Por primera vez, servicios de inteligencia británico y estadounidense revelan lista de abatidos por nacionalidad, encabezada por 1,902 tunecinos, 1,807 libios y 1,432 iraquíes, entre otros.
VÍCTOR ALVARADO
LONDRES (AGENCIAS).- Siria se ha convertido en el mayor escenario del mundo donde ejércitos de mercenarios islámicos radicales extranjeros, la mayoría procedente de países árabes, cuyo número podría oscilar entre los 30 mil y 50 mil, combaten al lado de los rebeldes locales contra el gobierno del presidente Bashar Al Assad desde inicios del 2011, pero con resultados desoladores, porque a la fecha según reportes de inteligencia estadounidense y británico, más de 6,113 han muerto bajo el fuego de las tropas leales al gobierno.
LONDRES (AGENCIAS).- Siria se ha convertido en el mayor escenario del mundo donde ejércitos de mercenarios islámicos radicales extranjeros, la mayoría procedente de países árabes, cuyo número podría oscilar entre los 30 mil y 50 mil, combaten al lado de los rebeldes locales contra el gobierno del presidente Bashar Al Assad desde inicios del 2011, pero con resultados desoladores, porque a la fecha según reportes de inteligencia estadounidense y británico, más de 6,113 han muerto bajo el fuego de las tropas leales al gobierno.
Los cuerpos de los miles de abatidos están enterrados en Siria en fosas comunes o incinerados por sus compañeros y algunos repatriados a través de territorio turco, sin contar otros 20,000 entre heridos y capturados por las fuerzas armadas sirias y que permanecen en cárceles de distintas provincias sirias.
Las cifras publicadas en esta capital por analistas locales, refieren que la mayoría de los abatidos sucumbieron bajo la bandera del Frente Al Nusra, un grupo islámico radical creado exprofeso el 23 de enero de 2012 para sumarse a la guerra civil contra el gobierno de Al Assad.
Al Nusra está conformado por muyahidines islamistas suníes procedentes según algunos de 26 países y según otros de más de 40 países del mundo, entre árabes y no árabes, con el objetivo exprofeso de derrocar el gobierno de Assad, tal como lo hicieron con el gobierno de Muammar Al Gadaffi, presidente de Libia, y se considera que ya fracasaron porque en Siria, gracias a la habilidad diplomática rusa, no se produjo el bombardeo de los países de la OTAN, que sí ocurrió en Libia y determinó el derrocamiento y muerte de Gadaffi.
Las fuerzas armadas sirias han dado a conocer los nombres de más de 3.600 militantes extranjeros fallecidos con la referencia de sus 26 países de origen, contabilizándose entre ellos a naturales de EEUU y diferentes países de Europa, donde pertenecían a las diferentes comunidades islámicas residentes en sus capitales, sin haberse podido identificar a los restantes porque al momento de ser ultimados carecían de documentos identidad.
LISTA DE ABATIDOS
El reporte indica el número de fallecidos según su nacionalidad, a saber: 729 saudíes, 640 miembros del grupo terrorista de los Muhahidin Jalq (iraníes), 821 egipcios, 439 chechenos, 828 libaneses, 301 afganos, 291 pakistaníes, 1,807 libios, 1,432 iraquíes, 188 rusos, 167 turcos, 800 jordanos, 117 somalíes, 109 kuwaitíes, 90 franceses, 67 alemanes, 66 británicos, 273 argelinos y 1,902 tunecinos.
También: 571 yemeníes, 1,002 palestinos, 412 marroquíes, 45 belgas, 40 uzbekos, 35 estadounidenses, 30 kosovares, 29 qataríes, 21 azeríes, 13 malteses, 7 mauritanos, 6 de Surinam, 273 argelinos, 21 de Omán, 19 de Bahrein, 09 de Emiratos Árabes Unidos y 03 de Sudán.
Es muy probable que en las cifras de los no identificados se encuentren mercenarios de otras nacionalidades, porque según los servicios de inteligencia mencionados, también habría de nacionalidad española, australiana, chechena.
E igualmente, los que permanecen en pie de combate contra el gobierno de Al Assad, pertenecen a todas las nacionalidades mencionadas y representarían el 80% de las tropas que combaten contra el gobierno de Al Assad.
Este reporte de los servicios británico y estadounidense coincide con el de las fuerzas armadas sirias, fechado en diciembre de 2012, por el que estima que la cifra global de insurrectos abatidos durante una serie de operativos de limpieza es de más de 10,000, de los cuales la mitad son extranjeros, y que de enero a la fecha se han incrementado en por lo menos otros 1,000, a los que hay que sumar otros 20,000 islámicos radicales entre heridos o capturados.
Según un análisis de la agencia estadística americana Pentapolis, sobre la sicología de la variopinta de mercenarios, los que provienen de Libia, Túnez y de Argelia se distinguen por su temeridad y su propensión a la violencia, mientras que los marroquíes son descritos como campeones en la preparación de las acciones y los de los países del Golfo, se ocupan únicamente de la “predicación de las fatwas”, lejos del teatro de las operaciones, algo así, dice el periódico alemán “Bild”: “como el sheij saudí que llamó a los jóvenes de su país a la “yihad” antes de tomar el avión y coger una habitación en un hotel de 5 estrellas en Londres”.
CASO EMBLEMÁTICO
Entre los más de 6,000 islámicos radicales abatidos, el periódico alemán Bild ha historiado algunos casos, como el del futbolista alemán Borak Karan, que se unió a las filas del grupo “Estado Islámico de Iraq y Siria” (EIIS), vinculado a Al Qaeda, y murió a fines de octubre pasado.
Karan era un alemán de origen turco, formó parte de la selección nacional de menores de 17 años y jugó en los equipos juveniles del Hamburgo, Hannover 96 y Alemannia Aachen, y según los comentaristas deportivos, tenía un brillante futuro en el fútbol alemán.
Pero, en el 2008, a los 20 años se alejó del fútbol, y se unió a un grupo de terroristas islámicos, inicialmente, para participar en recolección de fondos a fin de financiar el envío de milicianos a Siria para que se unan a los grupos radicales en combate, pero luego decidió también irse, luego de enterarse de que los fondos recolectados no llegaban a su destino.
La única información sobre su performance en Siria fue divulgado por un vídeo colgado en YouTube el 22 de octubre, donde se le veía portando un fusil de asalto, con una leyenda que lo identificaba como Abu Abdulá al Turki y que había luchado contra las filas del PKK (militantes kurdos), que apoya al Assad. Días después de esa grabación, murió en un bombardeo aéreo cerca de la localidad siria de Asas, en la provincia de Alepo.
FINANCISTAS
El régimen de Damasco ha denunciado reiteradas veces en el Consejo de Seguridad de las NNUU que la fuerza armada insurgente se encuentra compuesta en su mayoría por mercenarios y fundamentalistas afiliados principalmente al terrorista Frente al-Nusra y a otros grupos radicales islámicos con el objetivo de derrocar al Estado laico e implantar un estado teocrático basado en la sharia (ley islámica).
También ha dicho que esta numerosa fuerza militar tiene presencia combativa en Siria gracias al financiamiento expresado en armas, y logística que les prestan las más conservadoras monarquías árabes de la región, como son las de Bahrein, Qatar, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, así como un subsidio para cada combatiente de 1,000 euros diarios.
Temen sus retornos a EEUU
El Funcionarios del Departamento de Estado de EEUU han expresado en las páginas del diario “The Washington Post” que los islámicos de nacionalidad estadounidense que luchan en los grupos de mercenarios contra el gobierno de Bashar Al Assad, representan una potencial amenaza para la sociedad norteamericana, porque “podrían regresar radicalizados, con experiencia y listos para atacar”.
“Sabemos que ciudadanos estadounidenses, así como de Canadá y Europa, están empuñando armas en Siria, Yemen y Somalia. La amenaza de que estas personas pudieran regresar a sus países para llevar a cabo ataques es real y alarmante”, dijo el senador Thomas Carper en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE.UU. a fines de noviembre pasado.
En lo que va del 2013, al menos tres estadounidenses han sido acusados de haber planeado incorporarse a la lucha al lado de Al Qaeda y otros grupos extremistas.
