Desde que comenzaron los actos violentos el 12 de febrero pasado murieron 23 ciudadanos.
En esta nota analizamos caso por caso, y anotamos una conclusión definitiva: la noticia internacional meneada una y otra vez de que en Venezuela hay una “dictadura” matando civiles pacíficos es mentira. Veamos.
El 12 de febrero pasado, un grupo compacto de estudiantes se separó de una importante concentración opositora, -SEGÚN ELLOS-para entregar un petitorio ante la Fiscalía General de la República. En el lugar se hizo presente el dirigente opositor Leopoldo López quien, tras azuzar a los presentes, se retiró.
Minutos después, un grupo pequeño la emprendió contra el cordón policial y contra el edificio de la Fiscalía. Se registraron corridas por calles laterales y allí caen los dos primeros muertos de estas jornadas:
1 – Juan Montoya. 40 años. Dirigente chavista de la popular zona del “23 de Enero”, en el oeste de Caracas.
2 – Bassil Dacosta. 24 años. Joven carpintero, acompañaba a su primo en la marcha de los estudiantes opositores que deriva en los primeros hechos de violencia.
Montoya y Dacosta caen en la misma calle de La Candelaria (centro de Caracas), con pocos minutos de diferencia, y por el mismo arma de fuego. Todos los indicios apuntan a dos efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) que incumplieron la orden de acuartelamiento. Ya fue relevado de su cargo el General Manuel Gregorio Bernal, hasta entonces jefe del SEBIN y los dos efectivos están detenidos.
3 – Roberto Redman. 28 años. Estudiante. Fue quien levantó el cuerpo de Dacosta y cayó asesinado luego en un ataque selectivo desde una moto de alta cilindrada a varios kilómetros de allí, en una protesta que se desarrollaba ese mismo día en Chacao, al este de Caracas. Todo indica que fue un crimen ligado a las muertes que se registraron más temprano.
Después de estas tres muertes del primer día de protestas violentas, comenzaron las “guarimbas” (cortes de vías principales, una actividad ilegal según el ordenamiento venezolano) en una veintena de municipios en todo el país, algunos de ellos ciudades principales. También se registran marchas de sectores de oposición. Este es el contexto en el que se producen estas muertes:
4 – José Ernesto Méndez. 17 años. Falleció por severas heridas en la cabeza provocadas por una persona que lo atropelló, en principio, durante una protesta de estudiantes que mantenían cortada una avenida principal en Cumaná, estado Sucre (oriente). Aunque informaciones de la Fiscalía indicaban que se trataba de un hecho no ligado a las protestas, el mismo presidente Maduro lo incluyó entre las víctimas de los hechos violentos.
5 – Génesis Carmona. 22 años. Asesinada de un disparo por la espalda en Valencia, estado Carabobo (centro oeste). Es el caso más difundido en el exterior. Las pericias determinaron que el disparo provino desde donde estaban los manifestantes que acompañaban a la joven. “Esa joven murió por una bala que salió de sus propias filas”, aseguró el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres.
6 – Geraldine Moreno. Durante una manifestación en Naguanagua, también en el estado Carabobo, fue herida en la cara con múltiples perdigones por un GNB y agonizó durante días hasta morir. El responsable está detenido.
7 – José Alejandro Márquez. Murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico mientras huía de una manifestación que se tornó violenta. Testigos dicen que cayó al esquivar las balas y estando en el piso fue golpeado por miembros de la GNB. La autopsia no reportó heridas distintas al trauma en la cabeza.
8 – Wilmer Carballo. Joven de origen canario, asesinado por un disparo mientras manifestaba en Cagua, estado Aragua (centro), que le quitó la vida. Aunque testigos responsabilizaron a motorizados armados supuestamente ligados al oficialismo, todavía no hay investigaciones concluyentes.
9 – Jimmy Vargas. Murió a causa de politraumatismos al caer de un techo cuando organizaba la defensa de su urbanización en San Cristóbal (oeste del país) ante rumores de que serían hostigados por civiles y policías. Se divulgó la información de que cayó a causa de una herida de bala, y la foto de su cadáver sangrante se difundió profusamente por medios como CNNE. Sin embargo, la autopsia descartó que lo haya alcanzado un disparo y existen vídeos que lo prueban: murió al no hacer pie en un alféizar cuando se descolgaba del techo y perder el equilibrio.
Con el paso de los días, los participantes de las guarimbas fueron cada vez menos, pero las barricadas estaban más organizadas.
Ya no quemaban basuras y neumáticos, sino que apilaban bolsas de escombros, postes metálicos, grandes electrodomésticos en desuso, colchones y hasta arboles talados adrede.
También comenzaron a usar cables "miguelitos", y guayas (cables de acero) dispuestos en la calle a un metro veinte de altura, pensados especialmente para acabar con personas que se desplazan en motocicletas.
Esas barricadas son abandonadas por las noches. Así comienza una nueva serie de muertes.
10 – Doris Elena Lobo falleció producto de graves lesiones sufridas cuando cruzó un alambre de púas en una barricada en la ciudad de Mérida (oeste) mientras iba de “parrillera” (acompañante) en una moto conducida por uno de sus hijos.
11 – Elvis Rafael Durán De La Rosa pierde la vida degollado por un alambre colocado en una barricada mientras conducía su motocicleta en la avenida Rómulo Gallegos, en el este de la ciudad. Por este hecho hay varios detenidos.
12 – Alexis Martínez, hermano de un diputado nacional del PSUV por el estado Lara (centro) fue asesinado de un disparo en el pecho mientras retiraba una barricada en la ciudad de Barquisimeto. Los proyectiles provenían de un edificio cercano.
13 – Julio González, fiscal 3ero del Ministerio Público, murió al colisionar con su vehículo contra un objeto contundente intentando esquivar una barricada ubicada en la Av. Cuatricentenaria de la ciudad de Valencia.
14 – Giovanni Pantoja, sargento 2do de la GNB, murió en la ciudad de Valencia al recibir un disparo en uno de sus ojos mientras dispersaba una manifestación violenta en El Trigal, en las afueras de Valencia. Una vez más, la bala fue disparada desde la altura de un apartamento en los alrededores.
15 – Antonio José Valbuena, mototaxista, murió después de recibir un disparo mientras intentaba quitar escombros que algunos manifestantes colocaron en vías del barrio Francisco de Miranda de Maracaibo, en el estado Zulia (oeste). Los disparos provenían de un edificio aledaño.
16 – Eduardo Ramón Anzola Carmona perdió la vida al estrellarse en su moto contra una barricada producto de aceite quemado que fue esparcido en el pavimento. Se realizan investigaciones, aunque no hay sospechosos todavía.
17 – Joan Quintero murió en extrañas circunstancias no del todo aclaradas durante un saqueo que se presentó en un supermercado ubicado en la zona de El Limón, en Maracay. Este hecho se suma a esta lista porque ocurrió luego de disturbios, sin embargo el ajuste de cuentas es una posibilidad.
18 – Luis Gutiérrez Camargo murió al colisionar su motocicleta contra una barricada ubicada en Rubio, estado Táchira. Vecinos comentan que perdió el control de la moto previamente, por lo que se sospecha que había aceite regado en la vía. No hay presos por este caso aún.
19 – Deivis José Useche era un joven mototaxista, murió al caer en una alcantarilla que había sido usada como barricada en Altamira, en el este de Caracas. Cuando los manifestantes violentos abandonaron el lugar dejaron la tapa abierta.
20 – Agnes López Lión, sargento de la Guardia Nacional Bolivariana. Murió producto de un certero disparo en la cabeza, mientras recogían escombros dejados por grupos vándalos opositores en Los Cortijos, al este de Caracas.
21 – José Gregorio Amaris Cantillo, Joven mototaxista, murió en el mismo episodio que el guardia nacional, también baleado por francotiradores en Los Cortijos. Por estos dos casos ya hay varias personas detenidas y se incautó el arma homicida.
22 – Johan Alfonso Pineda Morales, de 28 años, también motorizado, murió al resbalar aceite regado intencionalmente en la autopista principal de la ciudad de Caracas, a la altura de Altamira.
23 – Gisella Rubilar Figueroa. Murió tras agonizar durante un día, fue baleada por un francotirador cuando limpiaba los restos de una guarimba en Mérida.
De esta forma, hay cuatro (04) muertes que pueden atribuirse directamente a fuerzas de seguridad, aunque solo una al accionar de la Guardia Nacional Bolivariana, principal fuerza dispuesta en las calles. Luego son cuatro (04) los ciudadanos que mueren durante protestas opositoras, pero no por acción directa comprobada de fuerzas de seguridad. Se debe sumar un (01) asesinato por grupos no identificados y otro cuyo vínculo a los hechos de violencia debe confirmarse aún. Sumamos de esta forma diez (10) muertes.
Las otras trece (13) víctimas fatales mueren en episodios vinculados a las guarimbas violentas. Y de estos casos, seis (06) son por disparos de francotiradores.
De uno, especialmente sádico, el del joven motorizado, repositor de un supermercado degollado por un cable de acero dispuesto a la altura exacta para generar tal efecto, casi no se dice nada en medios internacionales, que insisten en atribuir todas las muertes a la acción de las fuerzas de seguridad.
http://horadecambios2006.blogspot.com/2014/03/quienes-son-los-muertos-por-la.html