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Transexuales celebran Miss Nicaragua Gay 2013


Un culo mal moldeado, unas tetas sin suficiente relleno, o un pene mal acomodado estresaban a Selena, una de las organizadoras del Miss Gay Nicaragua 2013. Bajo su tutela estaban las 14 candidatas que se afanaban preparándose para el certamen de belleza que se realizó la noche del sábado en el Teatro Nacional Rubén Darío (TNRD).

A tan solo 15 minutos que el evento iniciara, Selena, un homosexual moreno que ha recogido su cabello en una cola de caballo para capear el calor que se amontona en el camerino repleto de personas, rectificaba uno a uno los errores en la indumentaria de las candidatas, que a esa hora empezaban a colocarse las pelucas.

“Ya saben que el lazo (color rosado fucsia) es al lado izquierdo; cuidado se lo ponen al derecho”, ordenaba Selena, que se abría paso entre torsos desnudos. 
 
“Ay sí niña, ya sabemos cómo es todo”, contestaba desde su tocador una participante mientras su estilista, bastante rechoncho, le enteipaba la cabeza con sellador para sostener la rimbombante melena falsa.
 
 Un ejercicio que se repitió con todas las candidatas y que ponía fin a largas horas de arreglos a unos cuerpos de hombres que de pronto se convirtieron en mujeres preciosas.

Aunque el nombre del certamen Miss Gay Nicaragua puede resultar errado para la definición de “gay”, y más bien le calzaría Miss Travesti o Miss Transgénero debido al deseo de su participantes de querer ser mujeres, hay un objetivo común que ellas comparten con la demás nomenclatura de la comunidad de la diversidad sexual: conseguir en realidad la igualdad en una sociedad tan conservadora y machista como la de Nicaragua, y poder caminar en las calles sin temor a ser objetos de burlas y discriminación.

Sentada al fondo del camerino Alysha Bodden, 19 años y originaria de Bluefields, tomaba un poco de aire después de calzarse las 12 medias de rigor que las candidatas deben usar para moldear la esponja que colocan en su cuerpo, necesaria para acentuar la figura; un culo más pronunciado, unas pistolas más provocativas y un pene oculto que no raye en la androginia. 
 
De todo eso está pendiente Selena, que pega tres manotazos en la puerta apurando a las muchachas que ya sienten la emoción.

Alysha es una figura grácil que con su porte caribeño y sus leoninos ojos observa la electricidad que invade a sus compañeras que se retocan el maquillaje y se prestan la pega de pestañas. 
 
Entre el barullo y las manos ágiles de su estilista que le ajustan el sostén, ella saca tiempo para responderle un par de preguntas al periodista.

“Todas las personas de la diversidad hemos vivido discriminación en algún momento de nuestras vidas. Creo que eso te hace más fuerte. 
 
Lo primero es aceptarse uno mismo y luego enfrentarte a la sociedad. 
 
A lo largo del camino vivís y creces, y las palabras que te dice la misma sociedad para opacarte y marginalizarte quedan en segundo plano porque te das cuenta valés como persona”, estima Alysha, finalista del certamen que ganó la granadina Elizabeth Rios, un mujerón de rostro refinado

El teatro, una reivindicación



Las agujas del reloj marcan casi las siete y media de la noche. 
 
En la entrada del teatro se amontona el público, en su mayoría travestis embutidos en trajes de galas, y que aprovechan la ocasión para tomarse fotos en uno de los monumentos más representativos de la cultura nacional. 
 
Un lujo que estas personas por ser lo que son, sólo pueden darse una vez al año porque están vetados socialmente.

Sheryl Antonella Rios, la candidata de León, desde su perspectiva cree que la celebración de Miss Gay en el TNRD es una “restitución de sus derechos”. 
 
“Es un sueño hecho realidad… el teatro es el lugar más grande donde se fomenta la cultura, y que mejor lugar para defender mis derechos humanos”, afirma Sheryl, consciente que el departamento que representa es uno de los lugares dónde más se registran crímenes de odio.

La Procuraduría de la Diversidad Sexual ha documentado más de 50 casos de abusos, agresiones, y crímenes, ocurridos en la última década en Nicaragua. Sin embargo, el número fácilmente aumentaría, ya que la mayoría de estos casos se enmascaran como delitos comunes.

Luis Alfredo, el nombre de Selena, vibra en los pasillos del teatro coordinando a las participantes y los coreógrafos del show vestidos con trajes estrambóticos que, a tan solo cinco minutos de que arranque Miss Gay, censan opiniones entre sí: “¿Cómo me veo?”, interroga el del traje blanco con miles de lucecitas que se asemeja a un atuendo de Lady Gaga. “Pues linda, cochooón”, responde otra de los bailarinas.

Estas escenas se bifurcan y Selena ve arte en lo que hacen. Y también se queja por la falta de patrocinio que tuvo el evento.

“No hemos tenido mucha apoyo por parte del gobierno y nos sentimos apartados. Pero la meta en sí no es echarse a morir por eso. 
 
Muchos muchachos hicieron el esfuerzo para que por lo menos sientan un día muy especial, alegre, tranquilo. 
 
Hicimos una conferencia de prensa y ni un medio llegó; nos sentimos bien tristes, pero nos dijimos que sin apoyo íbamos a realizar el certamen”, se lamenta Selena.

Después que inició el evento, se repetía una y otra vez lo del patrocinio del gobierno, a pesar de las quejas de Selena. Zoila América Narváez o ¿Zoila América Ortega? (el maestro de ceremonia la llamaba de ambas maneras) fue parte del jurado calificador y una de las homenajeadas durante la noche.
 
 La reina saliente le agradeció por su apoyo incondicional hacia las personas de la diversidad sexual.

Un recuerdo antes de subir al escenario




Sheryl, junto a sus demás compañeras de apellidos complejos, como Frixione, Kardashian y Dverot, recuerda amargamente la vez que el maestro de la universidad la azareó por llegar pintada a clases: “Me gritó en mera clase que no llegara maquillada a clases porque no era prostíbulo. 
 
Yo me sentí muy mal, pero le contesté que mi capacidad intelectual no dependía de mi maquillaje; es por eso que me decidí a defender los derechos humanos… eso duele mucho”.

La hora de subir al escenario llegó. Selena enfiló a las 14 participantes azoradas que sudaban, se mordían los labios y trataban, inútilmente, de guardar la compostura para que los rellenos no se salieran de su lugar.

El telón se recogió en la Sala Mayor del TNRD. Las luces se apagaron y una voz pregrabada en los parlantes rezaba que la noche ya no es oscura para las personas de la diversidad sexual, sino que es de lentejuelas. Ellas se sienten más seguras porque, a fin de cuentas, todos las miran para bien o para mal.

Entonces, Gloria Trevi soltó el himno por antonomasia de las participantes. Y me solté el cabello, me vestí de reina/ me puse tacones, me pinte bien bella/ Y camine hacia la puerta te escuche gritarme / pero tus cadenas ya no pueden pararme.....

Las 14 damas desfilaron y el aplauso del público (no tan nutrido porque Selena cree que les boicotearon el evento con la realización el mismo día del Carnaval de Managua) estalló al unísono.

Miss Gay no tuvo nada que envidiar a otros eventos ídem. Hubo las habituales caídas en la pasarela, las barras bulliciosas apoyando a sus favoritas, las preguntas (más sesudas de las que les hacen a las concursantes de Miss Nicaragua) y las habituales metidas de patas, como el problema de Jackarelys Bracamontes, candidata por Managua, que tras la primera desfilada entró atacada en llanto al Backstage.

“¿Qué te pasó, que te pasó?”, querían saber sus estilistas. “¡Ayyyyyy!, esto es horrible, se me cayó el calzón en medio del escenario… se me bajó todo”, relataba avergonzada Jackarelys.
 
 “No jodas, peores cosas nos han pasado en la vida. Si bella te mirabas”, reconfortaba otra de sus colegas.
 
http://www.confidencial.com.ni/articulo/11520/noche-travesti-en-el-teatro-nacional#sthash.Rv77a8jv.dpuf

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