Según un informe publicado este lunes, el ejército de Ucrania utilizó bombas de racimo en la ciudad de Donetsk contra la población de la ciudad, que en tiempos de paz tenía alrededor de un millón de habitantes. El uso de este tipo de armamento está prohibido en 114 países.
El informe recoge testimonios de víctimas y testigos, además de las pruebas físicas del uso de estas bombas, también conocidas como ‘bombas clúster’.
La munición se abre dejando caer cientos pequeñas bombas de alto poder explosivo, antipista, antipersona, perforantes o incendiarias.
Según publica en New York Times, los efectos del uso de estas bombas es evidente en la región, y en la zona ocupada por los soldados ucranianos los ciudadanos de la ciudad encontraron restos sin explosionar de este tipo de armamento.
Los ataques fueron perpetrados a comienzos del mes de octubre, y al menos seis personas fueron heridas. Además, mataron a un trabajador suizo de la Cruz Roja.
No sólo se usaron en Donetsk, sino que HRW asegura que fueron varias las localidades en las que se usaron las municiones prohibidas, que podrían dificultar aún más el frágil proceso de paz entre ambos bandos del conflicto. 114 países del mundo han condenado el uso de estas armas. Ucrania no lo ha hecho.
Los ataques en los que se usaron estas armas ocurrieron un mes después de que se alcanzara un acuerdo de paz entre ambos bandos.
(Tomado de La Información)