El periodista y profesor universitario sueco Carl-Magnus Helgegren, decidió llevar a sus dos hijos a la Franja de Gaza en un intento por alejarlos de la dependencia a los videojuegos de estilo bélico, informa 'The Local'.
Helgegren decidió que sus hijos, de 10 y 11 años de edad, entregarían sus 'armas virtuales' al constatar en persona los efectos de un conflicto armado real.
El viaje tuvo el efecto deseado y al regresar a Suecia los niños dejaron de jugar los videojuegos de estilo bélico.
Durante la 'excursión', la familia visitó un campo de refugiados en el este de Jerusalén, donde se reunieron con los afectados por el conflicto palestino-israelí y visitaron una clínica, a donde diariamente eran trasladados varios niños heridos.
"Un día mientras almorzábamos, mis hijos comenzaron a hablarme sobre un juego denominado Call of Duty, de sus armas y niveles.
Este viaje no fue agradable, pero a mis 29 años había comprendido que no sabía nada sobre una guerra, y mis hijos tampoco.
Mientras ellos disparan virtualmente en los monitores, en el mundo real a los niños palestinos los están matando", relató Helgegren.
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