Las atrocidades que cometen los carteles mexicanos sobrepasan las del Estado Islámico tanto en número como en crueldad: es la conclusión a la que ha llegado un investigador de EE.UU. tras una detallada comparación.
A pesar de que últimamente toda la atención de la comunidad internacional parece estar concentrada en los horrores del Estado Islámico, otros grupos organizados presentan un peligro aún mayor, como por ejemplo los carteles mexicanos, opina el investigador de la Iniciativa Sudoriental para el Estudio de Conflictos del Oriente Medio, Musa Al-Gharbi, informa ‘Aljazeera America‘.
El primer argumento del experto es que mientras que en Irak en 2014 se ha acabado con la vida de 9.000 civiles, el número de víctimas de carteles mexicanos en 2013 sobrepasó las 16.000. Asimismo, Al-Gharbi apunta que la cifra real puede ser mayor dada la tendencia del Gobierno mexicano a reducir el número de muertes.
Además, como indica el autor, los carteles llevan a cabo cientos decapitaciones todos los años. Más aún, son conocidos por desmembrar y mutilar los cuerpos de las víctimas, para después exponerlos a la vista con vistas a atemorizar a la población.
Con el mismo propósito, los carteles también atacan a niños y mujeres, y, al igual que el EI, publican las imágenes gráficas de sus delitos en las redes sociales.
Los narcotraficantes reclutan a niños para que participen en misiones suicida, secuestran decenas de miles de menores todos los años para usarlos como “mulas”, prostitutas o simplemente para asesinarlos y vender sus órganos en el mercado negro.
Mientras que muchos medios de comunicación en México han sido silenciados a través de sobornos o intimidación, desde 2006, los carteles han sido responsables del asesinato de 57 periodistas.
Frente al EI, que ha matado a dos estadounidenses, los carteles mexicanos han asesinado a 293 ciudadanos de EE.UU. entre 2007 y 2010.
El experto cree que está claro que la campaña contra del EI no está basada en la amenaza que representa para EE.UU. o su crueldad, ya que de ser así, la sociedad estaría mucho más indignada y aterrorizada por los carteles.
Al-Gharbi concluye con la siguiente afirmación: “Una cosa está clara. La obsesión estadounidense con el EI viene provocada más por la islamofobia que por cualquier otra realidad empírica”.