España está en venta y los fondos buitres hacen su pingüe negocio.
Desde que Donald Trump acuñó la frase “España está enferma y es la hora de aprovecharse”, los fondos buitre no han dejado de sobrevolar y acechar sus presas en España.
De ahí que dichos como “España está de moda” o “El miedo se ha esfumado” sean algunas de las que más se escuchan en los debates económicos.
El dinero comenzó a llegar a España a raudales, señaló Emilio Botin hace unos meses.
Según el Wall Street Journal, 200 fondos extranjeros rastrean España con 40 mil millones de euros listos para “invertir”, mientras BBC estima la cifra en 58 mil millones de euros.
En España, los fondos buitre están encontrando todas las oportunidades que justifican su existencia.
Para el Gobierno, es la prueba de que la economía renace.
Para las empresas afectadas es la lucha brutal en una economía destrozada tras seis años de crisis.
Por eso que la palabra inversión resulta inadecuada para la verdadera liquidación que está realizando la banca española con sus activos problemáticos.
España está en venta y llega mucho dinero, es cierto.
Pero, ¿a quien beneficia este negocio?, ¿a los españoles o a los capitales extranjeros?.
Paquetes completos de propiedades y empresas se están liquidando a bajos precios en operaciones altamente radioactivas que aportan liquidez inmediata a costa de hipotecar el futuro.
Estos fondos de inversión esperan una rentabilidad mínima del 15 por ciento anual y harán cualquier cosas para conseguirlo.
Los fondos buitres
Los problemas del sector bancario español han atraído a un especial grupo de inversores conocidos como fondos buitres.
Se llaman así por ser cazadores de gangas que compran barato para trocear y vender caro.
Como compran grandes volúmenes, apelan además a una reducción adicional en los ya bajos precios de los activos.
También apuestan al “socorro” de empresas que están sin liquidez y no pueden obtener préstamos de los bancos españoles dado que sólo las grandes empresas pueden permitirse buscar crédito fuera del país.
De acuerdo al Banco de España, el 33 por ciento de los créditos fueron solicitados a la banca extrajera el año 2013, muy lejos del 20 por ciento que representaban antes de la crisis.
Las empresas medianas y pequeñas se ven obligadas a aceptar el dinero de los fondos buitres.
Como señala eldiario.es, en los últimos 5 años más de 40.000 empresas han presentado concurso de acreedores.
Empresas conocidas como Fagor, Flex, Pikolin, Scalextric, Blanco, Caramelo, Alfa, Cacaolat o yogures Clesa, ya están en manos de los fondos buitre y a lo largo de 2014 sufrirán la presión negociadora y las duras políticas de gestión financiera que imponen estos fondos.
Muchas de estas empresas desaparecerán del mercado.
De ahí que la frase del presidente del Santander, Emilio Botín “Esta llegado dinero de todas partes”, sea enormemente cuestionada: ¿Está llegando para quedarse e impulsar la economía, o sólo viene a buscar una ganancia fácil?
Hasta Bill Gates se convirtió en el tercer accionista de FCC con un desembolso de 113 millones de euros, la cuarta parte de lo que hubiera tenido que pagar antes de la crisis por ese mismo paquete de acciones.
Una muestra clara de que España está en liquidación.
Sin embargo, se presta más atención a que una de las mayores fortunas del mundo haya prestado atención a una marca española.
El dinero de los más ricos del mundo, de los planes de pensiones o de los fondos de deuda soberana se mueve hacia España en estas compras ventajosas.
El multimillonario Carlos Slim adquirió 439 oficinas de Caixabank a un precio de 428 millones de euros y más tarde adquirió un 0,5% de Gas Natural.
El fondo de inversión de Singapur, Temasek, tomó el control de 5,1 por ciento de Repsol, mientras el 51 por ciento de la división Santander Seguros fue adquirida por el holandés Aegon en 220 millones de euros.
Todas estas inversiones constituyen auténticos pelotazos especulativos.
Algunos de los conocidos fondos buitres interesados en operaciones especiales son Cerberus, Apollo,GSO (filial de Blackstone), Lone Star, Fortress, Canyon Capital Finance, KKR… Su característica habitual es que actúan en mercados a la baja, deudas abultadas y activos cuyos propietarios se ven forzados a vender rápido para generar liquidez.
Algunas operaciones de los buitres
Bankia vendió un paquete de préstamos de consumo a un grupo de fondos buitre (Cerberus, Lindorf y Elliot) valorado en 1.354 millones de euros… con un abono de apenas 68 millones de euros.
Evo Bank, que recibió una inyección del Estado por 9.000 millones de euros, fue comprado por Apollo en 60 millones de euros.
Oaktree compró el 100% de Panrico y ha realizado un ajuste drástico. La empresa ha presentado una demanda de 5 millones de euros contra el comité de empresa de Santa Perpetua (Barcelona) por considerar ilegal la huelga iniciada hace 4 meses. Este fondo ha sido acusado de eludir impuestos en España a través de Luxemburgo.
Blackstone compró 2.000 viviendas protegidas al Ayuntamiento de Madrid por 125 millones de euros. ¿Cómo de protegidos van a quedar sus propietarios o inquilinos con este tipo de dueño?
Hay casos sonados como Pescanova, en concurso de acreedores desde abril de 2013. Los compradores interesados, como los fondos buitre KKR y Ergon Capital asociados a la cervecera Damm, están presionando para conseguir descuentos de hasta el 95%, según ha publicado la prensa gallega.
Goldman Sachs adquirió 3.000 pisos del Plan Joven de la Comunidad de Madrid por 201 millones, una operación denunciada por los sindicatos.
HIG Capital compró a la SAREB un total de 939 casas residenciales en la costa por 100 millones.
Apollo Global Management es pionero en una herramienta financiera conocida como loan-to-own (prestar para comprar). La fórmula consiste en adquirir deuda de empresas en apuros y obligar a las empresas a renegociar al alza. A partir de ahí, bien la empresa paga su deuda creciente o bien Apollo se queda con la empresa, la trocea y la vende.
Cerberus, presidido por Dan Quayle (vicepresidente de Estados Unidos con George Bush padre) gestiona 14.500 millones de euros. Fichó a José María Aznar Botella, hijo del expresidente, para preparar su desembarco en España. Ha comprado créditos morosos de Bankia, Santander, Liberbank…
KKR es uno de los más conocidos por sus operaciones, agresividad y tamaño. Fundado en los setenta por Henry Kravis y dos socios más, maneja más de 45.000 millones de euros y lleva invertidos 800 millones en España. Entre sus operaciones se encuentran Uralita y Port Aventura.
Tras seis años de crisis la economía española está destrozada. Uno de cada cuatro españoles está sin empleo y las políticas de la troika no se han aplicado en el impulso real de la economía. España ha quedado en manos de los fondos buitres, demostrando una vez más que son los que más ganan con la crisis.
En El Blog Salmón | Ahora la banca quiere confiscar los fondos de pensiones para impulsar la inversión
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