Una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo” María Isabel "Chicha" Chorobik de Mariani afirmó en las últimas horas que no tiene dudas de que en los archivos del Vaticano existen datos de niños desaparecidos, durante la pasada dictadura militar (1976-1983), y reclamó que ya no me engañan las palabras y los gestos, quiero verdades y quiero encontrar a mi nieta Clara Anahí antes de morirme.
Chicha Mariani, como todos la conocen aquí, lleva más de 30 años, sin haber dejado nunca de buscar a su nieta quien tenía meses de edad cuando fue apropiada por la dictadura cívico-militar en La Plata, el 24 de noviembre de 1976 tras el operativo de fuerzas militares y policiales, cuyos crímenes fueron juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata que condenó a cadena perpetua en 2012 a ex policías que participaron en esa acción.
Los militares y policías dispararon y destruyeron la casa donde vivía Diana Teruggi, y Daniel Mariani, padres de la niña, donde hoy existe un Sitio de Memoria del Terrorismo de Estado.
En el ataque fueron asesinados Diana y cuatro compañeros de militancia de la organización montoneros: Juan Carlos Peiris, Daniel Mendiburu Elicabe, Roberto Porfirio y Alberto Bossio.
Diana Teruggi fue acribillada por la espalda y cayó cubriendo con su cuerpo a su pequeña hija Clara Anahí, que fue secuestrada y hasta el momento no pudo ser recuperada.
Daniel Mariani no estaba en el lugar en el momento del ataque, sino que fue secuestrado y desaparecido en agosto de 1977, cuando buscaba a su hija. "”No sé de los adultos, pero estoy segura de que de los niños desaparecidos hay datos en el Vaticano.
Nosotras (las Abuelas) primero acudimos a la Iglesia y a la comisaría, donde pensamos que podíamos encontrar noticias”, recordó Chicha Mariani a una radio de La Plata.
Sobre los testimonios que ella ha reunido dice: Tres obispos me dijeron que me iban a ayudar a encontrar a la niña, y una semana después me recibíeron con cara agria y me echaron de la iglesia diciéndome que rezara y punto.
En el juicio, quedó acreditado ante los jueces que la niña fue sacada con vida de la casa. Entre las gestiones que logró Chicha Mariani, logró acordar una ayuda de la Curia para encontrar a la niña.
El capellán de la marina en Buenos Aires (monseñor Emilio Teodoro Graselli) me dijo que mi nieta estaba en manos de alguien de alto nivel, y que era imposible tocarla, señaló.
Después ya no pudo obtener más datos. Se sabe que por esas fechas fue adoptada ilegalmente una niña de más o menos la edad de Clara Anahí, por Ernestina Herrera de Noble, dueña del diario Clarín, y se creyó que alguno de los poderosos amigos de la empresaria pudieron entregarle a la bebé.
La hija de Noble, Marcela, tiene además un fuerte parecido físico con Chicha Mariani por lo cual durante mucho tiempo se pensó que la joven era su nieta, y además por los obstáculos puestos por la empresaria Noble para realizar un análisis de ADN.
Finalmente y después del examen, que aún dejó dudas, se descartó por ahora esta posibilidad.
Yo sé dónde murió mi hijo, quién lo mató, también de mi nuera y de la desaparición de mi nieta, que la estoy buscando por todo el mundo y nunca logré que se abriera un archivo en la Iglesia dijo Chicha Mariani, quien destaca la ayuda del gobierno tanto del ya fallecido presidente Néstor Kirchner, como el actual de Cristina Kirchner en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia.
El gobierno ha ayudado mucho. Si no hubiera habido un apoyo, no se hubiera podido hacer lo que se está haciendo, dijo Mariani. Las Abuelas de Plaza de Mayo han pedido al Papa Francisco que abra los archivos sobre la dictadura argentina, ya que los dictadores contaron con el respaldo y la complicidad de varios obispos de la cúpula eclesiástica.
Por otra parte el conservador periódico La Nación bajo el título Preocupan acusaciones contra Vicente Massot, director del diario Nueva Provincia de Bahía Blanca, quien está siendo juzgado por por el asesinato y desaparición de trabajadores de esa empresa, en lo que se ha encontrado una participación directa del ultraderechista empresario.
Para la Nación , el juicio al que llama académico Vicente Massot está realizado con base en instrucciones dogmáticas o ideológicas emitidas por el Ministerio Público.
La Nación- que también está señalado como socio comercial de la dictadura , manifestó su solidaridad con Massot, quien tiene lazos directos con la patronal Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
De acuerdo al periódico, que mantiene una situación cerrada contra los juicios a los responsables de delitos de lesa humanidad de la dictadura, Massot tiene “una indudable trayectoria personal, científica y moral, y esperamos de la justicia una resolución de acuerdo a derecho, consecuente con el precepto constitucional de libertad de expresión, no sujeta a presiones del poder ni resultante de propósitos persecutorios".
La declaración está firmada por el presidente de la derechista Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas (ANCMyP) Manuel Solanet, el vicepresidente,Santiago Kovadloff Leonardo Mc Lean, secretario y como prosecretario José Claudio Escribano, de La Nación, entre otros.
Todos estos nombres son conocidos porque pertenecen a quienes fueron funcionarios en distintas áreas durante la dictadura militar e intentan presionar a la justicia.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2014/04/19/mundo/021n2mun