Pablo Gonzalez

Insaciable la voracidad tica con aguas del río San Juan


Embajador Carlos Argüello dice que el problema de fondo es que el gobierno de Costa Rica no renuncia a poseer el río San Juan y sus aguas

Asamblea Nacional aprobó máxima orden legislativa para embajador en La Haya

Resumen de agencias/Trinchera de la Noticia

El embajador de Nicaragua en La Haya, Carlos Argüello, puso en el dedo en la llaga afirmando que “el problema de fondo” es que el gobierno de Costa Rica no renuncia a “acaparar” las aguas del nicaragüense río San Juan que se desvían por el río Colorado y que irrigan amplias zonas agrícolas del centro este del vecino.

Argüello negó que Nicaragua sea responsable de los daños ambientales, y sostuvo que no tiene justificación la petición costarricense de nuevas medidas cautelares en la zona en disputa, un humedal de 2.5 kilómetros cuadrados.

El diplomático declaró a medios oficialistas que el conflicto “no es una disputa por una pequeña área en un pantano en la boca de salida del río” agregando que “Costa Rica tradicionalmente pega gritos, porque no quiere que se mantengan limpios los canales, para acaparar la totalidad (del caudal) del río San Juan, porque hoy el 90 por ciento se desvía al río Colorado”, expresó.

Nicaragua, dijo, “sólo quiere dragar el río… no está causando ningún daño ambiental”.

En su turno ante la Corte Internacional de Justicia, los abogados nacionales negaron la presencia de personal o equipos en la zona, conforme lo dispuso la corte a las partes al ordenar el retiro de personal civil y militar y evitar acciones que agravaran las tensiones.

La tercera ronda de audiencias será este miércoles, con nuevos argumentos de Costa Rica, y cerrará el jueves, con las posiciones de Nicaragua.

En tanto, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, siguió “interpretando” en conferencia de prensa o por Twitter las intervenciones en la CIJ. Ayer, tras la intervención de los representantes nicaragüense, Chinchilla dijeron que éstos habían “culpado” a Edén Pastora por la construcción de dos caños en lo que ella llama isla Portillos.

Tras reunirse con el Consejo de Gobierno de Costa Rica, Chinchilla dijo que “la actitud de Managua en su defensa ha sido “errática, falsa y engañosa”.

“La posición de Nicaragua en torno al tema es confusa”, añadió la mandataria.

Lavándose las manos

Chinchilla aceptó que el próximo gobierno se va a encontrar los casos abiertos en La Haya y, por eso, pidió a los candidatos que, quien quiera que llegue a Zapote, los continúe.

“El próximo gobierno se va a encontrar con los casos abiertos en la Corte de la Haya con Nicaragua. (…) Nuestro consejo es que sostengan los casos”, dijo la mandataria.

“Costa Rica no ha aportado ninguna prueba para sostener su argumento de daño irreparable”, aseguró a su vez el consejero del equipo de Nicaragua, el letrado estadounidense Paul S. Reichler, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Argüello apuntó responsabilidades de daños ambientales a una carretera costarricense de más de 100 kilómetros paralela al río, construida en 2011. “El presunto impacto del caño en el territorio disputado no viene sólo de la erosión, sino de la construcción de la carretera, la cual causó un importante daño medioambiental”, declaró Argüello en su alegato.

“Esta construcción se inició sin un informe de impacto ambiental”, añadió. “¿Qué es lo que causa un daño irreparable en esta zona? ¿150 metros de caño o una carretera de 160 km?”, adujo.

El embajador dijo que el país cumplió con las medidas provisionales solicitadas por Costa Rica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y ya no hay “ni personal, ni equipamiento” en la zona.

“No hay instalaciones ni personal ni equipamiento en la zona en disputa porque en cuanto las autoridades nicaragüenses supieron de una presencia allí ordenaron su inmediata retirada”, sostuvo ante el alto tribunal el embajador Argüello.

“Las pruebas muestran que el equipo fue retirado del territorio (…) por lo que no hay fundamento para la solicitud de medidas provisionales por parte de Costa Rica”, remarcó también el jurista de la delegación de Nicaragua, Paul Reichler.

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