Pablo Gonzalez

Que lujo de pobreza


La presente noticia la encontré en RT y ejemplifica las altas cotas de degradación ética que está alcanzando este malsano sistema que nos está aplastando. 

Se trata de una muestra más del decadente esnobismo capitalista que practican los cada vez menos "pudientes" frente a una gran y creciente mayoría de seres desplazados.

Ahora los ricachones, de la mano de la compañía Emoya Luxury Hotel, pueden "disfrutar" de un hotel, inaugurado el año pasado en Sudáfrica, que combina el ambiente de los barrios bajos con el confort de Europa Occidental.

A continuación tienen más fotos e información sobre este aberrante resort turístico. Sólo puedo evocar, ante tan infame proyecto, la canción "El ataque de los hambrientos" de La Polla Records (disco "Revolución" de 1985). 

Una horda de famélicos y oscuros seres desesperados debería arrasar el sitio cuando esté repleto de orondos blancos lechosos. 

Al menos vivirían una espectacular y terminal experiencia en genuino 3D con Dolby Surround y sangre incluida.

El hotel consta de doce casas de chapa pintadas de verde, rojo y amarillo con la bandera nacional estampada en las puertas. 

Cada casa cuenta con cuatro camas, electrodomésticos y sanitarios al estilo de los años 80. En las cocinas hay hervidoras eléctricas, una radio y un horno con dos hornillos.

 Los aseos están en la calle, pero las casas cuentan con ducha de agua fría y caliente, velas, lámparas de queroseno, suelos con calefacción y Wi-Fi de banda ancha.

 Entre las instalacionas también hay un salón spa. 

El alquiler de una casa entera cuesta 850 randes sudafricanos (unos 80 dólares) por noche.

 El desayuno asciende a 110 randes (unos 10 dólares) por persona. En 2013, el portal 'Gizmodo' publicó un artículo con el título "Barrios bajos falsos para los turistas de lujo que no quieren ver la pobreza real". 

La autora señala que Emoya Luxury se esforzó mucho para crear un ambiente de barrios bajos, protegidos de cualquier tipo de delincuencia, enfermedades y problemas sanitarios como los que existen en cualquier barrio bajo real.

 "Para qué vivir en los barrios bajos si uno se puede hospedar en un hotel caro que parece un barrio bajo?", concluye el portal. 

Pese a las críticas, la administración del hotel asegura que las habitaciones están llenas todos los días al 65%. 


















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