Instalaciones de lanzacohetes múltiples tipo Grad del Ejército ucraniano mataron al menos a 16 civiles e hirieron a muchos más en las zonas controladas por la milicia popular de Donetsk entre 12 y 21 de julio, indica Human Rights Watch.
El uso indiscriminado de misiles no guiados en zonas pobladas viola el derecho internacional humanitario y las leyes de la guerra, y puede constituir un crimen de guerra, indica la organización internacional de derechos humanos.
© YouTube / HumanRightsWatch
Las instalaciones de tipo Grad, desarrollas en la URSS en los años 60, lanzan misiles que no pueden ser apuntados con precisión y están diseñados para cubrir con una salva un área amplia.
"Los misiles Grad son armas notoriamente imprecisas y que no deben ser utilizadas en zonas pobladas", dijo Ole Solvang, investigador principal de emergencias de Human Rights Watch.
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Aunque el Gobierno ucraniano y el servicio de prensa de la Guardia Nacional (milicias progubernamentales) niegan el uso de misiles Grad en Donetsk, una investigación de Human Rights Watch en el terreno indica claramente que las fuerzas de Kiev son los autores de los ataques que se produjeron entre el 12 y 21 de julio y segaron las vidas de al menos 16 civiles, entre ellos niños.
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Los cuatro ataques tuvieron lugar cerca de la línea del frente entre las fuerzas insurgentes y del Gobierno. Los cráteres de impacto sobre el terreno y en los edificios investigados por Human Rights Watch indican claramente que su origen fueron misiles y no bombas. En los cuatro casos, el ángulo y la forma de los cráteres sugieren que los misiles llegaron desde las posiciones de las fuerzas del Gobierno de Ucrania o grupos armados pro-Kiev.
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Human Rights Watch insta a todas las partes en el conflicto en el este de Ucrania, en particular a las fuerzas del Gobierno central, a dejar de usar cohetes Grad en o cerca de zonas pobladas debido a la probabilidad de matar y herir a civiles.