Pablo Gonzalez

¡Dieterich insiste en exhibir la mugre de sus medias!

Vamos a dejarnos de pendejeras y socialismos de siglo XXI, nuestro socialismo de todos los siglos es el Socialismo Chavista, no lo estamos teorizando, lo estamos haciendo a carajazo limpio, tampoco lo importamos ni lo exportamos, y no aceptamos metiches de ninguna parte, por mucho que vengan desahuciados de las agónicas decadencias europeas.

A este ario trasnochado tenemos que declararlo persona no grata desde el Rio Bravo hasta la Patagonia; pobre chulito de la CIA, goebbeliano de orilla, la ultraderecha más come pupú no le compra una cuartilla de sus babosadas del siglo XXI. 
 
Las licencias con las que se lucra este señor en nuestro país, se las debe letra a letra, a la bonhonomía intelectual de Hugo Chávez Frías quien confió de corazón en las marrullerías de ladinos como él, como Miquilena y como muchos otros que todavía merodean las esquinas del chavismo auténtico.

Chávez no sería Chávez sin su magnanimidad llanera, con ella igualó a su grandeza y colocó al lado de su pueblo nuestroamericano, a unos cuantos miserables desconocidos en todo el Universo y más allá, pero las margaritas atoran a los puercos, y Dieterich se esmera en demostrar su vínculo con la porqueriza política, por su cordón umbilical.

Más de una década hemos tenido que calarnos a Dieterich, se le ha tratado con el respeto que no se merece aquí, ni en ninguna otra parte donde acomode sus mugrientas intenciones, solapadas entre sus mugrientas medias de inicuo trotamundos: no, míster Dieterich, no es verdad que el gobierno chavista, bolivariano, revolucionario, tenga los días, los meses, los años, o los siglos contados, como no es verdad que usted sea un analista serio o responsable, usted no es más que un mercenarito, un chulito de la CIA, un chupatintas de medio pelo retórico.

Métase sus cifras y sus estadísticas de pacotilla (monkey simplicity), por donde le quepan, sobre todo en los bolsillos que es lo único grande que usted tiene.
 
 En Venezuela la guerra es mediática, económica, política, imperial gringa por tierra y aire; usted lo sabe mejor que nosotros porque mientras usted aplica para gerenciarla, nosotros la vivenciamos ¿oyó?; la vivenciamos, no la sufrimos ni la padecemos: la entrompamos.

Entrompamos la USURA, el sobreprecio, la estafa; el robo del IVA cuando no nos dan factura, el abuso cuando no aceptan cestatiket o pretenden cargarnos un porcentaje; el acaparamiento, los escuálidos a sueldo en las colas, el saboteo con el transporte, la luz, el gas, el agua, las cableras; la avaricia de los bodegueros que al sobreprecio le suman sobreprecio; a todas esas aberraciones bélico-económicas que a usted le pagan por llamar “baja tasa de inversión, inflación anualizada, desmesurado aumento de liquidez monetaria, inevitable y brutal devaluación de jure”, las entrompamos los hombres y las mujeres, los niños y las niñas, chavistas, bolivarianos, socialistas, revolucionarios, con los mismos corajes bien puestos con los que derrocamos a los gringos cuando la infeliz Carmonada; con los mismos corajes bien puestos con los que asumimos el dolor por la muerte de Chávez; con los mismos corajes bien puestos con los que votamos por Maduro y lo legitimamos hijo de Chávez hasta el 3013; con los mismos corajes bien puestos con los que vamos a llevar a la cárcel a Capriles y su asesina arrechera genocida.

El resto de su incongruente gamelotal lexicológico, es un llover sobre la mojada cantaleta que durante 14 años consecutivos han plañido las viudas del puntofijismo, los meritócratas de PDVSA, María Conchita Alonso y los narcoparacos del Junquito, Ramón Guillermo Aveledo, El Matacuras, Beatriz De Majo, Jaime Bayly, Pablo Medina, Julio Borges, Ramos Allup, y el resto de esa farándula cuyo nivel intelectual es simétricamente equivalente al suyo, míster Dieterich. 
 
Siga sembrando infundios y escribiendo panfletos, aproveche mientras le dure la manguanga en este país de chavistas, bolivarianos, socialistas, revolucionarios, capaces de tolerar que nos muerda la mano que a usted le mata el hambre. 
 
Siga pretendiendo insultar nuestra inteligencia, en la bajadita de la ética lo esperamos para soplar la ñinguita de cenizas de su escasa valía profesional.
 
Por: Kloriamel Yépez Oliveros

kloriamelypz@hotmail.com

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