La joven mexicana Yakiri Rubí Rubio, acusada de asesinar a su agresor cuando se defendía de un abuso sexual, podría enfrentar una pena de hasta 60 años de cárcel ya que la Procuraduría General no creyó su versión.
La decisión de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en la Ciudad de México ha desatado una intensa polémica en el país latinoamericano.
Las organizaciones civiles aseguran que Yakiri ha sido doblemente victimizada, pues las autoridades prácticamente han dejado a un lado su denuncia de violación y descartan que en la muerte del agresor hubiera legítima defensa.
La PGJDF argumenta que cumplió todos los protocolos legales dispuestos para estos casos, e insiste en que tiene elementos para inculpar a la chica.
Hay quienes ven en este caso una violación de los derechos de la chica, algo que es frecuente en México, según relató a BBC Mundo Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (ADIVAC).
"Las mujeres que dicen que viven violencia sexual y buscan el acceso a la justicia, lo primero que hacen es cuestionárselo, decir 'no es cierto, no es verdad lo que te sucedió hasta que me lo compruebes'", denuncia.
El complejo tema se ha vuelto viral en redes sociales como Twitter y Facebook, donde se creó la página 'Yakiri Libre' en la que decenas de personas reclaman su liberación.
Traslado por amenazas
Entre tanto Rubio, quien se encontraba recluida en el penal Femenil de Santa Martha Acatitla, en la capital mexicana, fue trasladada a la cárcel de Tepepan por temor a su integridad física por las amenazas que recibió de otras internas, informan medios locales.
La joven de 20 años, que denunció haber sido violada y privada de su libertad en un hotel de la colonia Doctores, fue golpeada en el penal y recibió varias amenazas por la muerte de Miguel Ramírez Anaya, su presunto agresor, según señalaron sus familiares.
La joven se encuentra más tranquila en esta nueva penitenciaría, donde sus familiares esperan que esté recluida hasta conseguir su libertad, ya que "actuó en legítima defensa".
"Era ella o él, y yo le agradezco a Dios que mi hija siga con nosotros", expuso su padre.
