San José. Luego de una asistencia tibia durante la mañana, los electores se volcaron en la tarde a las mesas de votación para ejercer su voto en las elecciones de este domingo, reportó el diario La Nación.
A partir de las 3 p. m, muchos votantes llegaron a las centros educativos de Escazú, Desamparados, Heredia, Hatillo y Alajuela para ejercer su voto.
El movimiento en las mesas creció notablemente y se escucharon consignas de los diferentes partidos frente a las escuelas y colegios.
En las escuelas de Corales, Pueblo Nuevo y el Colegio Diurno, en Limón, se observó un mayor movimiento de votantes en la tarde con respecto a la mañana. Contrario a en la mañana, en todos los centros de votación visitados se percibieron filas de al menos cinco personas en cada mesa receptora de votos.
René Reyes, delegado del TSE en la escuela de Pueblo Nuevo, dijo que es costumbre de los costarricenses dejar todo para lo último. "Siempre los ticos van a las urnas en la tarde, es común que dejen todo para lo último", comentó Reyes. En ese centro educativo hay ocho mesas de votación.
Rita Chaves, líder de guías del Frente Amplio, detalló que después de la hora de almuerzo aumentó la cantidad de votantes. "Después del medio día se ha visto más movimiento en todas las mesas, estamos contentos con la respuesta", aseguró Chaves.
Por su parte, Roberto McGregor, encargado de guías del Partido Liberación Nacional (PLN) en Pueblo Nuevo, enfatizó que los limonenses prefieren votar por la tarde. "Siento que en la mañana la gente se dedica más a sus labores o mandados", añadió McGregor.
El candidato oficialista a la presidencia de Costa Rica buscaba el domingo vencer en las urnas a un rival de izquierda que se ha visto impulsado por el descontento de los votantes ante los escándalos de corrupción y la creciente desigualdad en la segunda economía de Centroamérica.
El ex alcalde de San José, Johnny Araya, quien encabezaba las encuestas previas con una campaña centrada en promesas de reducir la pobreza, ha buscado distanciarse del Gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, plagado de escándalos.
También ha intentado calificar de radicales a sus adversarios, y el domingo insistió en que su partido, Liberación Nacional, es la opción "más segura" para la nación cafetera.
"El partido (...) es la opción más segura, más responsable", dijo al pasar por un centro electoral. "Lo mejor que le puede pasar a Costa Rica es que nosotros ganemos las elecciones".
La molestia de los votantes con la corrupción ha impulsado la candidatura del joven parlamentario de izquierda José María Villalta, quien también ha prometido atacar la inequidad.
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