El grupo denominado Anonymous Ucrania publicó lo que parece ser correspondencia entre funcionarios de EE.UU. y Ucrania que conspiraban un ataque en Crimea para presentarlo como una agresión rusa.
“Somos Anonymous Ucrania. Hemos ‘hackeado’ la correspondencia electrónica entre el agregado adjunto militar de EE.UU. en Kiev, Jason Gresh, y un alto funcionario del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Ígor Protsik”, se dice en el comunicado del grupo, que contiene enlaces a la colección de los documentos.
“Parece que ellos planean una serie de ataques en las bases militares ucranianas para desestabilizar la situación en Ucrania”, escribe el grupo.
Nuestros amigos en Washington esperan acciones más decisivas de su red
Las cartas publicadas por los ‘hackers’ indican que Gresh y Protsik tramaban un plan para provocar disturbios. “Ígor, la situación en Crimea se está desarrollando rápido.
Nuestros amigos en Washington esperan acciones más decisivas de su red”, se dice en la carta presuntamente escrita por Gresh. “Es hora de efectuar el plan que discutimos estos días.
Su tarea es crear problemas en los nodos de transporte en el sureste para acusar a los vecinos de ello.
Esto crearía unas condiciones favorables para el Pentágono. No pierda el tiempo, amigo mío”.
Para cumplir la tarea Protsik, según los documentos, contactó a Vasil Labaichuk, un líder del Sector Derecho, el partido derechista de Ucrania.
Labaichuk en su carta a un tal Oleg escribe: “Es necesario organizar un alboroto en nombre de los rusos en el aeropuerto de Melitópol. Hay que hacerlo antes del 15 de marzo.
Ya entiendes por qué”. Para el 16 de marzo está previsto el referéndum en Crimea en que el pueblo decidirá su futuro.
Jason Gresh no ha comentado la noticia a los medios rusos. Por su parte, Ígor Protsik declaró que no es el autor de los mensajes. “No es mi trabajo ni mi estilo: soy un diplomático militar, no un terrorista”, declaró.
No obstante, según los expertos del Laboratorio Kasperski (empresa que se dedica a la seguridad en Internet) que analizaron la correspondencia publicada, lo más probable es que las cartas fueran realmente enviadas desde las direcciones electrónicas indicadas en los documentos publicados por los ‘hackers’.