Las recientes protestas violentas en Sudán fueron parte de una conspiración de Estados Unidos para derrocar al Gobierno de Jartum, pero fracasaron, ha expresado este miércoles el presidente sudanés, Omar Hasan al-Bashir.
En un discurso difundido en vivo por la radio nacional, Al-Bashir ha afirmado que quienes están detrás de las protestas “reunieron a traidores, bandoleros y ladrones para apoderarse de Jartum”.
El mandatario afirmó que los promotores de las manifestaciones vieron en la supresión de los subsidios gubernamentales a los carburantes “la oportunidad para desbancar al Gobierno, pero fracasaron”.
“Sudán no podía ser derrocado porque estaba protegido por Dios”, ha señalado el mandatario del país africano.
Además ha aseverado que su Gobierno tiene planes para estabilizar la economía y encontrar soluciones a los problemas existentes.
Dichas protestas y manifestaciones antigubernamentales se celebraron el pasado mes de septiembre, después de que el Gobierno sudanés decidiera reducir los subsidios a la gasolina y el gas, y aumentar los precios de estos combustibles, provocando un aumento de más del 60 por ciento del precio de los mismos.
Varios activistas han anunciado que las fuerzas de seguridad han matado a alrededor de 200 personas, mientras que las autoridades informan de 70 muertos y culpan a hombres armados desconocidos por los asesinatos.
ha/ybm/hnb
En un discurso difundido en vivo por la radio nacional, Al-Bashir ha afirmado que quienes están detrás de las protestas “reunieron a traidores, bandoleros y ladrones para apoderarse de Jartum”.
El mandatario afirmó que los promotores de las manifestaciones vieron en la supresión de los subsidios gubernamentales a los carburantes “la oportunidad para desbancar al Gobierno, pero fracasaron”.
“Sudán no podía ser derrocado porque estaba protegido por Dios”, ha señalado el mandatario del país africano.
Además ha aseverado que su Gobierno tiene planes para estabilizar la economía y encontrar soluciones a los problemas existentes.
Dichas protestas y manifestaciones antigubernamentales se celebraron el pasado mes de septiembre, después de que el Gobierno sudanés decidiera reducir los subsidios a la gasolina y el gas, y aumentar los precios de estos combustibles, provocando un aumento de más del 60 por ciento del precio de los mismos.
Varios activistas han anunciado que las fuerzas de seguridad han matado a alrededor de 200 personas, mientras que las autoridades informan de 70 muertos y culpan a hombres armados desconocidos por los asesinatos.
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