Bill de Blasio, su esposa e hijos, festejan la victoria electoral |
Con abrumador apoyo de los votantes, Nueva York eligió el 5 de noviembre a un alcalde que parece ser presagio del surgimiento de una nueva izquierda populista nacional en Estados Unidos.
Así lo ve el destacado experto de la izquierda estadounidense Tom Hayden.
La victoria de Bill de Blasio, el nuevo alcalde de Nueva York, se atribuye a que desarrolló una campaña electoral de matices inéditos basada en cuestiones que hasta ahora no se consideraban propias para lograr el triunfo por ser polarizadores de los votantes.
De Blasio prometió luchar contra las desigualdades en Nueva York para corregir el concepto de que, por esta causa, allí coexisten "dos ciudades", una cuestión obligada en esa urbe desde que en 2011 el tema fue incluido en la agenda política local por el Movimiento Occupy Wall Street –no obstante las objeciones de los demócratas alineados con Wall Street.
Un informe de la semana pasada de la encuestadora American Community Survey señaló que "ninguna otra gran ciudad estadounidense tiene tanta desigualdad de los ingresos entre ricos y pobres como Nueva York".
Prometió también De Blasio suspender la política policíaca de parada-y-cacheo, que es apoyada por la mayoría de los votantes blancos pero abrumadoramente condenada por los votantes afroamericanos, latinos y asiático-americanos.
Pese a que Nueva York tiene mayoría de votantes demócratas, en las últimas dos décadas la ciudad ha tenido alcaldes republicanos.
El más reciente fue el plutócrata Michael Bloomberg y, antes que él, el rudo Rudolph Giuliani.
Hacía mucho tiempo que los demócratas no tenían una presencia determinante en la alcaldía de Nueva York que se califica de escenario principal de la política nacional en los Estados Unidos, señala Tom Hayden.
De Blasio tendrá margen suficiente en el Ayuntamiento recién elegido de 51 miembros, para reformas económicas y sociales con el respaldo progresista más mayoritario en años, apunta Democracy Now!:
"No se recuerda que haya habido un momento mejor que éste para la izquierda, cuando tantos progresistas han sido elegidos a la vez".
Con la política estadounidense polarizada, con Obama en el centro y el "Tea Party" en la extrema derecha, a la izquierda sólo le queda abrirse paso a través del estado y el federalismo local que sirven como "laboratorios de reformas", dice Hayden.
En tales circunstancias, De Blasio se coloca en una posición apropiada para cambiar el diálogo en la nación, las políticas y las prioridades en una dirección progresista, en particular si cumple sus promesas de campaña.
Bill de Blasio es blanco y su esposa es afroamericana.
Tienen un hijo adolescente llamado Dante quien, al ser recientemente captado por un fotógrafo de prensa pasando por los torniquetes del metro, generó recuerdos emocionales del adolescente negro de 17 años Trayvon Martin, asesinado el 26 de febrero de 2012 en el estado de la Florida por un policía cuando regresaba a la casa de su padre tras realizar algunas compras de golosinas en un establecimiento comercial cercano.
El asesinato del joven negro y la posterior absolución de su ejecutor por el tribunal que juzgó el hecho más de un año después del crimen, reinsertaron el tema del racismo en el debate nacional.
Por estos días, Dante de Blasio también fue noticia en la prensa por un comentario elogioso que hizo el presidente Obama acerca de su peinado estilo afro.
Se conoce que, hace décadas, Bill de Blasio se involucró en el movimiento de solidaridad con Nicaragua sandinista contra la ilegal guerra que contra los nicaragüenses libró Estados Unidos durante el gobierno de Ronald Reagan.
Hayden considera que es tranquilizador que de Blasio tenga raíces en los movimientos sociales en lugar de los pedigríes habituales de una carrera política.
De Blasio no representará el 99%, pero si lo hará respecto a una mayoría sana y para ello dispondrá de un altoparlante más grande en cualquier debate en la escena nacional.
Fértil escritor, Tom Hayden es autor de once libros, incluyendo su autobiografía.
Desde 1960 ha sido activista en las luchas estudiantiles, por los derechos civiles y contra las guerras de su país contra Vietnam y otras naciones del tercer mundo.
Durante cincuenta años ha desempeñando un papel activo en la política y la historia estadounidense, incluyendo las funciones de congresista estadual en California.