Los militares de la base aérea de la OTAN en Lituania no se llevan bien con los vecinos de la ciudad cercana de Siauliai, en el norte del país báltico.
Según informó el portal Warfiles, el comportamiento de los militares por el consumo excesivo de alcohol ha llevado a peleas con los vecinos de este país báltico en numerosas ocasiones.
La cantidad de sucesos de este tipo llevó a la Policía municipal a dirigirse al mando de la base: “Si sus pilotos se emborrachan tanto que les parten la cara, protéjanles ustedes mismos”.
Pero los problemas del contingente de la OTAN no se limitan solo a palizas y a la ingesta de alcohol barato.
Los militares también sufren la discriminación de las prostitutas locales, que les cobran tres veces más que a sus compatriotas lituanos, según el portal que cita a fuentes policiales.
La misión de la OTAN de patrulla y defensa del espacio aéreo de los países bálticos – Lituania, Letonia y Estonia- se puso en marcha en el año 2004, cuando las repúblicas exsoviéticas se unieron a la alianza.
Las patrullas se realizan por turnos. Este enero la responsabilidad la asumió el contingente estadounidense, cuyos aviones remplazaron a los de la Fuerza Aérea belga y se harán cargo de la misión durante los próximos cuatro meses.
En las operaciones de patrulla de la OTAN normalmente participan cuatro aviones de combate y entre 50 y 100 miembros del personal militar.
Los tres países bálticos pagan cerca de cuatro millones de dólares al año para cubrir los costos del mantenimiento de la base ubicada en el norte de Lituania.
En los tiempos soviéticos la de Siauliai (Zokniai) fue una de las mayores bases aéreas en la URSS.