Thomas Mc Donagh y Aldo Orellana López. //
La decisión de la Comisión Europea de llevar a Consulta la inclusión del mecanismo de Solución de Controversias Inversionista-Estado(1) (ISDS, por sus siglas en inglés) en el capítulo de Inversión del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), es claramente el resultado de la creciente preocupación y presión de las organizaciones sociales de europeas y de la ciudadanía en general.
A pesar de este logro, las limitaciones que presenta la consulta ha sido objeto de duras críticas por parte de los grupos de la sociedad civil.
Y es que el alto perfil que el tema ha ganado en Europa en los últimos meses representa una oportunidad única para los activistas que abogan por el cambio de sistema.
En ese sentido, con el objetivo de facilitar una conversación estrategia entre los activistas y grupos de la sociedad civil sobre el mecanismo ISDS en la campaña en contra del TTIP, la Red por la Justicia Social en la Inversión Global -un proyecto Democracy Center– entrevistó recientemente a dos personas involucradas en las campañas en ambos lados del Atlántico: Pia Eberhardt, del Corporate Europe Observatory, y Arthur Stamoulis del Citizen’s Trade Campaign en los Estados Unidos(2).
Comenzamos las entrevistas preguntando qué oportunidades y desafíos estratégicos existen para los activistas, dado el alto perfil que las normas de inversión y el mecanismo ISDS alcanzaron en Europa.
Oportunidades y desafíos
Tanto Pia Eberhardt como Arthur Stamoulis coincidieron en que el momento actual en Europa es una importante ventana de oportunidades. Para Eberhardt la actual consulta de la Comisión “ofrece muy poco espacio para que la gente pueda articular una oposición y sus preocupaciones en general al rededor del sistema… entonces se tiene que abrir ese espacio”.
Agrega que, “es muy importante para nosotros ofrecer a la gente, una vez que ésta haya aprendido acerca del mecanismo ISDS y esté en contra, una oportunidad o una manera de articularse”, y eso supone “muchas otras campañas y acciones en línea” como un medio para lograrlo.
La traducción de este complejo tema a un lenguaje sencillo para las audiencias no técnicas sigue siendo un gran reto para Eberhardt.
Ella ve esto como una de las tareas clave para los activistas, el ofrecer a la gente un “análisis simple y accesible de todo este sistema… en forma de vídeo, por ejemplo”, especialmente en los muchos países europeos en los que el tema todavía no ha adquirido un perfil alto.
Para Stamoulis es importante utilizar el momento actual en Europa como “un gancho para trabajar más en difusión, educación y construcción de base con diferentes grupos en EE.UU. en torno al sistema ISDS. Es una oportunidad para llamar más la atención en los medios de comunicación sobre el tema y también educar directamente a nuestra gente”.
En términos de los desafíos para la campaña en contra del TTIP en general, Stamoulis destacó la dificultad de promover la “organización sin discusión política acerca de los impactos económicos internos”.
Sostiene que esto está obligando a los activistas en los Estados Unidos a “enfocarse en otras amenazas de los acuerdos comerciales, y el mecanismo ISDS es claramente una de las grandes amenazas en el pacto que se negocia con Europa.”
Stamoulis continuó diciendo: “Hay una gran cantidad de análisis y coaliciones por construir y también mucho que hacer en términos de re-educación’’.
Para Pia Eberhardt uno de los principales retos en Europa vendrá después de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo.
Ella nos dijo que será crucial “asegurarse de que la gente no pierda la energía y mantenga la presión sobre este asunto” después de las elecciones.
Lecciones desde Alemania
Preguntamos a Pia Eberhardt sobre las lecciones que se pueden aprender de la realidad en Alemania, en donde la opinión es muy crítica al mecanismo ISDS.
“El gobierno alemán mantiene un equilibrio con la opinión pública – pues sería demasiado costoso para el gobierno apoyar este sistema públicamente”, dijo. Cuando le preguntamos acerca de las tácticas específicas utilizadas por los activistas en ese país, nos dijo que “lo que se ve en Alemania es lo que se ve en muchos países del mundo: y es que el régimen de inversión se convierte en un problema cuando un país es demandado… eso ha sucedido en Alemania con los dos casos de Vattenfall… y de repente tienes en las puertas las negociaciones con los EE.UU. que suponen similares derechos para los inversionistas.
Y es ese pensamiento sobre lo que esto podría significar lo que ha creado esta explosión crítica en la opinión pública. El mecanismo ISDS realmente se ha convertido en un asunto público, que incluso se lo está discutiendo en los programas de humor”.
Cuando le preguntamos acerca de la hipocresía de la posición del Gobierno alemán, que tiene muchos otros acuerdos de inversión con otros países de todo el mundo, Eberhardt dijo estar de acuerdo en que “la posición alemana es, sin duda, hipócrita” y continuó diciendo, “sabemos que Alemania, por ejemplo, en las negociaciones con Canadá , fue uno de los países que más defendió estos derechos incondicionales para los inversionistas ; y los propios Tratados Bilaterales de Inversión de Alemania con más de cien países conceden a los inversionistas derechos muy amplios, y esa posición no ha cambiado “.
Comunicando el Mensaje
Cuando preguntamos acerca de las estrategias de comunicación y mensajes de la campaña, Eberhardt nos dijo que la cosa más importante hasta ahora fue que “el tema ha sido recogido por los medios de comunicación; los periodistas tienen diferentes formas de hablar sobre estos temas de los que nosotros tenemos”. Ella continuó, “las imágenes también han sido importantes y se ve en el hecho de que el tema de las controversias Inversionista-Estado están siendo cubiertos por los principales canales de televisión.
Ellos se las arreglan para contar historias simples sobre casos concretos y la conciencia sobre el tema viene por supuesto cuando se habla de éstos casos concretos, ya sea por ejemplo con el caso Vattenfall o los casos de Philip Morris. El caso Lone Pine contra Canadá también es importante porque tenemos un fuerte movimiento anti-Fracking en Europa“.
También en términos de mensajes en Europa, Eberhardt insistió en que “debemos repetir una y otra y otra y otra vez, que la llamada agenda de reforma de la Comisión de la UE no hace nada para hacer frente a los problemas principales del sistema, y no protegerá a las personas, al medio ambiente ni a la democracia.”
Arthur Stamoulis también habló de la importancia de recurrir a los casos individuales Inversionista-Estado para explicar el sistema. “Educar a la gente sobre los casos específicos dejará en claro que esto no es sólo una preocupación hipotética, sino una amenaza muy real.
La capacidad de especificar los casos realmente ha despertado personas, ha ayudado a la gente a ver que esto es una amenaza real para el movimiento de justicia ambiental”. Agregó que, “el hecho de que los EE.UU. nunca ha perdido un caso bajo el mecanismo ISDS ha sido un punto poderoso para hablar desde la crítica. A medida que el movimiento ecologista en los EE.UU. se ha conectado mejor con los movimientos mundiales en el tema de la justicia climática, creo que hay más oportunidad para la solidaridad global.
Si hubiera habido una pérdida importante para los EE.UU. en un caso, creo que se hubiera visto una campaña mucho más grande en contra del mecanismo ISDS. El caso de Lone Pine, en particular, ha hecho que sea más fácil conectar los puntos para algunos grupos involucrados, pues esto va en contra de una moratoria al Fracking y una gran cantidad de activistas estadounidenses están luchando muy activamente en contra del Fracking .
Y esto está sucediendo en Canadá, un país que está justo al lado de los EE.UU”.
Stamoulis también habló sobre la importancia de ampliar la crítica al sistema ISDS en general y no solo en el TTIP. “Creo que uno de los argumentos que tenemos que alejar es el argumento de que el mecanismo ISDS no es apropiado para un acuerdo comercial entre la UE y los Estados Unidos porque son países del primer mundo con sistemas de justicia altamente desarrollados.
Si nuestra organización va a apoyar a los movimientos en contra de los ISDS en otros países, como Indonesia, la India u otros, entonces nuestra crítica a los ISDS tiene que ser mucho más amplia”.
Eberhardt compartió esta preocupación. Para ella es importante “asegurarnos de que nuestra crítica no solo se centre en el acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos. Debemos atacar a la UE y sus inversionistas y lo que hacen en resto del mundo”.
Añadió también que debemos “expandir nuestra crítica más allá de solamente los movimientos sociales, activistas y políticos de izquierda que se oponen a ISDS, y ampliarlo a los círculos más conservadores, como los abogados constitucionalistas, por ejemplo”.
Alianzas y audiencias clave
En el contexto de los EE.UU., Stamoulis destacó la importancia de seguir trabajando con las autoridades estatales y locales electas para llamar la atención sobre el sistema ISDS. También habló de que es una grata sorpresa ver “una creciente conciencia entre el movimiento de justicia climática – en donde los activistas se concentraron en el tema Fracking y la energía para exportar, etc.”.
Cuando preguntamos acerca de las alianzas en la campaña europea, Pia Eberhardt nos dijo que “en esta etapa existen grupos organizados de la sociedad civil que están involucrados y que tienen una firme posición en contra del sistema ISDS. Los sindicatos – incluidos los grandes y principales sindicatos – grupos ambientalistas, organizaciones de salud pública y la comunidad de Internet que luchó en contra del ACTA (Acuerdo Comercial Anti-falsificación).
Están todos involucrados, la oposición de la sociedad civil es bastante sólida. Respecto a los partidos, hay una sólida oposición de los Verdes y del Partido de Izquierda y una parte cada vez mayor de los Socialdemócratas”.
En términos de posibles objetivos futuros de los activistas, dice Eberhardt, se identificaron algunos posibles aliados inesperados, “Tenemos deficiencias, respecto de partidos, claramente con el partido Liberal y Conservador… muchos de ellos son una causa perdida, pero hay parlamentarios en estos partidos que creo estarían muy abiertos a los argumentos de la crítica que se ha expresado en contra del sistema ISDS, y lo mismo pasa con los académicos y estudiosos de las leyes”. Continua diciendo, “Al momento, nos falta involucrar académicos y estudiosos del derecho en Europa.
Esto va a ser importante en los meses y años por venir… nosotros, como grupos de la sociedad civil, podemos refutar muchos de los argumentos respecto del mecanismo ISDS, pero la refutación es más poderosa si viene de alguien del mismo campo, desde su propio campo, del mundo académico.
En ese sentido todavía tenemos que involucrar a más académicos y facilitar su proceso de organización”.
Ambos entrevistados nos hablaron de la importancia de la cooperación de la sociedad civil transatlántica. Eberhardt destacó que “los grupos de Estados Unidos han sido de gran ayuda en la búsqueda de más información acerca de los casos con el objetivo de tener argumentos adicionales contra la propaganda de la Comisión Europea”.
Cosechando las lecciones de campañas anteriores
Cuando le preguntamos a Stamoulis acerca de qué lecciones podrían aprenderse hasta ahora de la campaña en los EE.UU. en contra de la Alianza Trans-Pacífica de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), nos comentó que “se necesita una gran cantidad de trabajo organizativo que sea constante durante años tan sólo para conseguir que un tema alcance un nivel básico de conocimiento. Hay una necesidad de ser muy estratégico e ir por cada uno de los distritos congresionales, uno por uno”. Y continuó: “No solo nuestros argumentos son lo que hace ganar cualquier batalla de comercio, sino también nuestra organización y el poder que construimos”.
Cuando le preguntamos acerca de sus reflexiones de las campañas pasadas en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte – TLCAN, nos dijo que “la mayoría de las personas se han acercado a los acuerdos comerciales por el efecto que podrían tener en el trabajo, los salarios y los servicios públicos. Esta es una buena oportunidad para ampliar el análisis que tienen las personas.
Más organizaciones ya están involucradas en el contexto del acuerdo con Europa a causa de la amenaza que represente el sistema ISDS, además de otras cuestiones que tienen que ver con desregulaciones”.
Lecciones generales
En cuanto a las lecciones generales de la campaña que se han aprendido hasta ahora, Pia Eberhardt destacó el buen análisis, así como las “herramientas accesibles – desde los videos hasta los folletos simples de información que son comprensibles para la gente, una buena estrategia de comunicación, tratando constantemente de llevar este asunto a los medios de comunicación. Pero también los argumentos de los expertos que necesitan refutar afirmaciones falsas que vienen de los gobiernos cuando las campañas son exitosas. La conciencia se está extendiendo y la gente está planteando sus preocupaciones. Se necesita estar constantemente preparados para refutar estos argumentos falsos y este tipo de propaganda”.
Eberhardt siente que estos ingredientes han “llegado juntos y en el momento justo a Europa”, y hace énfasis en la importancia de la campaña allí (Europa) para la lucha global en contra del actual régimen de las reglas de inversión en general, “Se enviaría una señal muy fuerte al mundo y a la sociedad civil en otros países en donde están luchando en contra de este sistema, si logramos que la Comisión Europea a retroceda y abandone estos súper derechos corporativos”.
Thomas Mc Donagh y Aldo Orellana López son investigadores en el Centro para la Democracia, con sede en Cochabamba, Bolivia. Coordinan la Red por la Justicia Social en la Inversión Global- RJSIG, un proyecto dirigido por el Centro para la Democracia junto con el Institute for Policy Studies – IPS, con sede en Washington DC.
Notas:
(1) El sistema Solución de Controversias Inversionista-Estado – ISDS, es el mecanismo incorporado en los Tratados Bilaterales de Inversión y en los capítulos de inversiones de los Tratados de Libre Comercio, que permite a las corporaciones demandar directamente a los países en tribunales internacionales por millones de dólares, cuando éstas consideran que ciertas medidas gubernamentales de interés público han afectado sus inversiones.
(2) Perfil de los entrevistados: Pia Eberhardt, realiza investigaciones y campañas sobre comercio en la UE y sobre políticas de inversión con el Corporate Europe Observatory – CEO con sede en Bruselas. El CEO es un grupo de trabajo que expone y cuestiona el acceso privilegiado y la influencia de la que gozan las corporaciones y sus grupos de presión en la formulación de políticas en la UE.
Arthur Stamoulis, es Director Ejecutivo de Citizens Trade Campaign, una coalición laboral, medioambiental, de agricultura familiar, consumidores y de organizaciones de derechos humanos en los EE.UU., que trabajan en pos de políticas comerciales que promuevan una economía mundial justa y sostenible.
Artículo publicado originalmente en inglés en Democracyctr.org
Fuente: http://alainet.org/active/73772