El gobierno de Detroit (noreste de Estados Unidos), presentó el viernes una propuesta para poner fin a la deuda de unos 18 mil millones de dólares, que obligó a las autoridades gubernamentales a declararse en bancarrota a mediados del 2013, pero que supone recortar pensiones en la región.
Se trata de un recorte bastante significativo a los pensionistas y acreedores de esa región del país, quienes se mostraron bastante inconformes con el nuevo decreto que pretende poner en marcha el gobierno local.
El gobernador de Detroit, Kevyn Orr, aseguró a través de un comunicado que “todavía queda mucho trabajo por delante para continuar la recuperación tras una espiral en descenso de décadas. Debemos movernos rápidamente para salir de la bancarrota de modo que la tensión financiera que daña la ciudad termine”.
El proyecto pretende saldar la deuda que mantiene el gobierno a los acreedores asegurados, mientras que los que no cuentan con ningún seguro recibirían un 20 por ciento de los recursos económicos.
“Para los pensionistas generales de la ciudad se ofrece un recorte del 34 por ciento en los cheques por retiro, mientras que será de un 10 por ciento para los jubilados del departamento de policía y bomberos”, afirma el comunicado.
El documento que fue presentado ante el tribunal de bancarrotas de Estados Unidos promueve una “significativa modificación” en los contratos sindicales y las normas labores que de acuerdo al gobernador Orr, es la escapatoria de una crisis que acecha a esa población desde el 2008.
Más tarde, el gobernador de Detroit dijo a la agencia de noticia AP que, “cuando se está hablando de una ciudad que está en una situación tan grave como la que se vive aquí, la gente tendría que pensar en un futuro lleno de garantías para sus hijos y familiares”.
teleSUR-ABC.es-AP/cf-KP