para lo cual se pusieron en marcha obras colosales e innecesarias, que dejaban un margen de ganancia personal muy elevado (la presa de Itaipú, que Paraguay pagó menos de 10% de la contrucción, y disfruta de 50% de su potencial enrgético); en la venta de tierras a extranjeros para mantener el modelo agro-exportador, y en la ampliación del sector financiero en detrimento del industrial.

 En el orden social, las consecuencias de la dictadura fueron especialmente graves: el empobrecimiento campesino, la progresiva creación de focos marginales en centros urbanos, la alarmante destrucción del medio ambiente y una fuerte represión social y política.

La larga dictadura de Alfredo Stroessner se convirtió en coetánea de los dictadores Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet. Los Archivos del horror de Paraguay de 1992 constituyen una de las evidencias más poderosas de la represiva dictadura paraguaya.

Según los Archivos del Terror descubiertos por Martín Almada, en la ciudad de Lambaré, Paraguay, en 1992, el Plan Cóndor dejó un saldo de 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400 000 presos.

En Bolivia

Los gobiernos militares llevaron a cabo una política de reformas económicas conservadoras, como la reapertura de la industria de las minas de estaño a las inversiones privadas extranjeras. En julio de 1966 René Barrientos fue elegido presidente ya como civil. 

Sin embargo, se vio obligado a depender de los militares para poder enfrentarse a los movimientos guerrilleros que habían empezado a actuar en las regiones montañosas. 

En octubre de 1967 el Ejército boliviano anunció haber derrotado a los rebeldes en un lugar próximo a la aldea de Vallegrande. Había sido capturado en el campo de batalla Ernesto Che Guevara, siendo poco después ejecutado. 

Barrientos murió en un extraño accidente de helicóptero en abril de 1969. Se sucedieron en el poder una serie de gobiernos de corta duración, la mayoría militares, y en agosto de 1971 el general Juan José Torres fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el coronel Hugo Banzer.

El régimen de Banzer viró rápidamente desde una posición relativamente moderada a una de mayor represión: suprimió el movimiento obrero, suspendió todos los derechos civiles y envió tropas a los centros mineros. En 1978 Banzer dimitió y una junta militar se hizo con el poder. 

A comienzos de la década de 1980 el fuerte crecimiento económico de la década anterior —que había sido sostenido por los altos precios del estaño en el mercado mundial— dio paso a la crisis. La caída del precio del mineral y la mala administración de los regímenes militares habían dejado a Bolivia con una inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y un descenso de los ingresos por exportaciones. 

La exportación ilegal de cocaína fue el principal recurso que le procuró divisas, por lo que Estados Unidos presionó al gobierno de Bolivia para que tomara medidas efectivas contra el tráfico de esta droga.

Enfrentada a problemas raciales y culturales, Bolivia ha conocido revoluciones y golpes militares. A principios de la década de los 80 fue derrocada la última junta militar que gobernaba el país para reinstaurar la forma de gobierno democracia.

El Golpe militar liderado por el General Hugo Banzer Suárez, en agosto de 1971, inició uno de los gobiernos de facto más sangrientos en la historia del país. 

Este Comité impulsor agrega que fueron denunciadas más de 14,000 detenciones ilegales de personas, muchas de las cuales fueron sometidas a crueles torturas; más de 6,000 exiliados, masacres; desaparición forzada de mas de 70 personas.

El rol de Estados Unidos

Por los archivos desclasificados de la CIA, se supo que Manuel Contreras, jefe de la DINA en Chile, fue invitado en 1975 al cuartel General de la CIA en Langley Virginia, por 15 días. Después de esa visita, Contreras aparece como "creador" de la Operación Cóndor. El periodista e investigador Cristopher Hitchens sindica a Henry Kissinger como ideólogo de dicha operación.

Un cable de 1978 del embajador de EEUU en Paraguay, Robert White, al Secretario de Estado Cyrus Vance, fue publicado el 06 de marzo de 2001 por el diario The New York Times. El documento fue liberado en noviembre de 2000 por el gobierno de Clinton en el marco del Proyecto de Desclasificación de Chile.

 En el cable, el embajador White informó de una conversación con el general Alejandro Fretes Dávalos, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Paraguay, quien le informó que los jefes de inteligencia de América del Sur involucrados en Cóndor "[se mantenían] en contacto unos con otros a través de una instalación de EEUU en la Zona del Canal de Panamá que cubre[cubría] toda América Latina ". 

Según Dávalos, esta instalación era "empleada para coordinar información de inteligencia de los países del Cono Sur". Robert White temía que la conexión de EEUU con la Operación Condor podría ser revelados públicamente en el momento del asesinato en Orlando del ex ministro chileno Orlando Letelier y su asistente estadounidense Ronni Moffitt que estaba siendo investigado. White informó por un cable que "parece conveniente revisar este acuerdo para asegurar que su continuación es del interés de EEUU".

El intercambio de información "[a través de télex] incluía la tortura técnica (por ejemplo, <<ahogo seco>>, y reproducir las grabaciones de las víctimas que estaban siendo torturadas a su familia).

Esto demuestra que EEUU facilitó las comunicaciones para la Operación Cóndor, y ha sido denominado por Patrice McSherry (Univ. de Long Island.) "otra prueba de peso que sugiere que el ejército de EEUU y funcionarios de inteligencia apoyaron y colaboraron con Condor como socio secreto o patrocinador."

Los EEUU fue un miembro clave, siempre "proporcionó la organización, la inteligencia y tecnológicos de asistencia financiera a la operación."

Material desclasificado en 2004, señala que: Los documentos desclasificados muestran que Kissinger fue informado sobre Cóndor y sus "operaciones de asesinato" el 5 de agosto de 1976, en un informe de 14 páginas de Shlaudeman. "A nivel internacional, los generales de América parecen nuestros chicos", advirtió Shlaudeman. "Somos identificados especialmente con Chile.

 No nos puede hacer ningún bien." Shlaudeman y sus dos diputados, William Luers y Ryan Hewson, recomendaron acciones. 

En el transcurso de tres semanas, redactaron un tenor con gestiones de cautela, aprobado por Kissinger, en el que dio instrucciones a los embajadores de EEUU en el Cono Sur para cumplir con los respectivos Jefes de Estado respecto del Plan Cóndor. 

Él les ordenó que expresaran "nuestra profunda preocupación" acerca de "rumores" de "los planes para el asesinato de subversivos, políticos y figuras prominentes tanto dentro de las fronteras nacionales de algunos países del Cono Sur y en el Extranjero."

En definitiva, la gestión nunca se realizó. Kornbluh y Dinges sugieren que la decisión de no enviar la orden Kissinger se debió a un cable enviado por el Subsecretario Harry Shlaudeman a su adjunto en Washington que establecía que "sólo tiene que instruir a los embajadores de no tomar ninguna otra medida, señalando que no ha habido informes en algunas semanas que indiquen la intención de activar el régimen Cóndor."

 McSherry, añade: "De acuerdo con [el Embajador de EEUU en Paraguay Robert] Blanco, las instrucciones del secretario de Estado no pueden ser ignoradas a menos que haya una contraorden recibida a través de canales alternos secretos (de la CIA)." Kornbluh y Dinges llegan a la conclusión de que "El rastro de papel es claro: el Departamento de Estado y la CIA tenía inteligencia suficiente para tomar medidas concretas para impedir el asesinato planificado en la Operación Cóndor. Esas medidas fueron iniciadas, pero nunca se las implementó." 

El adjunto de Shlaudeman, Hewson Ryan, más tarde reconoció en una entrevista oral que el [[Departamento de Estado fue "negligente" en su manejo del caso. 

"Supimos muy pronto que los gobiernos de los países del Cono Sur se enontraban planificando, o al menos hablando, algunos asesinatos en el Extranjero en el verano de 1976. … 

Si hubiéramos intervenido, los podríamos haber evitado esto, no lo sé ", afirmó en referencia al atentado Letelier-Moffitt. "Pero no lo hicimos."

http://www.taringa.net/posts/info/13436903/Operacion-Condor---Terrorismo-made-in-U-S-A-en-las-Ameri.html

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