Miles de mujeres volvieron a tomar las calles de Madrid para protestar en contra de la reforma de la ley de aborto. Según una de las activistas que habló en RT, la reforma obligará a muchas a abortar clandestinamente.
Las manifestantes, convocadas por el Movimiento Feminista de Madrid, expresaron así su rechazo a lo que consideran "un atentado contra los derechos, la autonomía y la libertad de las mujeres".
El proyecto de ley promovido por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sugiere la prohibición del aborto, salvo en los casos en que sea necesario para salvar la vida y la salud de las mujeres, así como en el caso de las víctimas de violencia sexual.
Atenta contra nuestra libertad para poder decidir sobre nuestros propios cuerposLa integrante de la Asamblea Feminista de Madrid Altea Serrano afirmó en RT que la reforma pone en riesgo la vida de las mujeres, dado que puede llevar a algunas a optar por abortos clandestinos.
Según explicó, aquellas que cuenten con medios económicos podrán viajar a otros países con una legislación diferente y abortar allí de forma segura.
Sin embargo, las mujeres con menos recursos económicos "se verán obligadas a hacerlo de forma clandestina mediante plantas como la ruda, el perejil o las perchas que se usaban en otros países para poner fin a un embarazo no deseado".
La medida "atenta contra nuestra libertad para poder decidir sobre nuestros propios cuerpos.
Se mete dentro de nuestro cuerpo para decidir cuándo tenemos que ser madres o si tenemos que ser madres en absoluto", dijo Altea.
Nos están llevando a épocas ya pasadas que creíamos olvidadas
"Nos están llevando a épocas ya pasadas que creíamos olvidadas", aseguró la activista, en declaraciones a RT.
Las estadísticas demuestran que después de la anterior ley que despenalizaba el aborto durante los primeros meses de gestación, aprobada en 2010, el número de abortos paradójicamente no aumentó, sino que se redujo, otro argumento que defienden quienes protestan contra esta reforma.
Según Altea, la finalidad de implementar una ley así es "obligar a las mujeres a vivir según su moral, una moral de fuertes raíces cristianas".
"Nos están obligando a adoptar una ideología de otra época", lamentó Altea, que aseguró que las protestas no cesarán hasta que "guarden esta ley en un cajón o la tiren a la basura".