El general de las SS Hans Kammler oficialmente se suicidó cerca de Praga el 9 de mayo de 1945, pero nuevas evidencias afirman que EE.UU. falsificó su muerte y lo reclutó para que revelara los secretos del programa de armas de Hitler.
EE.UU. reclutó a científicos de la Alemania nazi después de la Segunda Guerra Mundial para que ayudasen al país norteamericano con sus propios programas espaciales y militares, con la Guerra Fría como telón de fondo.
El general alemán estaba profundamente involucrado en el programa de armas secretas de los nazis.
Según un documental de la televisión alemana, el historial de Kammler era tan "monstruoso" que su muerte tuvo que ser falsificada y el propio general tuvo que recibir una nueva identidad, publica el periódico británico 'The Daily Mail'.
"Toda la historia de su suicidio fue falsificada por dos de sus más cercanos colaboradores.
Hay varios documentos que demuestran claramente que Kammler fue capturado por los estadounidenses", dijo el historiador berlinés Rainer Karlsch, a la cadena alemana ZDF TV.
Las informaciones sobre el trabajo de Kammler para EE.UU. "son más creíbles que las que hablan acerca de su presunto suicidio", según otro experto, Matthias Uhl, del Instituto de la Historia Alemán en Moscú.
Kammler, nacido en 1901, era casi tan poderoso al final de la Segunda Guerra Mundial como el comandante en jefe de las SS, Heinrich Himmler, y el ministro alemán de armamento, Albert Speer.
El general tenía acceso a las tecnologías más avanzadas de los nazis, incluyendo las "armas de represalia": los cohetes V1 y V2 cuyos lanzamientos causaron enormes daños en el Reino Unido y que fueron precursores de los misiles modernos.
El general nazi también participó en la construcción de los 'campos de la muerte', así como en el diseño de los hornos crematorios de Auschwitz-Birkenau donde fueron incineradas cerca de 1,2 millones de personas.
Según el documental de ZDF TV, "varias fuentes indican que Kammler fue capturado por los estadounidenses y fue interrogado por su Cuerpo de Contrainteligencia (CIC). El agente del servicio secreto responsable del asunto era Donald Richardson, confidente personal del comandante supremo, general Dwight D. Eisenhower".
Los hijos del agente del servicio secreto comentaron al canal que su padre estuvo a cargo del experto en armas alemanas a partir del año 1945.
Uno de ellos, John Richardson, dijo: "Este ingeniero trajo un tesoro especial del Tercer Reich a EE.UU., y nos ofreció armas modernas".