Una necrópolis indígena de 4.500 años (más antigua que la momia de Tutankamón) ha sido destruida en EE.UU. para construir en su terreno un distrito de casas de lujo.
En el emplazamiento histórico, la necrópolis de la tribu Miwok de la costa, había unos 600 enterramientos humanos que contenían una gran variedad de herramientas, instrumentos musicales, materiales de caza, entre otros muchos objetos, escribe 'San Francisco Chronicle'.
"Fue un sitio de gran valor arqueológico", sostiene el especialista Dwight Simons.
"Según mis estimaciones, el sitio podría haber contenido más de un millón de huesos y fragmentos".
Era el mayor sitio indígena, el más rico y el mejor conservado en el área de la Bahía de San Francisco, sostienen científicos citados por el periódico.
"Debería haberse protegido", se lamenta Jelmer Eerkens, profesor de arqueología de la Universidad Davis.
"Las empresas tienen el derecho de construir en sus tierras, pero al menos la información contenida en el sitio debe estar protegida y las muestras deberían haber sido guardadas para su estudio".
"Es un punto de vista colonialista"El lugar fue descubierto en 1907, pero su valor se desconocía hasta que la empresa constructora contrató a arqueólogos para estudiarlo antes de que comenzaran las obras.
Para llevar a cabo la investigación fueron invitados representantes de los Indios Federados de Graton Ranchería, considerados los posibles descendientes de la tribu indígena que dejó los enterramientos.
Los representantes de la tribu decidieron extraer el contenido del sitio y enterrarlos en otro sitio para evitar que sean objetos de estudio.
"La filosofía de la tribu es que queremos proteger nuestros recursos culturales y dejarlos como están", sostiene un representante del tribu, Nick Tipon, subrayando que el hecho de considerar el hallazgo como pertenecente al estado es "un punto de vista colonialista".
"Estas cosas nos pertenecen a nosotros y punto", sentencia el jefe del tribu, Greg Sarris.
"Nos ocuparemos nosotros de su preservación. Si decidimos que son objetos sagrados, los volveremos a enterrar porque en nuestra tradición aquellos artefactos […] se entierran con la persona que muere […].
¿Qué sentirían los cristianos o los judíos si la gente decidiera desenterrar los esqueletos de los cementerios y estudiarlos?
Nadie tiene este derecho".
Por su parte, la empresa constructora Lakspur Land 9 Ownder LLC esgrime que cumplió con la ley al invitar los científicos y los representantes de la tribu descendiente.
"Siempre nos coordinamos con la tribu y con el equipo arqueológico para asegurar que sea un esfuerzo colectivo y que todo se realice conforme a los deseos de la tribu", dijo Brian Olin, representante de la constructora.