La familia Borbón y Grecia estaba lejos de la imagen que proyectaba la prensa del corazón: las desavenencias y conflictos estaban a la orden del día y uno de ellos lo protagonizó la codicia de las dos hermanas.
Cuando supieron que su padre,Juan Carlos de Borbón, estaba maquinando un proyecto de 110 millones de euros para organizar laCopa América de vela con Iñaki Urdangarin, ambas se enzarzaron en una soterrada pugna por colocar a sus “favoritos”.
Los famosos regatistasAgustín Zulueta y Pedro Perelló fueron los designados para protagonizar el duelo por las infantas. Perdieron ambos, la regata nunca se celebró, la libre competencia entre ambos contendientes tampoco y al terminó del principesco cuento, lo único cierto es que España estaba arruinada: “esa solución de compromiso forzada por el rey era jurídicamente extraña, y en ella estaba la semilla que algún tiempo después haría que España perdiese la XXXIII edición”.
Lo cuenta Diego Torres, socio del “yernísimo”, en su libro “Urdangarin y la Copa América”, publicado con pseudónimo en Canadá, cuyo contenido reproducimos textualmente:
La Infanta Elena, con Agustín Zulueta, a bordo del “Desafío Español”
Agustín Zulueta, “favorito” de Elena
“Efectivamente, con el apoyo de Iberdrola y Caja Madrid, logrado con la intervención directa del rey y del presidente del Gobierno (se refiere a Zapatero), al cabo de poco tiempo se anunció la creación de un equipo español que sería coordinado por el navegante Agustín Zulueta. En el Desafío Español “se veían a sí mismos como los únicos posibles contendientes legítimos en España”, señala Torres, que vivió la pugna desde dentro de uno de los “equipos” o “sindicatos”, como él los denomina.
Pedro Perelló, “favorito” de Cristina, trató de ganarse a Elena incorporándola a su proyecto
Y añade: “En esto, Pedro Perelló anunció la creación del equipo Ayre e inició una intensa actividad de comunicación y contacto con los medios. Sabemos que los responsables del Desafío Español se sorprendieron. La inquietud del Desafío Español fue en aumento. Su director, Agustín Zulueta, se encontró que, al visitar a algunas empresas, estás ya habían recibido a Pedro Perelló o a otras personas del equipo Ayre. Y lo más preocupante, estas le transmitían la impresión de que Ayre parecía contar con todo el apoyo de la familia real”.
Las infantas Cristina y Elena junto a Francisco Camps, en un acto de la Volvo Ocean Race
“Zulueta tenía motivos reales de preocupación. No es que Ayre tuviese a Urdangarin. Eso era casi irrelevante. Se enteraron por la prensa que Perelló había incorporado nada menos que a las dos infantas en el proyecto, y que era inminente el anuncio de lapresidencia de honor del príncipe Felipe.
Cuando supo que el propio rey don Juan Carlos estaba llamando personalmente a algunas empresas patrocinadoras para solicitar apoyo al sindicato Ayre supo que tenía que hacer algo. ¿Y a quien llamóZulueta? Es enormemente ilustrativo que esa llamada para negociar se la hizo a la infanta Cristina, que acabaría jugando un papel clave en la relación entre los dos equipos”, desvela.
Pedro Perelló y Jorge Forteza
Y recuerda bien el papel de la esposa y socia de Urdangarin: “La infanta Cristina fue, de hecho, quien ejerció las tareas “diplomáticas” para suavizar el descontento de El Desafío.Ella se mantuvo en contacto con el sindicato de Zulueta, intentando transmitir la idea de que así como el rey les ayudó a ellos en sus inicios, ahora estaba haciendo lo mismo con Ayre. Con frecuencia doña Cristina le pedía a Urdangarin que hablase con Pedro Perelló y con Jorge Forteza para que fuesen más discretos con la prensa”.
La Infanta Cristina participó activamente en los conflictos de la empresa con su marido Urdangarin
“Es decir, que de la simple revisión de las pruebas incluidas en el sumario se puede concluir que la infanta Cristina no sólo estaba al tanto de los planes y progresos del sindicato Ayre, sino que también participaba en sus actividades. Era asesora deportiva del equipo, aunque en la fase inicial en la que se encontraban dedicó su tiempo principalmente a la gestión de las relaciones con el equipo rival. Y, por supuesto, conocía las gestiones económicas del rey en búsqueda de fondos para financiar la puesta en marcha del proyecto”, indica.
Francisco Camps, Rita Barberá y Zulueta
Y expone las pruebas: “Ejemplos claros de laimplicación de la infanta en las actividades de su marido.
Pero ésta no sólo estaba perfectamente informada, sino que pasaba mensajes del rey a Urdangarin, tenía cargo oficial en el organigramadel proyecto e incluso se reunía con miembros de otros equipos para limar asperezas provocadas por tan descarada involucración de la familia real. Involucración, por otro lado, que se completó definitivamente con el nombramiento de la infanta Elena como asesora y del mismísimo príncipe Felipe como presidente de honor.
No faltan detalles en esta historia para permitirnos entender la verdadera naturaleza de la relación entre los negocios de Iñaki Urdangarin y la familia real.
Las gestiones del rey con Francisco Camps para conseguir la base del Prada en el puerto de Valencia, los emisarios enviados para negociar un posible patrocinio con la familia Fluxá, propietaria de Camper e Iberostar, o el contacto directo con el presidente del BBVA, Francisco González, están bien documentadas y nos describen con precisión los sucesos”.
http://www.espiaenelcongreso.com/2014/07/11/naufragio-en-casa-real-por-el-pulso-de-cristina-y-elena-zulueta-contra-perello/#more-8506