Pablo Gonzalez

El separatismo flamenco amenaza con partir Bélgica en dos


Bruselas, el centro administrativo de la Unión Europea, es símbolo de la Europa unida, sin embargo, Bélgica conoce de sobra lo que es el separatismo. 

Flandes, la región en el norte del país, desde hace tiempo quiere independizarse. Si los esfuerzos de los separatistas flamencos culminan con éxito, Bélgica podría desaparecer del mapa.

La crisis económica que estalló en 2008 impulsó movimientos separatistas en Europa. Las regiones ricas de muchos países aparentemente estables empezaron a quejarse de estar "cargando" con las pobres y manifestaron su determinación de poner fin a ello. 

Esto ocurrió, entre otros países, en Bélgica compuesta por la rica región de Flandes, de habla flamenca, y Valonia, francoparlante.

 Las raíces del separatismo flamenco se remontan a la formación de Bélgica como Estado que se presenta como un proceso, en gran medida "artificial", señala el presidente del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, Fiódor Lukiánov:

–Históricamente, los territorios de Flandes y de Valonia siempre han estado muy vinculados a sus vecinos, pero cada uno pertenece a una tradición cultural y lingüística diferente. La creación de Bélgica es resultado de los cataclismos que sacudieron a Europa en los primeros decenios del siglo XIX. Unir dos pueblos tan diferentes como flamencos y valones es una decisión, en cierto modo, arbitraria.

En el pasado Valonia tenía más poderío industrial que la vecina Flandes, pero en la era postindustrial la situación se invirtió, saliendo adelante la región flamenca. Esto alentó sueños independentistas. De hecho, en la actualidad son los motivos económicos los que centran el discurso separatista, apunta el director del Centro de Investigaciones Europeas del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, Alexéi Kuznetsov:

–El principal obstáculo para los nacionalistas de Europa Occidental es la vaguedad del estatus legal de una región autónoma que se independice, dentro de la Unión Europea. ¿Podría esta región pasar a formar parte de la UE? ¿Bajo qué condiciones? 

Los movimientos separatistas en Flandes, Escocia o Cataluña son de naturaleza claramente económica, no se trata de una confrontación étnica, es algo secundario. Pero si estas regiones, una vez independientes, no pueden ingresar en la UE, será una ruina para sus economías.

A pesar de las ambigüedades legales, Cataluña y Escocia tienen previsto celebrar un referéndum de independencia este año. Los flamencos observarán con atención estos procesos y tomarán nota, aunque la experiencia de Serbia o Crimea, que se proclamaron independientes, no les sirve, asegura Fiódor Lukiánov:

–Los nacionalistas flamencos no se inspirarán en casos como los de Serbia o Crimea. Para un flamenco hasta la médula la comparación con los albaneses de Kósovo o crimeos no resulta atractiva.

Cabe añadir que en el caso de que Flandes se independice, Bélgica seguramente desaparecerá del mapa de Europa. La francoparlante Valonia al quedarse sola buscará la protección de París.

 Los representantes del partido Rassemblement Wallonie France, ven inviable mantener el Estado belga sin Flandes y defienden anexionar Valonia a Francia alegando que en realidad siempre ha sido parte suya "en todo excepto en el nombre". Además de la lengua común, insisten, sobre todo, en que existen unos lazos económicos franco-valones muy fuertes.

 Los nacionalistas franceses, por su parte, apoyan estos sentimientos en Valonia. Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha Frente Nacional, declare al respecto: “Si Bélgica se desintegra y Flandes se proclama independiente, lo cual se presenta cada día más probable, Francia aceptaría con los brazos abiertos a Valonia”.


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